El paro de actividades en la Universidad Autónoma de Querétaro derivó en una serie de factores, que van más allá de un alto a la actividad estudiantil, por una natural y legítima petición de ir en contra de la violencia de género; sirvió además para ejercer un ejercicio periodístico que buscó dar cabida, no sólo a las dos principales voces de la historia.
Además de sus protagonistas, estos 28 días de paro sirvieron para entender otros aspectos y mostrar distintos rostros, con personajes, quizá secundarios informativamente hablando, pero que resultaron piezas clave en todo este amplio rompecabezas que conforma a la Universidad, un verdadero universo.
Al charlar con Marco Antonio Lara, conductor de Presencia Universitaria, reflexionamos sobre la importancia de la veracidad y encontrar espacios de certezas para informar sobre lo acontecido en el paro más largo en la historia de la UAQ, de las dificultades para entender, de entrada, un interlocutor que en un principio no quería dar la cara, pero que entendió, en una búsqueda de mayor credibilidad y responsabilidad, la necesidad de mostrar su faceta estudiantil.
La cobertura del paro dejó varias enseñanzas, profesionales, en la manera de cubrir el hecho, de presentar la mayor cantidad de voces al interior del conflicto, a pesar de las dificultades, para entender la legítima demanda, sus afectaciones, las posibles soluciones; y el aprendizaje que dejó el estallamiento de un conflicto que terminará por tocar otras áreas más allá de la Universidad Autónoma de Querétaro.
Dialogamos sobre la coyuntura informativa, la cual debe estar respaldada siempre en los hechos, en testimonios válidos o en pruebas, más allá de la necesidad inmediata por difundir la información, debe corroborarse lo que se difunde.
Se pudo platicar sobre la verdad, que sin ser absoluta, estuvo marcada por rumores que tenían que irse develando conforme avanzaba un conflicto, el cual estuvo cerca de desviarse lo que alargó la resolución de un tema que retomó la causa original, prevenir, denunciar y sancionar la violencia de género al interior y al exterior de la Universidad.
La visión de informar los impactos más allá del tema estudiantil; hablar de los investigadores, de los estudiantes foráneos, de los alumnos de postgrado y de trabajadores o negocios que dependen de la vida universitaria, muchas historias que van más allá del nudo principal del problema, el cual al irse desatando se fueron mostrando efectos y afectaciones más allá del paro en la UAQ..
La intención de informar siempre debe prevalecer con la presentación de la mayor cantidad de testimonios, hechos y datos para que el consumidor de la información tenga una versión más amplia del evento y pueda tener un escenario más completo.
Lo importante es que el estallido de un problema evidente, que trastoca todos los espacios de la sociedad, como lo es la violencia de género, dejará como epílogo un antes y un después marcando un momento clave en el cual desde la UAQ podrá debatirse y afrontarse en las universidades privadas, en las oficinas de gobierno, en la colonia, en las casas, ya que es en el primer núcleo, en el más íntimo en donde se gestan los albores de los hechos violentos que terminan por dañar todos los espacios del devenir social.
Finalmente agradezco la oportunidad de hablar en Presencia Universitaria, en una idea que pasó de ser una mesa de análisis de medios a un diálogo con Marco Antonio Lara, colega y conductor del espacio noticioso, pero que fue una oportunidad de reflejar lo mejor que tiene este oficio o profesión, como ustedes gusten calificar, pero que llamamos y nos llama, el periodismo.