La neblina que ya demasiadas mañanas de esta época preinvernal ha retrasado las operaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ha llevado a algunas personas que conozco a cambiar sus planes de vuelo. Y les ha ido bien.
La opción lógica para utilizar un aeropuerto con menos problemas —en realidad la única para quien reside en la Ciudad de México— es la de comprar pasajes para despegar desde el AIFA.
No es el Felipe Ángeles un aeropuerto perfecto, pero funciona bastante bien, no se ha saturado, sus instalaciones son realmente agradables y, además, es más barato.
Sé de alguien que esta mañana salió de Bosques de las Lomas rumbo al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Antes de abandonar su casa, tal persona consultó Waze solo para comparar: al AIFA iba a hacer 59 minutos, mientras que al AICM haría 49 minutos. Solo 10 minutos más y sin el riesgo de retrasos por cuestiones climáticas.
He comprobado que, por ejemplo, volar a Monterrey desde el AICM cuesta tres veces más que hacerlo desde el AIFA.
Menciono lo anterior porque en la mañanera de este lunes el presidente AMLO pidió evitar la saturación del aeropuerto de la Ciudad de México con una fórmula muy sencilla: más operaciones en el AIFA.
Lamento que por ideología ni la gente ni las empresas aéreas estén tomando decisiones racionales.
¿Está realmente mucho más lejos el AIFA que el AICM? Depende de la colonia de la CDMX y su área metropolitana en la que resida quien va a volar. En el peor de los casos, la diferencia no llega a los 20 minutos. Y hay lugares —como Santa Fe e Interlomas y muchos otros— desde los que se llega más rápido al AIFA que al otro aeropuerto.
Y está el factor del precio del boleto: reitero que familiares y amigos han pagado hasta tres veces menos por volar desde el AIFA de lo que hubieran pagado desde el AICM.
El próximo sábado viajaré desde otra ciudad a la capital mexicana. Pregunté y encontré un vuelo que aterriza temprano en el AIFA, lo utilizaré. No correré el riesgo de no llegar a un compromiso importante por la terca neblina del AICM.