No cabe duda de que estos últimos siete días han sido contundentes para el Canciller, con ello apuntala su eficaz gestión en el encargo e inevitablemente avanza en su carrera por la silla presidencial.
Mientras otros aspirantes se desgastan en rencillas y chicanadas, Marcelo Ebrard se maneja con gran desenvolvimiento entre asuntos mundiales y jefes de estado.
Comenzó este periodo de aciertos con la importante gira a Egipto acompañando al enviado especial de Estados Unidos para asuntos climáticos, John Kerry a la COP27.
Refrendó ahí el compromiso de nuestro país por el impulso y una transición hacía una economía verde. No es un asunto menor, tomando en cuenta los yerros constantes de la despistada Secretaría de Energía, la CRE y la propia polémica CFE que se empeñan en mandar mensajes en contradirección a las llamadas energías limpias, dejando por momentos con la idea de que nuestro país va en sentido contrario al Mundo apostando por la generación contaminante de energía. Bien por el canciller que les enmienda la plana y ayuda a su jefe, el presidente, a recuperar prestigio internacional. Este tipo de acciones va más allá de una foto o una gira, esto compromete al México a realizar acciones puntuales dentro de una agenda binacional.
De ahí a Indonesia a participar en el G20 con la representación nacional. Se le pudo ver desenvuelto y con gran nivel de interlocución, muestra de ello el placeo casual en Bali, hombro a hombro con Emmanuel Macron y Alberto Fernández, presidentes de Francia y Argentina. Sentado en la mesa de los acuerdos, con la representación nacional, les comunicó a los principales líderes mundiales el compromiso de México en disminuir la emisión de emisiones para fortalecer la seguridad energética en el mundo.
Expresó también los deseos mexicanos para la mediación a corto plazo que sirva para el cese del conflicto Rusia – Ucrania que tantos impactos alimentarios ha dejado en el planeta entero.
Continuó el periplo con visitas de trabajo oficial en Qatar y Turquía para aumentar los intercambios turísticos y comerciales. Como potencias emergentes, aseguró que hay mucho por hacer, de manera conjunta en temas como la industria aeronáutica, naval,
automotriz y médica. Acordaron propiciar inversiones, innovación y desarrollo conjunto.
Semana redonda para el Canciller Ebrard, queda claro que el mejor discurso es la acción y la credencial más poderosa es el trabajo cumplido en la encomienda.