Es para mi reconfortante escuchar el espíritu entusiasta, innovador pero sobre todo con una fuerte dosis de conciencia ambiental, con el hoy cuentan los jóvenes. La crisis hídrica y ambiental ha hecho un llamado urgente el cual muchas y muchos de ellos han atendido. Y en el caso de Querétaro no es la excepción, afortunadamente en la población juvenil hay una gran tierra fértil, que ya cuenta con otra mentalidad y visión de fututo, así que tenemos una gran oportunidad; tenemos que seguir que escuchando, alentando, pero sobre todo convocarlos a seguir encabezando esfuerzos cuya misión sea la construcción de un Querétaro sostenible con liderazgo, porque su participación se puede traducir a ser la base para transformar el escenario actual.
Un Estado de tradición, pero a la vez moderno y progresista como es Querétaro, requiere una visión ambiental, integral e innovadora que incremente cuantitativa y cualitativamente las políticas y acciones en materia ambiental, es importante comenzar hablar de BIOPOLÍTICA, BIOÉTICA, en donde el respecto a la vida sea un principio sustantivo. Afortunadamente las instituciones educativas en las que hemos tenido la oportunidad de estar, (UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO, TECNOLÓGICO DE MONTERREY, UNIVERSIDAD POLITÉCNICA, UNIVERSIDAD ANAHUAC, etc) cuentan con una visión así, muchas de ellas tienen muy clara la agenda de los Objetivos 2030, y el trabajo que implica el poderla cumplir, están llevando a cabo un esquema de economía circular del agua, generando estrategias de reciclaje, gestando proyectos sustentables y sostenibles que de verdad sorprenden y justo eso es lo que necesitamos, mirar más allá, para poder modificar los factores estructurales que tradicionalmente han ido en sentido contrario del equilibrio ambiental y sin duda ello frena el potencial de nuestro Estado.
Estoy convencida que de la mano de estas nuevas generaciones impulsaremos una agenda pública multidimensional, que se funda en acciones para cerrarle el paso al deterioro, a la escasez y sin duda alguna a la desigualdad; pues a pesar de los grandes avances en la materia, aún hay desafíos pendientes.
La construcción de una nueva cultura HIDRICO-ambiental desde las aulas nos estará asegurando el crecimiento económico y la estabilidad social del futuro.
En México y, particularmente en Querétaro, VIVIMOS un momento histórico, contamos con jóvenes cada vez mas empoderados pensadores y críticos; que no se están conformando con lo ya establecido que están buscando incidir en la vida pública, y tener la gran oportunidad de modificar, de manera transversal y definitiva, la realidad que hoy vivimos.