No se equivocaba el Gobernador, Mauricio Kuri, en su discurso cuando lanzó uno de los programas más ambiciosos para reforzar los valores: «convoco a toda la sociedad queretana a que nos revelemos contra la peor de las dictaduras,la de la conformidad. No nos vamos a resignar a ser una escena más de la violencia mexicana. Los exhorto, veamos la realidad y por favor, enfrenémosla juntos. Hemos sido una sociedad de respeto y lo vamos a seguir siendo.»
Aunque aún con poca información disponible, es clara la contundencia que se pretende con estas líneas de trabajo que tendrán eco en prácticamente todos los rincones del estado, según lo expuesto por autoridades. Se trata, en resumen, de un programa que abarcará el fortalecimiento de valores y el reforzamiento de vínculos entre la ciudadanía.
Se visualiza que se entregarán paquetes de políticas públicas en todos los rincones de la entidad para reparar comunidades rotas, restituir el sentido de pertenencia, generar lazos de solidaridad y empatía. Es un afán que merece reconocimiento sin duda, y que desde estos párrafos se celebra.
¿Valdría la pena aprovechar estos dignos esfuerzos para apuntalar un elemento básico y prioritario como la cultura ambiental? Considero que sí y es un momento justo e ideal para que se convierta en un espacio para dialogar con las comunidades y colonias sobre la necesidad de fortalecer lazos y valores, pero también para complementar esa tarea con un enfoque en el que se pondere la suma importancia que tiene para nuestra vida el cuidado de nuestro entorno. ¿No sería estupendo que, entre padres, madres e hijos tengan la tarea de cuidar un árbol, no sería magistral sembrar el interés por darle el justo valor al agua y asignar tareas de separación de residuos a los más pequeños de la casa para que se vaya fomentando en ellos una fuerte y arraigada educación ambiental?
Una convivencia familiar que pueda girar, también, alrededor de pequeñas tareas que refuercen nuestros lazos, nos hagan sentir responsables y que, al mismo tiempo, aprendamos sobre el cuidado del agua, sobre respeto de la flora, o al menos, cobrar conciencia sobre aquellas acciones que en apariencia son diminutas pero que de manera colectiva tienen un alto impacto para el bienestar de todos, inclusive hasta de nuestra salud.
Reforestemos valores. El gobierno estatal, los municipales y miembros de la sociedad civil organizada tendrán incidencia de manera conjunta. ¿Podría hacerse con un enfoque verde? Creo que podría valer la pena y tendríamos un círculo completo de acción.
Las esferas que componemos a la sociedad en general no podremos dar un salto y ver un escenario distinto si no lo construimos todos, sin distingo. Lo que más necesita este gran estado , México y por su puesto nuestro querido planeta son más valores y nuevas conciencias pero para eso se requiere la participación de todos, y aquí podemos hacerlo somos Querétaro; Tierra de Valores.