El turismo debe ser regenerativo, sustentable, que limite a los vehículos automotores en la Sierra Gorda, un lugar que es un foco de atracción, ya “que más belleza no le cabe”, pero deben de cuidarse y protegerse las 385 mil hectáreas de la reserva de la Biosfera, la más cercana a la Ciudad de México, comentó Pati Ruiz Corzo, fundadora del Grupo Ecológico Sierra Gorda (GESG).
“La Sierra Gorda es la reserva de la Biósfera más cercana a la Ciudad de México; debe de estar protegida, ya que tiene una vocación con oportunidades, si se maneja de forma ordenada, pero entendiendo que no es un parque de diversiones”, comentó de entrada Pati Ruiz Corzo.
La Sierra Gorda es el área natural más valiosa que queda en el centro de México, con un patrimonio incalculable, en donde el único ecosistema que falta es el marítimo. “Más belleza no le cabe a la Sierra Gorda”, complementa la reconocida activista ecológica.
Es tal su conexión con la Sierra Gorda, a la cual llegó con su música y su familia desde 1984, razón por la cual al hablar de la Sierra, lo hace desde la primera persona del plural, al ser ya parte de ella.
“Sómos un tesoro nacional; por lo que debemos visitarlo como un santuario, no con un turismo desordenado, impactante, grosero, ramplón y populachero”, explica Ruiz Corzo quien ha visto cómo durante muchos años no se ha organizado y se ha marcado un rumbo sin control a la Sierra Gorda de Querétaro.
“Por muchos años se desarrolló la sierra sin reglas sin control institucional, sin normas, con ausencias institucionales muy graves”, compartió Ruiz Corzo, quien dijo que al tratarse de un área federal protegida, sólo la Federación puede actuar dentro del territorio a través de la CONANP, la PROFEPA y la SEMARNAT y no la procuraduría del medio ambiente del estado.
Hace 26 años se logró el decreto de la Sierra Gorda como reserva natural protegida, tiempo de un pasado desordenado, al que se ha sumado la promoción de un turismo cuatrimotor.
Más que adaptar el lugar a la comodidad y vida moderna, se debe ver a la Sierra como un lugar en el que el humano es quien debe adaptarse y no al revés, sin modificar el entorno.
“La Reserva tuvo esa promoción comercial fuera de foco, como un sitio de aventura, y no como un turismo reverente de la naturaleza, lo que provocó el desorden del turismo cuatrimotor en el Río Estorax, en donde llegan hasta 400 motos en un fin de semana”, lamentó Pati Ruiz Corzo.
“Otra situación que muestra la falta de ordenamiento y respeto a la Sierra son esos camiones que llegan repletos de gente al Río Escanela, como una plaga. Esta invasión a la naturaleza impacta, por ejemplo al Cañón del Infiernillo, a donde llegan las Guacamayas en las tardes a sus nidos y ahí viene el patán que se avienta y las guacamayas se estresan, de san la vuelta y se van”.
Ruiz Corzo ve voluntad de entrarle al tema
Pati Ruiz Corzo dijo que está en comunicación con Luis Alberto Vega Ricoy, vocal de la Comisión Estatal del Agua, para afrontar la problemática de las plantas de agua y limpiar los cuerpos de agua en la Sierra Gorda.
“Ahora vemos una excelente oportunidad, ya que vemos voluntad del gobierno del estado para entrarle; no podemos hacer turismo en el cochinero que están dejando en la Sierra Gorda, en donde las plantas de tratamiento de agua no funcionan, por un rezago de décadas, donde se contaminan los ríos con desfogue crudo de aguas, pero ahora con el actual Vocal de la CEA me dijo que está dispuesto a limpiar el cochinero”.
Las 385 mil hectáreas de la Sierra Gorda representan el 36 por ciento del territorio del estado de Querétaro, una razón más que suficiente para protegerla de manera sustentable.
Con un trabajo de abajo hacia arriba, con la gente, con los que viven para y por esa tierra es como ha desarrollado una ardua labor de 36 años, de cuando Pati Ruiz Orozco dejó los tacones y su vida urbana, sus clases en el Colegio John F. Kennedy para adentrarse, con su familia y su acordeón en el corazón de la Sierra Gorda.
“Yo trabajo para Grupo Ecológico Sierra Gorda, una organización de la conservación de la naturaleza desde hace 36 años, desde entonces yo veía venir un auge turístico desde hace 30 años, por lo que decidí entrar para tener fuerza y convocar las voces y voluntades políticas que hagan posible esta defensa”, destacó.
Parte de las soluciones es usar la tecnología para el tratamiento de aguas, y ahora ve la mancuerna en el CEA para poder “limpiar el cochinero”.
“Es bueno que finalmente se ataque el problema desde raíz,con los municipios, con Luis Vega Ricoy, a quien le dije que no se retiere el financiamiento para lograr un impacto significativo, ya que de 20 plantas de tratamiento que hay no funciona ninguna, pero el vocal me dijo que sigue el financiamiento para la ampliación en la de Jalpan, que sí está funcionando, pero requiere una ampliación”, mencionó la activista.
Por una sustentabilidad turística
Hablar de sustentabilidad turística es un tema delicado, con soluciones que amortigüen los impactos al medio ambiente y con beneficios a quienes son los habitantes originales de la Sierra Gorda, algo que ha impulsado y defendido Ruiz Corzo.
“En Grupo Ecológico Sierra Gorda, ahora que se habla mucho de la economía circular, se han creado a 73 microempresas operando exitosamente, hemos levantado muchos changarritos, en la ruta del sabor, la ruta de los artesanos, con procesos para consumo del mítico orégano queretano, la red de albergues, construidas con materiales locales, algo que empezó hace 26 años, haciendo tejido social protegiendo el territorio”.
El proyecto de Grupo Ecológico Sierra Gorda ha ganado el reconocimiento internacional con tres premios de National Geographic, otros modelos con el Banco Interamericano del Desarrollo para modelos de turismo rural en áreas naturales protegidas.
“Hemos crecido con un trabajo de abajo hacia arriba, con tejido de soluciones y tejido social, con la suma de dependencias para tener una certificación como zona de turismo sostenible, estamos cerca de conseguir el sello bronce de earthcheck en la Sierra Gorda de Querétaro, un distintivo internacional que reconoce al turismo sustentable”, destacó Pati Ruiz Corzo.
Parte de las normas a validar, y con las que ya se cuenta, son el manejo de residuos sólidos, educación, conservación ambiental, ecotécnias, pero dentro de los pendientes para la validación de eartcheck está el tema de los rellenos sanitarios, plantas de tratamiento e impactos turísticos como lo de las cuatrimotos.
“Pero hoy viendo las condiciones favorables con el gobierno del estado y las coincidencias que hay con muchos de los funcionarios se puedan ir resolviendo, como la creación de zonas de contención antes de llegar a la Sierra y que vengan quienes tengan ya una reservación, entre otras cosas”, mencionó Pati Ruiz Corzo.
Así como ha encontrado eco con las autoridades estatales, la fundadora de Grupo Ecológico Sierra Gorda mencionó que la federación, a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas se ha comenzado a trabajar de manera conjunta y en sintonía.
“Por parte de la CONAP está teniendo reuniones con los ejidos del Estorax para pone las reglas de las cuatrimotos, ya que nos han dicho que las comunidades no quieren ese turismo cuatrimotor, pero como han habido gobernadores que han andado en cuatrimoto poco se podía hacer, pero hoy en día hay otra situación, con el earthcheck como herramienta de gestión”, subrayó Pati Ruiz Orozco quien en su pasado fue una señora normal “Talla siete, maquillada”, a quien su madre le dijo, “te volviste loca”, pero decidió vivir en la Sierra en lo que fue toda una aventura que hoy conoce a fondo y que defiende de manera inteligente, consciente y responsable.