Ahora desapareció el felino que acompañaba la estatua del escritor Francisco Cervantes Vidal, a las puertas del Museo de la Ciudad. De acuerdo con uno de los vigilantes “está guardado”. Sin embargo no lo pudo mostrar. Lo cierto es que continúa el vandalismo en contra de nuestras esculturas y en muchos casos de trata de robos por parte de la banda de los llamados “metaleros”. Ya no hay respeto.