Podríamos estar viviendo el siglo de las pandemias, sentencia desde su despacho la Secretaria de Salud en el Estado, Doctora Martina Pérez Rendón al abrir un espacio en su apretada agenda para las y los lectores de Plaza de Armas. En la entrevista, habló de todo. Sobre los estragos que aún cargan los trabajadores del sector salud que estuvieron al frente de los peores meses en la pandemia, el surgimiento de nuevas enfermedades; la llegada de médicos cubanos a territorio nacional, la fuerza que ha tomado en los últimos días el virus y hasta su fobia hacia los trabajadores irresponsables; Aquellos que “ponen su tabique que les toca” y se sientan. Ve la responsabilidad asignada por el gobernador Mauricio Kuri como el pináculo de su carrera y confiesa que -cuando haya más tiempo que trabajo- le gustaría viajar.
Aquí la entrevista con la Doctora Martina Pérez Rendón.
PDA: ¿Cómo es que se decide a estudiar medicina habiendo otras ciencias exactas?¿ Tuvo influencia de algún familiar?
MPR: No, fíjate que no tengo familiares previos a tu servidora. Ahora mi hermana es médico. Entonces no había familiares con antecedentes en la medicina. En mi caso fue en la Secundaria Técnica 1 donde me nació el gusto por la medicina. Fue fundamental un maestro que nos daba biología. No era médico pero era un gran maestro, Antonio Rivera. Le daba un toque muy especial a su forma de enseñar y despertó en mí esa inquietud de estudiar medicina. El problema es que en aquel entonces, no había carrera de medicina en Querétaro. Dada la dinámica familiar, veía complicado que yo pudiera salir a otro estado a estudiar. Gracias al doctor Calderón y el Doctor Rabell que tuvieron esta visión de iniciar la carrera en el Estado, una vez que terminé la preparatoria, ya estaba la carrera en la UAQ…
PDA: Hoy la facultad de medicina es una de las mejores a nivel nacional…
MPR: Sí, tengo entendido que tiene ya varios años en el top 10. Ha estado disputando los primeros lugares durante mucho tiempo pero siempre en los primeros diez lugares de nivel académico.
PDA: De aquella estudiante que se desvelaba estudiando, la aspirante con las noches de guardia en su residencia ¿Alguna vez se imaginó que enfrentaría una pandemia como la que vivimos?, y sobre todo estar en la línea de batalla liderando un equipo…
MPR: ¡No! Fíjate que no. En aquella etapa de estudiante, la vida y las oportunidades me fueron llevando al campo de la salud pública. No es como que salgas de la escuela y digas ¡Quiero ser salubrista!. Generalmente se inclinan más a la cirugía, a ser subespecialista. Es la aspiración que se tiene al hacer la carrera. Pero creo que nuestras historias de vida nos van llevando a donde tenemos que estar y precisamente, me llevó al campo de salud pública. Ahí supe que era un terreno muy amplio. Que podía tener la oportunidad de vivir grandes contingencias, pero ¡Nunca de la magnitud que estamos viviendo con el Covid-19!, ni con los antecedentes de la Influenza en el 2009. Aunque para ese momento ya habíamos tenido una perspectiva de lo que podía suceder, no se pensaba en el H1 N1. Era otro mucho más agresivo y se proyectaba un escenario agresivo. Lo superamos, no fue tan catastrófico y nunca pensamos que fuera a llegar un virus nuevo como el Covid-19 y que fuera a poner en jaque a todo el mundo…
EL SUFRIMIENTO DE LAS Y LOS HÉROES
PDA: En retrospectiva Doctora. ¿Qué piensa de todo lo que han vivido los médicos, personal de enfermería, camilleros, conserjes?. Los que han estado en este proceso. Hubo quienes murieron en la línea contra el Covid-19. Y aquellos que lograron sobrevivir, también tuvieron pérdidas. Murieron familiares ¿Ha sido difícil sobrellevar los remanentes de la pandemia?…
MPR: Sí. Ha sido muy duro para el gremio de la salud en general. No solo hablamos de médicos y enfermeras. Son camilleros, personal de laboratorios y quienes hacen la limpieza. Somos seres humanos y tuvimos que pasar por una etapa de adaptación. De superar el miedo. Es de reconocer a quienes tuvieron el valor de permanecer en la trinchera atendiendo a los pacientes. Ha habido la necesidad de dar apoyo psicológico. En alguno de los hospitales y a iniciativa del propio personal del equipo de psicología que había ahí. En el Centro de Salud Mental se conformó una serie de charlas y acompañamiento para ir venciendo el miedo, acompañándolos en la adaptación. Desde el uso estricto del equipo de seguridad. Un equipo que no era nada cómodo y había que traerlo todo el tiempo. Pacientes intubados con una dinámica con sus familiares distinta. El bajar y dar informes a la familia que no tenía contacto con su paciente y el único enlace era esta persona que les daba informes.
Fue un cambio total hasta con la familia. Hubo quienes tomaron la decisión de no volver a casa. Otros se bañaban antes de tener contacto con la familia. Hubo hechos de discriminación y agresión que sufrieron en transporte público y afuera de sus casas. Fue un cambio en el día a día y hay que reconocer el valor de los que se quedaron. La labor de enfermería fue fundamental. Ellos estaban pegados al paciente para darles el mejor acompañamiento y todos jugaron y siguen jugando un papel fundamental. Hasta el momento tenemos pocos pacientes hospitalizados, pero se les atiende con la misma calidad y calidez a los pacientes y sus familiares.
EL SIGLO DE LAS PANDEMIAS
PDA: Dicen que tendremos que acostumbrarnos a vivir en la pandemia. Que el Covid-19 solo es el principio y que cada vez serán mas frecuentes este tipo de brotes y pandemias ¿Así lo ven ustedes Doctora?
MPR:Pues mira. Se ha mencionado eso. Que este es el siglo de las pandemias. Lo cierto es que hay comportamientos como el cambio climático, escasez de agua y otros factores que parecieran no tener relación, ocasionan que agentes que pudieran no ser patógenos, ahora adquieran esa capacidad. Virus nuevos como este. Ahorita la viruela símica que en un periodo tan corto, se ha diseminado fuera de las zonas endémicas, seguramente eso estará sucediendo. Como sociedad, lo que podemos hacer es contribuir a mejorar las condiciones que favorecen el cambio climático. Poner todo de nuestra parte para que eso no siga sucediendo y por otro lado, estar muy atentos a las recomendaciones emitidas por organismos internacionales, nacionales y las dependencias estatales sobre los cuidados que debemos extremar.
PDA: ¿Qué opinión le merece la importación de médicos cubanos que estarán trabajando en comunidades del país?. Muchos médicos han externado su inconformidad por no tomarles en cuenta…
MPR: Tuvimos oportunidad en algún momento de estar en Cuba y conocer un poco de su sistema de salud. Sabemos que son profesionales bien calificados. Lamentablemente, esto que la Federación ha mencionado es verdad. Nosotros lo vivimos como estado. De los 144 médicos que solicitamos, respondieron poco más de 70. Ya cuando tenían que presentar, eran menos de 30. Al final llegaron 19 médicos. Sí hay oferta de trabajo. Hubo oportunidad de contratación y no tuvimos la respuesta esperada. Algo que vivimos los estados y hablando concretamente de Querétaro, en el Hospital General de Jalpan, hemos ofrecido la base para médicos especialistas y no hay quien se quiera ir. Si hay opción de tener especialistas, aún siendo extranjeros, que vayan a estos espacios donde se requiere, pues creo que hay que ver como funcionan.
PDA: ¿A qué le atribuye que no se quieran ir a trabajar a la sierra, a las comunidades?
MPR: Yo creo que la mayoría tienen sus consultorios. Sobre todo en la parte privada. Están consolidados en las ciudades y no se dan la oportunidad. Las necesidades están en todos lados. Tenemos algunos especialistas allá pero la verdad es que no son suficientes para cubrir todos los turnos. Tal vez su aspiración en otros procesos de formación, el tener espacios más amplios de operar. Por eso no quieren irse a estos hospitales. No podríamos catalogar estos espacios de rurales. Ya tienen todos los servicios y sin embargo, no se dan la oportunidad de vivir esa experiencia y de resolver las necesidades de esa gente a la que le evitamos trasladarse hasta la capital.
PDA: Estamos inmersos en esta quinta ola y de pronto parece que nos relajamos un poco. Las muertes comenzaron a bajar y las hospitalizaciones igual. El grueso de la población se vacunó y sin embargo, ayer veíamos que se registraron más de 7 mil 600 contagios y 14 muertes. Nos trajo un recuerdo del punto más crudo de la pandemia. Como queretanos ¿Qué dejamos de hacer para que se diera este brinco tan violento?.
MPR: La explicación del porque este número tan elevado de muertes y contagios, está en los sistemas de comunicación. El sistema oficial a nivel nacional, es el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Enfermedades Respiratorias y la Red IRAG. Este sistema lo maneja la Secretaría de Salud a nivel Federal. Como cabeza de sector, son los responsables de concentrar la información. Pero el Seguro Social maneja un sistema diferente que no se comunica en tiempo real, sino hasta que migran las bases de datos. Fue lo que sucedió el miércoles. Si observan la curva, va en descenso. Si viéramos este comportamiento de 6 o 7 mil casos diariamente, podríamos hablar de un pico de contagios. Nuestra curva sigue en tendencia descendente de la quinta ola. Pero creo que algo importante es que no debemos confiarnos. Esta quinta ola obedece a que relajamos las medidas no farmacológicas. No hay casos de repunte en muertes gracias a la protección de la vacuna. Pero sí relajamos las medidas. Debemos ver el cubre boca como parte de nuestro equipo diario. Igual que el gel, pañuelos desechables. Si vamos a un sitio de concentración masiva, hay que usarlo; Si tengo dudas de estar enfermo y voy a convivir con adultos mayores, utilizo mi cubre boca.
EL DURO APRENDIZAJE
PDA: Con una extensa trayectoria, la Doctora Martina Pérez Rendón ha estado en prácticamente todas las trincheras de la salud pública ¿Qué es lo que se queda para el futuro del duro aprendizaje que dejó la pandemia?. Todos los sistemas de salud en el mundo se vieron rebasados.
MPR: Creo que algo que vino a enseñarnos la pandemia y que todos aprendimos la lección, es que el sector salud no puede solo para afrontar un problema de este tipo. Bien comentabas, la atención médica fue fundamental, pero esto afectó en todos los ámbitos. Es innegable la repercusión en el sector educativo, transporte. Todo fue impactado y el trabajar de la mano de todos los sectores, que como salubristas aspiramos a que la salud esté presente en todos los sectores. Creo que es algo que nos enseñó la pandemia. Unificó a todo el sector salud. Trabajamos de la mano el Seguro Social, ISSSTE, la propia Secretaría de Salud y el sector privado. Estuvimos muy de la mano en todo momento y creo que son las dos grandes lecciones que podemos rescatar de todo este evento tan desafortunado..
PDA: Para ser médico se requiere de una gran vocación. Hay quienes dicen que están hechos de otra madera. Los vemos como héroes y sin embargo son seres humanos con filias, fobias y miedos. En el caso de la Doctora Martina Pérez ¿Qué detesta más de las personas? ¿Qué aborrece de la gente con la que ha trabajado a lo largo de los años?
MPR: La falta de responsabilidad. Es algo que no tolero. Ya tengo algunos añitos en esto. A los de mi generación nos formaron con un alto sentido de responsabilidad. Creo que eso se ha perdido y aquellos que solo cumplen a medias con lo que les toca, que no van mas allá. Aún cuando está dentro de sus responsabilidades, eso no me agrada de la gente. Además, creo que no pido nada que no haga yo. Sin ser pretenciosa, creo que algo de lo que me caracteriza, es el alto sentido de responsabilidad. El compromiso que tengo en esta trayectoria en la institución, he tenido distintas responsabilidades y tareas y en todas he tratado de hacer el mejor esfuerzo. De cumplir cabalmente sin esperar recompensas económicas ni prestaciones; Si tengo algo que hacer, me quedo. Tengo que cumplir y en ese mismo sentido esperaría que actuaran los demás y a veces no es así.
¿MÉDICOS VIRTUALES?
PDA: Algunos médicos que dan clases en las universidades están preocupados por el tema de los programas y el hecho de que algunos estudiantes próximos a titularse, no hayan podido poner en práctica determinados procedimientos. Dentistas que no saben anestesiar. ¿Cree que los futuros galenos, dentistas y enfermeras se vean afectados al no haber tenido las prácticas presenciales?
MPR: Mira. Creo una ventaja que tienen las carreras de las ciencias de la salud, es que tenemos la oportunidad de la parte práctica. En particular medicina. Si hablamos de la UAQ, son cinco años de carrera. Un año de internado rotatorio en donde recorres todos los servicios y ahí es donde se tiene oportunidad en la cuestión práctica, más 365 días de servicio social en comunidades y centros de salud. Lo que no pudieron haber hecho en la parte práctica en proceso de formación, ahí seguramente lo recuperarán. Dependerá del entusiasmo y el interés que ellos quieran poner. Pacientes hay muchos. Además, en el servicio social siempre están escoltados por un médico titular que estará haciendo las veces de tutor.
PDA: Habiendo tenido tantas responsabilidades y estando en el pináculo de su extensa carrera ¿Con qué sueña Martina Pérez Rendón?. ¿Qué le falta por hacer Doctora?
MPR: Primero, debo agradecer al gobernador Mauricio Kuri el que me haya distinguido al considerarme en este puesto. La verdad es algo que no esperaba. Nunca he trabajado pensando en obtener un puesto mejor. La verdad es que en eso he sido afortunada. Quien ha estado a cargo, se ha fijado en mi trabajo y me ha distinguido con los espacios que he ocupado. ¿Qué me falta por hacer?, viajar. En el plano personal. En lo profesional, tal vez el último puesto sea ser secretaria de salud. Pero en lo personal, una aspiración es viajar. Quiero conocer Turquía, Grecia. Europa. Del lado de Sudamerica quiero conocer la Patagonia.