Solo la mitad de las 220 estaciones de esquí en Suiza están abiertas actualmente a falta de nieve en el inusualmente cálido invierno actual, según informa el organismo Suisse Tourisme.
Los cierres afectan sobre todo a las estaciones más pequeñas de los Prealpes o en los Montes Jura que discurren por la frontera noroccidental entre Suiza y Francia, aunque según los profesionales del sector, aglutinados en la institución RMS (Remontes Mecánicos Suizos), la situación podría mejorar a medida que avanza el invierno.
El experto de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (EPFZ) Matthias Huss, en declaraciones al diario Tribune de Genève, advirtió que el turismo podría ser uno de los sectores más perjudicados por el cambio climático en Suiza, por su dependencia de la nieve y los glaciares de montaña.
La desaparición de glaciares que se prevé este siglo por el calentamiento global también podría afectar al suministro energético del país, al disponer en verano de menos agua fundida para alimentar las centrales hidroeléctricas, y pone en peligro los modos de vida de montaña, añadió el experto.
Huss ha colaborado en un estudio internacional, publicado esta semana en la revista “Science”, según el cual al ritmo actual de subida de temperaturas desaparecerán todos los glaciares en Europa a finales de siglo, e incluso logrando los objetivos del Acuerdo de París la pérdida podría ser de más del 60 por ciento.
A nivel global, con el ritmo actual (subida de la temperatura media de 2.7 grados) se perderán un 41 por ciento de los glaciares, pero sólo desaparecerían un 26 por ciento si se consigue el objetivo de no sobrepasar un calentamiento global de 1.5 grados.
Según los escenarios más pesimistas sólo quedarían glaciares en las zonas de alta montaña de Asia, en los dos polos y en zonas de alta latitud como Alaska o Rusia.
Tribune de Genève acompaña estas informaciones con una fotografía actual del pico alpino de Tsanfleuron (centro oeste del país), que aparece libre de nieve y hielo por primera vez en al menos dos milenios.