La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) elevó este martes el pronóstico de crecimiento de la economía mexicana en 2022 hasta el 2.5 por ciento, cuatro décimas más que su anterior previsión del mes de septiembre.
En un nuevo informe publicado este martes, la OCDE también incrementa su pronóstico de crecimiento para 2023, que cifra en 1.6% (una décima más), en tanto que para 2024 aventura que la economía mexicana crecerá un 2.1%.
La organización multilateral advierte de que el consumo se verá respaldado por la mejora gradual del mercado laboral, pero atenuado por la alta inflación.
En tanto, estimó que las exportaciones se beneficiarán de una alta integración en las cadenas globales de valor, aunque “su dinamismo se verá mitigado por la desaceleración en Estados Unidos”, particularmente en los sectores de la electrónica y la automoción.
En este sentido, la OCDE detalló que aun con el sólido crecimiento de los tres primeros trimestres del 2022, los indicadores de alta frecuencia muestran una disminución de la actividad en algunos sectores.
“La producción de minería y construcción se contrajo recientemente, aunque la producción de automóviles sigue resistiendo, gracias a la relajación de las restricciones de suministro”, se lee en este informe.
Además, consideró que la demanda externa se mantiene, aunque proyectó que disminuya a medida que se debilite el crecimiento de los Estados Unidos, como se prevé para 2023.
Sin embargo, señaló que las presiones inflacionarias siguen siendo altas y generalizadas. “La inflación general y subyacente anual se ubicó en 8.4% en octubre. Las expectativas de inflación a mediano plazo han aumentado”, advirtió.
Plan antiinflacionario en combustibles reduce inflación
La OCDE también reconoció que el plan antiinflacionario en México ha ayudado a paliar el alto costo de los energéticos, así como de la inflación, con reducciones de entre 2 y 4 puntos porcentuales.
En este sentido, también estimó que el costo presupuestario asociado a este mecanismo de estabilización del precio minorista del combustible sea del 1.4% del PIB mexicano en 2022.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el Gobierno mexicano ha dejado de recaudar hasta un 82% impuestos por combustibles que se distribuyen en México por este programa de subsidios, que hasta septiembre pasado sumó 307 mil 791 millones de pesos en estímulos fiscales.
Productividad, prioridad clave
A su vez, la OCDE recomendó a México reducir el costo regulatorio que implica formalizar un negocio, así como ampliar las bases impositivas para responder a las crecientes necesidades de gasto en educación, salud e infraestructura.
Además, señaló que esto ayudaría “a salvaguardar el compromiso con la sostenibilidad de la deuda y a impulsar la productividad y el crecimiento”.