Todavía no iniciaba la sesión de la Permanente, cuando Emilio Álvarez Icaza subió a sus redes un video respondiendo a la mención que hizo de él, en la mañanera, Andrés Manuel López Obrador.
Mensaje –el del senador del Grupo Plural-, crudo, admonitorio. Preludio del debate que provocó en el Senado sobre el Acuerdo que anunció el presidente para que la Guardia Nacional dependa por completo de la Sedena.
“Aquel como opositor que se opuso a la militarización, hoy le da la razón a Felipe Calderón. Hoy, con un gusto espectacular por estrellitas y botas, apuesta a la militarización del país. ¡Es una vergüenza!, no sólo peligrosa, sino que devora su propia historia”, sostuvo.
Si tales palabras –aunadas a la advertencia de que no permitirían un fraude a la Constitución y que lucharán con todos los medios pacíficos legales y sociales para oponernos a la militarización de México- irritaron a los de Morena y aliados, peor sucedió cuando Álvarez Icaza subió a la tribuna con una cartulina en la que aparecía, a manera de caricatura, la figura enorme del general secretario Luis Cresencio Sandoval detrás de la imagen pequeñita de López Obrador.
Gritería en el pleno, podrán imaginar: “¡Está cubriendo el escudo nacional!”, protestaban los del partido en el poder. “¡No la voy a quitar!”, respondía Icaza. “¡Hipócrita!”, le gritaba Gerardo Fernández Noroña. “Mira quien habla”, se mofaba el ex secretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, recordando que cuando ellos eran oposición, eso y más hacían en tribuna.
En fin, decisión salomónica: la cartulina dejó de cubrir el escudo y fue sostenida por una legisladora que permaneció de pie a un lado del atril mientras Icaza hacía uso del micrófono (aunque el Canal del Congreso no tardó en cambiar los ángulos de sus tomas para evitar que se viera el cartel).
De cualquier modo, el senador siguió con lo suyo. Advirtió de la “conformación, por la puerta de atrás, de un pacto cívico-militar”. Pidió por enésima ocasión una discusión sobre el modelo de seguridad y propuso hacer “un pacto de Estado” en materia de seguridad.
Del lado del partido en el poder no había mucho qué defender. Se fueron por la idea de que el tal “acuerdo” o “decreto” era inexistente: “¡No existe!, no hay tal!”, no tenemos por qué debatir algo que no existe, argüían; “están adivinándole el pensamiento al presidente”.
El priista Jorge Carlos Ramírez Marín preguntaría entonces a la diputada Aleida Alavez: ¿Sugiere usted entonces que hagamos caso omiso de lo que dice el presidente en la mañanera?
La morenista respondió con un “tiene su derecho a seguir debatiendo lo que no existe”.
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GEMAS: Obsequio del diputado Gerardo Fernández Noroña (PT/Morena) sobre los magistrados del Tribunal Electoral: “Son una pandilla de corruptos que venden sus resoluciones”.
POR MARTHA ANAYA
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