Con una vuelta al ruedo en su Plaza salió en hombros para entrar a la puerta más grande de todas; Juan Arturo Torres Landa, fallecido ayer en tierras queretanas estuvo en compañía de su mayor legado; su familia, sus hijos, sus nietos, sus hermanos, sus colaboradores, pero sobre todo sus amigos, algo que nunca se cansó de cosechar el famoso “Pollo”.
Referente de la queretaneidad, la de un guanajuatense nacido en Querétaro, como se escuchó decir afuera de la capilla de la Plaza de Toros de Provincia Juriquilla, espacio suyo y para todos.
Juan Arturo Torres Landa fue un empresario apasionado por Querétaro, fue aquí donde fincó sus reales de la mano de sus hermanos. Liderazgo, visión, entrega, pasión y legado fueron las palabras que definieron y fueron despidiendo a Juan Arturo Torres Landa mientras era acompañado por distintos pasodobles desde el tendido de la Plaza.
En la pequeña capilla, en la que se puede leer la oración a los toreros, en donde los diestros se encomiendan antes de partir plaza y saltar al ruedo, ahí estaba el féretro de madera fina cubierto por un mantón blanco con una imagen de la Virgen de Guadalupe antes de dar el paseillo.
“Se me va la mitad de mi vida, fuimos 60 años socios en todo. El cumplió con su etapas, cumplió con la vida y aquí está la respuesta de la gente; será recordado como un gran realizador, un gran promotor y tendrá el cariño de la gente”, declaró su hermano, Juan Germán Torres Landa, quien hace unos días requirió de donadores de sangre, pero que ayer, acompañó firme a su hermano por última vez.
Por la entrada al ruedo, en donde se realizó la misa de cuerpo presente y por la que dio la vuelta al ruedo en brazos de sus hijos y nietos, se dieron citas diversas personalidades de la empresa, del mundo político, y de la tauromaquia, había de todo, como hubo de todo en la vida de Juan Arturo Torres Landa.
Enrique Burgos García, ex gobernador de Querétaro lo calificó como un auténtico promotor del estado.
“Es una pérdida lamentable porque es una figura que se incorporó a Querétaro y a la vida del estado. El siempre estaba dispuesto a incorporarse en los proyectos de Querétaro; empresario inmobiliario con perspectiva para el desarrollo de la ciudad, ayudó mucho a Querétaro. Tendría que ser recordado como un hombre honrado, trabajador; ciertamente no nació en Querétaro, pero asumió que era queretano. Sus hijos van a ser continuadores de la obra y vida del Pollo Torres Landa”, señaló el ex gobernador del estado de Querétaro.
El secretario de Desarrollo Sustentable del estado de Querétaro, Marco Del Prete, también le dedicó algunas palabras a Torres Landa.
“Es una pérdida muy grande. Nos deja la persona pero no se muere el legado. Un ejemplo no sólo como empresario, como persona, como amigo, una persona muy completa”, compartió el secretario, Del Prete.
Tras el velorio vino quizá el momento más emotivo, tras la vuelta al ruedo y la misa de cuerpo presente, fueron sus nietos quienes se encargaron de recordarlo y recordarnos quién es y quién seguirá siendo su abuelo.
Su nieta Maripau recordó el amor que acompañó a su abuelo; el de la fiesta, sus videos, sus amaneceres y atardeceres, pero sobre todo el amor con el que llenó a su abuela.
“El amor con el que siempre viste a mi abuela, con el que hiciste tu familia, la más bonita de todas, y el amor a tu sonrisa cuando me dijiste que me querías te quiero mi Mari pau, sigo siendo la niña más suertuda porque tengo al amor más grande, te tengo a ti en mi corazón”, compartió una de sus nietas.
Su nieto recordó el amor del “Pollo” Torres Landa, a quien taurinamente le habló, como lo hacían en vida, como les gustaba.
“Hablando en términos taurinos puedo decir con orgullo que lidiaste ese toro de 76 años llamado vida a la perfección; prueba de ello son tus tres maravillosos hijos, tus once nietos y tu infinidad de amigos y sobre todo tu esposa”, dijo su nieto quien destacó su amor por México y por Querétaro.
Entre aplausos y lágrimas de los asistentes, destacó que Juan Arturo Torres Landa que dejará huella eterna en su familia, en su obra y sus amigos.
“Pollo, eres eterno porque vives en tus amigos que hoy te acompañan; eres eterno porque dejas un pedazo de ti en tus hijos, porque estás en las obras que realizaste sin esperar nada a cambio, dejas tu cuerpo y alma en este lugar en esta Plaza de Toros que tu construiste y que será tu eternidad”, expresó agradecido su nieto, Juan Arturo Torres Landa Cabrera en representación de la familia, la cual estuvo encabezada por los hermanos que sobreviven; Juan José, Juan Germán, Juan Antonio, María Isabel, Ana Maria y el resto de la descendencia.
Entre pasos dobles, recuerdos, nostalgia y dolor el Pollo Torres Landa salió en hombros por la puerta grande para llegar a una más grande, al cumplir su cita con el cielo.