Astrónomos del Instituto de Astrofísica de Andalucía y la Universidad de Granada, en colaboración con la NASA, han descubierto un nuevo sistema planetario único en su especie que los investigadores consideran clave para entender cómo se forman los planetas.
Se trata del denominado TOI-2096, compuesto por una “súper-Tierra” y un “mini-Neptuno” que orbitan una estrella fría y cercana en un baile sincronizado, ha informado este miércoles la Universidad de Granada (UGR).
Según mencionan los investigadores,TOI-2096 “puede ser la Piedra Rosetta” que estaban buscando para entender cómo se forman los sistemas planetarios.
El hallazgo ha sido posible con la colaboración entre centros de investigación y universidades europeas y norteamericanas, lideradas por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC).
El sistema fue inicialmente identificado por la misión Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS) de la NASA, una misión espacial que busca planetas alrededor de estrellas cercanas y brillantes.
El apoyo de los telescopios
Según Francisco Pozuelos Romero, investigador del IAA-CSIC y autor principal del artículo científico publicado recientemente en la revista “Astronomy & Astrophysics”, TESS está realizando una búsqueda de planetas por todo el cielo utilizando el método de tránsito, es decir, “monitoreando el brillo estelar de miles de estrellas cercanas en espera de un ligero oscurecimiento, que podría ser causado por el paso de un planeta entre la estrella y el observador”.
Sin embargo, a pesar de su poder para detectar nuevos mundos, ha explicado Pozuelos, la misión TESS necesita apoyo de telescopios en tierra para confirmar la naturaleza planetaria de las señales detectadas.
Los planetas TOI-2096 b (súper-Tierra) y TOI-2096 c (mini-Neptuno) fueron observados con una red internacional de telescopios terrestres, lo que ha permitido su confirmación y caracterización.
“Haciendo un análisis exhaustivo de los datos, encontramos que los dos planetas se encontraban en órbitas resonantes, es decir, por cada dos órbitas de TOI-2096 b, TOI-2096 c realiza una”, según el investigador.
Esta configuración es muy particular y debido a ella los planetas interactúan fuertemente de manera gravitatoria, lo que permite obtener sus masas, algo que el equipo científico está haciendo ahora con medidas ultra-precisas usando el telescopio de 2.2 metros del Observatorio de Calar Alto, añade Pedro Amado, investigador del IAA-CSIC y coautor del artículo.