En esta semana, coincide el inicio de la Conferencia de las Partes sobre el Convenio de Diversidad Biológica en Canadá, pero también, se darán a conocer a los ganadores del Premio Municipal de Biodiversidad 2022.
Desde la creación de la Ley de Biodiversidad del Estado de Querétaro (ya derogada pues fue asimilada en el nuevo Código Ambiental del Estado en el 2022), se establecía la realización del Premio Estatal de Biodiversidad, sin embargo, nunca se realizó, hasta este 2022 en el que el Municipio de Querétaro tomó la iniciativa, a través del Instituto de Ecología y Cambio Climático, de convocar y llevar a cabo esta acción que promueve el reconocimiento y conocimiento, de quienes y de lo qué se esta haciendo para proteger, conservar, restaurar, reponer, naturalizar, estudiar y diversificar, de ahí su trascendencia para la biodiversidad como base de la vida del municipio y en general del planeta.
La COP de diversidad biológica sin duda es el evento mas importante a nivel mundial, pero sin acciones concretas desde los gobiernos locales es letra muerta, es tan sólo declaraciones que quedarán en el vacío. La responsabilidad ambiental tomada por el municipio en materia de biodiversidad (certificación de Fragmentos de Conservación de la Biodiversidad, huertos urbanos, pago de servicios por polinización, naturalización de la ciudad, observancia del cumplimiento de las disposiciones legales contenidas en el Ordenamiento Ecológico Local, el Reglamento Ambiental municipal y en la Norma Técnica Estatal de Manejo de Vegetación, para proteger los ecosistemas naturales y el mantenimiento de los servicios ecosistémicos) son una pieza clave que brinda certeza, factibilidad, y protección de los derechos difusos ambientales de los ciudadanos, frente a las externalidades negativas que produce el desarrollo económico y urbano.
El Premio de Biodiversidad municipal encripta o contiene todo el valor de la biodiversidad en los tiempos actuales, en donde se dibuja claramente un declive mundial de la biodiversidad que pone en riesgo el futuro de los seres vivos.
Las acciones aisladas no trascienden ni hacen la diferencia, por el contrario, son las acciones comprendidas en una estrategia sistémica, permanente e integral, lo que producirá un verdadero cambio, bajo el entendido de que dicha estrategia debe ser inclusiva, equitativa y fáctica, que mitigue las principales externalidades negativas que ponen en riesgo los bienes y servicios ambientales que brinda la biodiversidad.
A nivel nacional, de acuerdo a los estudios recientes, sólo esta conservado un 30% de la superficie, es decir un tercio del territorio, cifra que no es muy elocuente y favorable, aunque la distribución de ese 30% no sea pareja para todas las entidades federativas y municipios, pero como ya lo habíamos dado a conocer, en el municipio de Querétaro, se obtuvo un logro relevante, al aplanar la curva de declive en el 2022 incrementando el Índice de Capital Natural, pues dicho capital natural puede definirse como la reserva de bienes y servicios que suministran los ecosistemas y que son frecuentemente esenciales para el género humano. Cuantificar el valor de los ecosistemas en términos monetarios y no monetarios y/o asignarles valores cualitativos son herramientas importantes para la incorporación de consideraciones ecológicas en la gestión de una ciudad.
Pero el asunto no se queda sólo en una cifra, en tanto que, un incremento implica o lleva consigo la protección y conservación de la maravillosa biodiversidad, que nos aportará mas captura de CO2, remoción de contaminantes, mayor infiltración de agua para los acuíferos, regulación del clima, mas espacios para la fauna nativa, reducción del estrés, mejores paisajes y espacios públicos verdes, mitigación de ruido y otros más.
Desde este punto de vista, el Premio de Biodiversidad municipal es una muestra que ilustra los esfuerzos, acciones, medidas, procesos, estudios y corresponsabilidad de los ciudadanos en el incremento de la biodiversidad y con ello, garantizar el uso sostenible, de manera equitativa, los beneficios de la biodiversidad y con ello, atenuar, reducir, restaurar, reponer o mejorar por un lado los derechos humanos difusos ambientales sobre el uso de bienes comunes como lo son los servicios ecosistémicos y por otro, contener las externalidades negativas, sobre todo aquellas sinérgicas (acción de dos o más causas cuyo efecto es superior) que ante la falta de biodiversidad, se favorece el cambio climático por la emisión de CO2 o la escasez de agua.
La propuesta de la COP de Biodiversidad se basa principalmente en proteger el 30% de los ecosistemas naturales y restaurar al menos el 20% de los territorios alterados. Así es que, por una parte, lo que se busca es conservación y por otra, proceder a la restauración, pero deja una duda, ¿en dónde hay que poner el acento? ¿en las externalidades negativas sinérgicas, las acumulativas o las residuales? Por ello, la importancia de contar con una estrategia sistémica que delinee las acciones y medidas de la principal externalidad negativa y el cómo paliarla desde el gobierno local y en la esfera de la competencia del derecho administrativo y no jurisdiccional, pues ahí es donde se toman las decisiones fundamentales que pueden cambiar la problemática actual.
El Premio de Biodiversidad municipal, nos lleva a entender el epicentro de las acciones de protección, conservación y restauración de la biodiversidad, para mitigar, contener o mejorar las externalidades negativas del crecimiento sobre la biodiversidad y los bienes comunes. En este sentido, el Premio es un ejercicio público-ciudadano para incentivar el quehacer de los distintos actores de la sociedad en pro de la biodiversidad del municipio, y hacer conciencia en el total de la población sobre la pertinencia de mantener los servicios ambientales que nos proveen de beneficios.
En resumidas cuentas, en el Premio de Biodiversidad municipal, no sólo hay 3 ganadores directos por su trabajo realizado, sino aún más importante, la sociedad, la población y los ciudadanos son los verdaderos beneficiarios indirectos, con lo cual se fortalecen los derechos humanos difusos ambientales sobre las externalidades negativas del crecimiento, para hacer ciudades más sostenibles, inclusivas, equitativas, con mejor calidad de vida y sobre todo, de profundizar en la visión de una ciudad del aprendizaje ambiental y más biodiversa.
Felicidades a los ganadores directos e indirectos, y esperaremos que, en el 2023, el Premio de Biodiversidad se consolide como el premio más representativo de la metrópoli queretana con una gran participación de todos los sectores, sean estos académicos, empresariales, ciudadanos, de escuelas, de ONGs, agricultores, consultores y micronegocios, para continuar incrementando la vital biodiversidad, que nos provee de bienes y servicios ambientales.