Igualito que en la canción de Chava Flores que dice: “Si yo te bajará el sol, quemadota que te dabas, habas. Si te bajara la luna como diablos la cargabas, habas…mejor no, no te bajo el sol, ni la luna ni la estrella pa’que no te pase nada…no seas tan interesada, habas, habas! Así nos la tararean a los queretanos sus gobernantes quienes por una parte dicen que no subirán impuestos y por otra que mejor no, para que no nos pase nada, habas, habas…
Sucede que para el ejercicio fiscal 2023, entrarán en vigor en nuestra entidad tres impuestos “verdes”, llamados así, porque uno tiene que ver con las emisiones de Dióxido de Carbono a la atmósfera, otro por depósito o almacenamiento de residuos y otro más con la “remediación” ambiental por extracción de materiales; impuestos que recaerán al final de cuentas en el ciudadano común, como ya lo anticipó el Presidente del Consejo Estatal de Profesionales Inmobiliarios de Querétaro quien apuntó que estos impuestos verdes o ambientales impactarán en la industria de la construcción y por supuesto en el costo de la vivienda, es decir, en el cliente.
Mientras el titular de Sedesu insiste en que el origen de estos gravámenes no es recaudatorio, sino de reducir el impacto de las emisiones, o sea, como siempre, es figurativo, subjetivo, es cuestión de percepción, lo cierto es que quienes generan la contaminación como son las extractoras y transformadoras de materiales, cuya contaminación flota durante horas sobre las zonas habitadas, las carcachas en que los trasladan y avientan indiscriminadamente humos pestilentes y los que llevan los materiales al punto final como revolvedoras y otras maquinarias pesadas, que evidentemente obsoletas generan contaminación, seguirán haciéndolo, dañando la salud de todos y el impuesto cobrado se lo cargarán al usuario y el gobierno que lo recobró para su bolsa, no moverá un dedo para obligarlos a corregirlo. No se necesita ser vidente para augurar que la contaminación derivada de ésta y otras industrias seguirá incluso aumentando y que éste tipo de impuestos acabará afectando a todos, porque ya se sabe que nadie quiere cargar con el gasto, así que al final de la cadena de incremento de costos, está el asalariado o el que trabaja por su cuenta que no tienen a dónde más voltear. Igual y peor seguirá el depósito o almacenamiento de residuos, asunto del que bien saben y recienten los pobladores de la periferia y comunidades que padecen el tiradero de escombros y desperdicios en sus terrenos aledaños y a veces hasta en sus precarias calles.
Eso de que no subirán los impuestos y no habrá nuevos, mejor no, puras habas….Al tiempo.