Todos sabemos, que el ciclo del agua no se está renovando con la misma rapidez con la que ha incrementado la demanda de este recurso, debido principalmente a cinco variables: i) el inevitable crecimiento poblacional, ii) la falta de reutilización del agua, iii) la sequía, iv) el acaparamiento industrial y agropecuario; y v) el incremento de la temperatura, los cuales han generado una urgencia ambiental, que nos tiene que obligar a tomar decisiones diferentes y, romper los prototipos de planeación urbana, que tradicionalmente hemos implementado.
Hoy hablaremos de ello, de una apuesta para el desarrollo urbano que no pone en riesgo el ciclo hidrológico, se trata del diseño urbano sensible al agua.
Un enfoque del ciclo urbano del agua que incorpora el suministro; la gestión de aguas pluviales y subterráneas; las aguas residuales y, el diseño urbano, de una forma que contribuye a la protección del medio ambiente y de los servicios ecosistémicos. Esto no es nada nuevo, el diseño urbano sensible al agua, por sus siglas en inglés WSUD [“Water Sensitive Urban Design”], es un término que se desarrolló hace aproximadamente 33 años en Australia, con el objetivo de darle paso a los sistemas de drenaje sostenibles para aguas pluviales; y ser así, una alternativa o un complemento de la gestión tradicional del agua en las grandes ciudades.
Por ejemplo, en Melbourne, la implementación de WSUD ha permitido captar y reutilizar el agua de lluvia para usos no potables, reduciendo la demanda de agua y disminuyendo la cantidad de agua residual que se vierte en los sistemas de alcantarillado. Además, el uso de sistemas de infiltración y, la creación de jardines y parques con fuentes, han mejorado la calidad del aire, además de que han aumentado la biodiversidad en la ciudad.
Singapur es otro buen ejemplo de éxito en la implementación del WSUD. La ciudad-estado, es conocida por su enfoque innovador en la gestión de los recursos hídricos y, su compromiso con la sostenibilidad. La implementación del WSUD en Singapur, ha contribuido a la gestión eficiente del agua, incluyendo la recolección y reutilización del agua de lluvia, la reducción de los vertidos de aguas residuales y, la creación de hábitats naturales para la biodiversidad. Como resultado, la ciudad-estado, ha logrado una gestión sostenible de sus recursos hídricos y, ha establecido un modelo para otras ciudades del mundo.
México, no tiene que empezar de cero ni tampoco descubrir el hilo negro. Es clave, el retomar las experiencias de otros países con resultados exitosos, contextualizar y definir prioridades en cuanto a planeación se refiere, entendiendo que el principio del bienestar social, del desarrollo económico y de la competitividad como país, empieza con la seguridad hídrica. Así que, se tienen que armar desde ayer, es decir urgentemente, planes de desarrollo urbano sensibles al agua, con los que se busque como primer punto: suavizar el impacto de la lluvia en el medio urbano y aprovecharla, reducir la demanda de los sistemas de suministro de agua, reducir las descargas de agua contaminada, recolectar y tratar las aguas pluviales y reducir los caudales urbanos máximo para evitar inundaciones.
Hace aproximadamente un año, arrancamos un ciclo de conferencias tituladas “Sin Agua Nada”, en el cual dibujamos ese panorama y las posibilidades de la ciudad de Querétaro en torno a un manejo sostenible de los recursos hídricos, a través de perspectivas y aproximaciones como el WSUD, partiendo de un panorama general de la situación, con relación al uso y manejo de los recursos hídricos en la zona metropolitana de Querétaro y, posicionando al recurso hídrico como eje rector para la planeación y el desarrollo urbano; esto, ya que no podemos caminar hacia el futuro sin considerar el manejo sostenible del agua.
Así que es muy claro, esa visión sensible al agua, nos dará la posibilidad de asegurar el establecimiento de una sustentabilidad hídrica; y con ello, una mejora en la calidad de vida, así como en las inversiones públicas y proyectos urbanos. Hoy, la sostenibilidad y resiliencia hídrica, no son un eje más, hoy son una necesidad indispensable para el desarrollo social y urbano.