“Nuestra literatura comenzaba en el siglo XII. Pero ahora tiene un inicio encantadoramente lírico: (con) unas sencillísimas canciones de mujer enamorada escritas en dialecto mozárabe que suponen la lírica en lengua romántica más antigua” Cancionero y Romancero español. Dámaso Alonso.
El transcurrir del tercer milenio se va entre canciones, poemas, la publicación de Cancioneros, artículos periodísticos, charlas/ conferencias, talleres de composición; es mi recorrer de la vida. Iniciaba el siglo XXI, el Estado de Veracruz celebraba el siglo de la “veracruzanidad” de Agustín Lara; entre las actividades para el centenario, me invitaron a realizar un Cancionero, una colección de sus canciones y poemas, con imágenes de las diferentes etapas “Laristicas”; acompañado con un disco compacto, con 20 de sus temas, en la voz de destacados intérpretes ,la obra lleva por título: “Cien años, cien canciones”, publicada con Editorial Océano, en su portada de pasta dura, tiene una imagen del músico/poeta .Con el mismo formato continúe con: “Las cien rancheras de Cuco Sánchez”, “Las canciones con sabor a mí, Álvaro Carrillo”: “Cien corridos, alma de la canción mexicana” publicados con la misma editorial. En Sonora, cada enero, se efectúa El Festival Alfonso Ortiz Tirado- FAOT-, teniendo como sede principal, el Pueblo Mágico de Álamos, lugar de nacimiento del cantor-galeno, que tantas páginas sonoras dejó; con el patrocinio del Gobierno del Estado, edité con una empresa local “Por el orgullo de ser Sonorense, Alfonso Ortiz Tirado”, cancionero con las principales obras músico- literarias que Ortiz Tirado llevó al corazón del público, el Cancionero se presentó en El Salón Gobernadores del Palacio de Gobierno, en Hermosillo Sonora. Los recuerdos llegaron mientras me dedicaba a la elaboración de “Cien canciones queretanas, Cancionero” de próxima publicación en mi ciudad natal: Santiago de Querétaro.
El tiempo dedicado a la selección de temas y la elaboración del prólogo que tienen cada volumen, fue el vehículo que me permitió navegar en uno de los instrumentos literarios-musicales de importancia en la literatura española y en la memoria canora: los Cancioneros, antologías, con notable historia que cumplen su destino de recopilar, el canto popular. Uno de los Cancioneros más antiguo en nuestro idioma, es considerado el “Cancionero de Baena”, de Juan Alfonso de Baena, en 1445, antología de 576 textos poéticos de 54 poetas y algunos anónimos, que pertenecen a la lírica de los siglos XIV y XV; en Nápoles, a la muerte de Alfonso V, apareció en 1458, la colección de serranillas y romances, “Cancionero de Stúñiga”. En el final del siglo XV o inicios de la siguiente centuria, surgieron los de: “Gallardo”; “Martínez Burgos”; “Herberay”; desde luego sobresale el “Cancionero General” de Hernando del Castillo de 1511, época de los Reyes Católicos; la obra tuvo una 2ª parte, impresa por Esteban Nájera, en 1554. La mata siguió dando, nacieron: “Cancionero de Uppsala”; “Cancionero poético musical del siglo XVII” por sólo nombrar algunos, que corroboran lo que señaló Dámaso Alonso y Fernández de las Redondas- Madrid, 22-X-1898, Madrid, 25 I-1990-, en un texto publicado en 1950, en el periódico hispano ABC: “Hasta hace poco, la literatura española comenzaba con una obra épica, el Poema del Cid, que el maestro Menéndez Pidal fecha alrededor del año 1140. La investigación moderna ha lanzado un rayo de luz sobre la noche, y ahora penetramos con nuestro conocimiento cien años más atrás, la literatura española se ha hecho de repente un siglo más vieja. Y ya no empieza épica, ahora comienza encantadoramente lírica, con unas sencillísimas canciones de mujer enamorada. La literatura nace así, en un ambiente virginal, de blanca y apasionada belleza. Estas canciones presentan en sus temas y en léxico grandes coincidencias con el Cancionero gallego-portugués que con el castellano: han de ponerse al frente de toda a tradición lírica peninsular como su cabeza común y primer eslabón conocido.” Los argumentos del autor, filólogo, poeta, ensayista, docente, Director de la Real Academia Española, 1968-1982, crítico literario, Premio Cervantes 1978, permiten entender y valorar la importancia en la literatura y en la música de los Cancioneros.
En México también se llaman Cancioneros- Yo soy un humilde cancionero, / y cantarte quiero/ una historia humana… “Cancionero”, Álvaro Carrillo- a los que interpretan canciones populares, sin embargo, cuando se habla de las colecciones de canciones, es común encontrar referencias en la etapa moderna al “Cancionero Picot”, cuadernillo donde los personajes Chema y Juana, transcurren su existencia entre anuncios comerciales, canciones de éxito, y otros accesorios; de forma paralela se publicaron cancioneros- algunos con mayor cuidado-, son de destacar los del Corrido de Vicente T. Mendoza, el de Andrés Henestrosa; el Cancionero Popular, editado por Culturas Populares de Mario Kuri Aldana/ Vicente Mendoza, tal y tal, antologías que recuperan y conservan emociones, sentimientos, sueños, victorias y derrotas, historias trágicas e imaginarias, amores y desamores de un pueblo que se expresa masiva, social e íntimamente: cantando.
A finales de los setentas del siglo pasado tuve la oportunidad de entablar charlas con Rodolfo Halffter, compositor y músico republicano español que vivió en nuestro país -donde falleció como mexicano-, lejos de la dictadura Franquista; la importancia de Rodolfo en la Música Contemporánea Mexicana es de relevancia, su labor de creador, mentor, impulsor, editor, de esta manifestación sonora nacional, le otorga un lugar principal en su desarrollo. Los diálogos con Halffter nos llevaron al tema de la Canción de la Republica española, que se cantó en las manifestaciones, las huelgas, las trincheras, las prisiones; obras artísticas producto de poetas y compositores que con el oficio bien puesto se colocaron al lado del pueblo; de lo que necesitan cantar para seguir viviendo. Una tarde de otoño, con la voz bien puesta señaló: “Mario Arturo, elaboré -y me siento orgulloso- un Cancionero con cantos republicanos, la intención fue que no se perdieran; que, contando con el elemento coadyuvante de la tradición oral, conservaran su vigencia como testimonio histórico, como expresión artística natural de una mayoría que fue derrotada salvajemente por el fascismo; entonces los Cantos Populares Republicanos de esperanza, combatividad, crónicas de víctimas y victimarios; poemas, consignas, tonadillas, trozos existenciales que se pueden cantar, debían ser compilados para mostrar su pluralidad y creatividad”; con en el último sorbo de café, pude contemplar en su rostro una sonrisa de satisfacción por haber compartido su experiencia como hacedor de Cancioneros.
Entonces el trabajo desarrollado en la próxima publicación, fue una experiencia revitalizante, al verme inmerso en la historia y expresión musical de mis coterráneos que, junto a creativos de diferentes lugares, con canciones han contado sus vivencias, su imaginación, su visión del mundo, sus creencias religiosas, su amor a Querétaro. El volumen es una muestra de un ejercicio artístico que merecía una antología, como señal de arranque para profundizar en la investigación, conservación, difusión, creación, de la Canción Queretana. La participación del músico, compositor, docente, Miguel Muñoz en la realización de las producciones musicales y en la coordinación de la obra es de destacarse, agradezco su empeño y profesionalismo, sobre todo su amistad. La edición de esta Fiesta musical, es del Patronato de las Fiestas de Querétaro y los engranes que le dan movimiento son autores, compositores, intérpretes, ejecutantes. Canciones. Desde luego de usted, que encontrará en sus páginas las que se habían olvidado, las que no conocía, las que hacen que el corazón lata más de prisa, las que cantan lo que los otros no cuentan; las que no se deben olvidar por ser patrimonio de cultura popular. Entonces siguiendo la vieja ruta del “Cancionero de Bahena”; del “Cancionero General” y de tantas… colecciones de poemas, canciones, trozos de vida y de sueños: “Cien canciones queretanas; Cancionero” está presente.