Aunque nunca ha visto el desarrollo de su carrera como algo lineal, lo único que Martha Elena Soto tiene claro sobre su futuro es que nunca dejará de lado la docencia. Y es que a decir de la Secretaria de Educación, el contacto con las aulas enriquece y da una perspectiva clara sobre la situación que priva en la sociedad, lo que ayuda a materializar políticas públicas efectivas “Nunca he sido solo docente. Esta relación siempre ha sido muy enriquecedora en mis facetas administrativas. No concibo lo administrativo sin tener lo docente. Creo que teniendo la riqueza del contacto directo, como todos mis compañeros maestros, se puede potencializar en algún puesto”.
Entrevistada en su oficina de Pasteur 23, Soto Obregón advirtió que son 22 años de estar frente a grupo, lo que le brinda seguridad profesional y al mismo tiempo, legitimidad ante el sector educativo “Cuando viene un maestro y me expone su situación, claro que lo entiendo porque yo lo estoy viviendo. Lo he vivido”.
Habiendo sorteado exitosamente la pandemia del Covid-19 sin que los alumnos perdieran un día de clases, junto al ejército de educadores, Martha Elena Soto se reinventó como profesora para enfrentar la nueva realidad que impuso el cierre de las aulas y la brecha digital que se manifestó en el confinamiento.
Martha Elena Soto fue la punta de lanza que abrió brecha en la UAQ para que las mujeres accedieran a plazas de tiempo completo. Ella, ha sido la primera en lograrlo tras 186 años de historia en la enseñanza de derecho de la entidad. Integrante de la generación 1992 – 1997 de la Facultad de Derecho de la Alma Mater, dijo a Plaza de Armas recordar a los hombres que le formaron, pero ninguna maestra “Yo no tuve ninguna maestra. El hecho de presentar un concurso con compañeros y otras mujeres, obtener el tiempo completo, en primer lugar te da la seguridad laboral que busca cualquier trabajador. Pero en una facultad donde entonces privaba el género masculino y que llegue yo producto de aquél concurso, fue un gusto abrir brecha en justicia de las mujeres”.
Quien hoy encabeza los esfuerzos de la Secretaría de Educación, recuerda que hubo otras mujeres como la Doctora Gabriela Nieto Castillo quien fue la segunda en lograr la titularidad de plaza. Desde entonces, han sido cada vez más aquellas que aportan sus conocimientos desde las aulas universitarias “Es muy curioso el dato y un poco relacionado con el tema de la justicia de género”. Añadió que aunque es común ver educadoras a niveles de secundaria, primaria y preescolar, en el caso de la UAQ y en concreto la Facultad de Derecho, esta existía incluso antes de que la Alma Mater obtuviera su autonomía y el haber obtenido la titularidad para una mujer tras casi dos siglos de que se impartiera la materia en Querétaro, ha sido uno de las más grandes satisfacciones de Martha Elena Soto Obregón.
Mas allá de lo anterior, uno de los aportes de Martha Elena Soto que cobra especial relevancia para Querétaro y en particular para las mujeres y la impartición de justicia, ha sido la creación de la Licenciatura en Criminología, convirtiéndose la UAQ en el 2002 en la tercera universidad pública en ofrecer dichos estudios; La primera fue Nuevo León y la segunda la Autónoma de Tamaulipas “En centro – bajío fuimos punta de lanza. El profesional de la criminología y hablando de forma coloquial, un poco injusta para mis compañeros criminólogos, son el punto de comunicación entre las ciencias forenses y el juzgador, los abogados que requieren ante los delitos, el conocimiento científico del fenómeno”.
Siendo los feminicidios, violaciones y violencia intrafamiliar contra las mujeres los delitos que más laceran a la sociedad, la labor de los criminólogos ha cobrado en los últimos años especial relevancia. A decir de Martha Elena Soto, no únicamente en la indagatoria de los casos, sino en labores preventivas “Los criminólogos poco a poco se han abierto camino. En su momento, nos preguntaban ¿Para qué queremos los criminólogos? ¿Qué hacen?. Hoy, se han ganado con aplomo su espacio y evidentemente, lo más importante es que nacieron con la idea de aportar pruebas al Juzgador, pero también este enfoque de prevención”.
Poseedora de una vasta experiencia en el sector educativo, a Martha Elena Soto no le inquietan los cargos políticos, aunque tampoco descartó que se le presenten en algún momento de su carrera. Y es que al ser cuestionada sobre los políticos que han pasado por la misma dependencia y una eventual participación por un cargo de elección popular, Soto Obregón advirtió que su pasión es la educación en sus diversas vertientes “Donde estoy, soy un ente público y político. Siempre les decía a los estudiantes que hacían el servicio social con nosotros y luego la práctica profesional y luego terminaban trabajando con nosotros, les decía que eso es vivir intensamente la Universidad por que se vive de todos los puntos. Eso es lo que yo hago. He sido docente y nadie me cuenta lo que significa dar clases. He hecho trabajo de investigación y tengo publicaciones como investigadora. Los diferentes papeles los he desempeñado con gusto. Me apasiona el tema educativo y donde me hayan puesto, lo doy todo. Eso y más. Me encanta. Al final, los papeles que yo pueda desempeñar, lo que te puedo asegurar es que será en bien de la educación y con el 101 por ciento de mis fuerzas”.
A decir de Soto Obregón, hay dos factores que definen el sitio donde los servidores públicos se ubican; Su capacidad y el principio de oportunidad “Hay gente muy capaz en Querétaro, pero por azares del destino no se ha dado la oportunidad”. Lo que sí tiene claro es que no se ve sin dar clases. Tampoco está dispuesta a dejar la escritura.
EL DERECHO, UN PASO ATRÁS DE LA REALIDAD SOCIAL
Sobre su postura en torno al lenguaje inclusivo, mismo que ha sido rechazado por la Real Academia de la Lengua Española, la Secretaria de Educación dijo a Plaza de Armas que tal y como se instruye en la academia, el derecho siempre va un paso atrás de la realidad social, para bien o para mal “Estudiamos las leyes cuando ya el fenómeno social va mucho más adelante. Siempre que se emite una norma, ya está retrasada a la realidad. Esto que estamos viviendo, no es otra cosa que la realidad social y la lengua no la podemos parar. Eso la RAE lo tiene que reconocer y lo ha reconocido”. Advirtió que la lengua, es una forma de expresión viva y cambiante. Añadió que el estudio de la etimología ha dado testimonio de los cambios en la lengua y dijo que el lenguaje incluyente no es otra cosa que una manifestación más de la lengua viva “En algún momento la RAE tendrá que observar y reconocer ello como norma en la medida en que se vuelva hegemónica. Si la sociedad se apropia de ello, tendría que evolucionar”.
Siendo hija de un profesor y su madre enfermera, Martha Elena Soto creció bajo un esquema de disciplina y respeto hacia los jefes de familia y los esfuerzos que estos hicieron por proveer de todo lo necesario para su desarrollo. Al recordar que trabaja desde los 17 años y la forma en que la maternidad le llegó a la par de sus responsabilidades laborales, refirió la importancia de las redes de apoyo al interior de las familias para la formación de los hijos “Lo que no se vale es que los hijos estén solos. Las redes de apoyo que tenemos los padres y madres trabajadoras es lo que nos ayuda a vivir con plenitud el trabajo y al mismo tiempo no dejar solos a los hijos”. En su caso, recordó, fueron sus padres quienes la cubrieron mientras ella trabajaba “Mientras como familia tengamos estas redes de apoyo con gente que nos quiere y apoya, es lo más importante”.
Para la titular de educación, no es casualidad que en una buena parte del historial delictivo de los jóvenes existan antecedentes de abandono y violencia al interior de su círculo familiar.