En su mensaje de año nuevo, Monseñor Fidencio López Plaza, Obispo de Querétaro, llamó a las y los queretanos a la reconciliación social y el perdón como alternativas a la violencia, así como promover la no violencia en lo civil, así como la vida política del estado. En su mensaje, el Obispo Fidencio apuntó que tras haber recorrido el territorio de la Diócesis y conocer de primera mano la realidad pastoral y social, consideró que “Ante las crisis y pandemias de ayer, hoy y siempre “El mejor servicio al hermano es la evangelización: es urgente educarnos para aprender a ser discípulos misioneros de reconciliación y de paz.Consideramos, sobre todo, que esta es la misión que se nos encomienda, como fruto del triunfo de Jesucristo muerto y resucitado. Él, después de recorrer el camino de Galilea a Jerusalén para dar cumplimiento a la misión que el Padre le había encomendado, nos enseña que la pasión sin resurrección es un proyecto frustrado, y nos invita, además, a recorrer el mismo camino que Él ha recorrido, como la única vía que puede conducirnos a la paz y a la vida plena (Cfr. Ef 2, 14-16), (65)”.
Manteniéndose fiel al mensaje que han difundido los Obispos en México, Fidencio López Plaza acotó que el comportamiento violento no es innato. Por el contrario, dijo, se adquiere, se aprende y se desarrolla “Por eso, creemos firmemente que, si queremos responder al mal con la fuerza del bien, tenemos que someternos a un proceso educativo, para aprender a pensar, sentir, hablar, y crear símbolos de paz a la manera de Jesús”.
Fidencio López Plaza. expuso a los Feligreses que no basta solo con tener pensamientos de paz. Es necesario -añadió-, pacificar el mundo de los sentimientos y educar al corazón “La educación para la paz nos pide un lenguaje pacífico y pacificador. Hay que educar la lengua.Educarnos para impulsar gestos y signos de paz. Hay que educar la creatividad”.
Por último, Fidencio López Plaza se dijo firme creyente de que es posible tener un mejor mundo en donde se haga de las espadas arados y de las lanzas podaderas “Primero, porque Jesús ya lo ha iniciado; y, en segundo lugar, porque él es el maestro, que con hechos y palabras nos ha enseñado a ser discípulos misioneros de reconciliación y de paz”. (Primera carta pastoral, el mejor servicio al hermano es la evangelización. n. 66)”.