Existe un pensamiento en la obra de S. Agustín, retomado muchos siglos después por el filósofo alemán Martin Heidegger, que dice que el futuro es la proyección del pasado en el presente. ¿Cuál podría ser la actuación de Marcelo Ebrard y de Claudia Sheinbaum como presidentes si son postulados por Morena y elegidos por los mexicanos? ¿Qué se espera que hagan en el futuro, teniendo en cuenta su pasado en este presente que nos tocó vivir?
Pongamos un caso: La violencia provocada por el crimen organizado.
1. ¿Qué hizo Marcelo en la CDMX cuando fue secretario de seguridad o cuando fue Jefe de Gobierno? Buscó a Rudolf Giuliani, le pidió asesoría, le hizo caso y erradicó la violencia criminal de la Ciudad de México, es decir, supo pedir asesoría a la persona adecuada, la escuchó y tuvo éxito en el plan frente al crimen organizado. Se espera, por tanto, que en el futuro siga el mismo patrón de conducta, porque sabe gobernar.
2. ¿Qué está haciendo Claudia Sheinbaum ante el mismo problema? Le ha encargado todo a Omar García Harfuch, hijo de Javier García Paniagua, director de la funesta Dirección Federal de Seguridad y nieto del todavía más funesto Gral. Marcelino García Barragán, brazo ejecutor de la matanza de estudiantes de Tlatelolco en 1968, cuando era secretario de la Defensa Nacional. Claudia no repara en la historia familiar del ejecutor de su política sobre seguridad. Mientras Omar García Harfuch encabezaba formalmente la Policía Federal en Guerrero, ocurrió el caso de 43 estudiantes de Ayotzinapa en Iguala, el 26 de septiembre de 2014. Con esas credenciales, en consecuencia, no ha podido, solucionar el asunto de la seguridad que es incontrolable en la Ciudad de México ¿qué esperar para el futuro? Ella no cuenta en su experiencia con cargo alguno que la identifique como eficaz en la solución del problema de seguridad. ¿Podrá frenar la incontenible violencia a nivel nacional?
Un segundo caso: Existen posibilidades de que Trump vuelva al poder en Estados Unidos, si la comisión ad hoc del Congreso no logra inhabilitarlo. La inflación y la escasez en este país podrían crear una corriente de opinión generalizada contraria a Biden. El hecho del pasado es que Trump amenazó a México con imponerle un arancel progresivo comenzando con el cinco por ciento a todas nuestras exportaciones, si no deteníamos el flujo de migrantes. Independientemente de lo ilegal de este arancel, el hecho es la amenaza de una superpotencia a un país vecino dependiente en más de un 80% de su comercio con esa potencia.
1. ¿Qué hizo Marcelo ante este hecho? La estrategia de Marcelo Ebrard fue acudir a los líderes demócratas, tuvo una amplia entrevista con Nancy Pelossi y con otros líderes en el Senado y en la Cámara de Representantes, con cámaras de comercio y con la prensa. Esto lo fortaleció enormemente antes de la llegada al Departamento de Estado. Después de las amenazas reiteradas de Trump en las que manifestó que no quería diálogo sino acción, hizo de la negociación la mayor virtud para México. Marcelo Ebrard aplicó bien las lecciones de nuestro maestro sobre la materia de negociación, Manuel Camacho Solís, quien insistía en sus clases en la necesidad de dos cosas: conocer perfectamente las necesidades de la contraparte y allegarse de la mayor información posible y definir los tiempos correctamente para ir introduciendo nuestras demandas. Está claro que Marcelo se tomó su tiempo para ir dosificando los embates estadounidenses: Primero sacó el tema jurídico: el arancel era contrario al TLC y a la OMC, documentos firmados y ratificados por ambos países y la posibilidad de que numerosas cámaras de comercio e industriales se lanzaran contra el arancel por ser perjudicadas de manera directa, lo cual afectaría a Trump, para pasar al tema económico: la guerra comercial dañaría a ambos países y a la región de América del Norte. Ambos gobiernos y Canadá acababan de enviar a los respectivos legislativos el TMEC firmado el año anterior para ser ratificado. El arancel hacía inviable la firma. ¿Para qué ratificar un tratado de libre comercio con un arancel por delante? ¿Qué ofrecería Trump a sus electores a cambio? La amenaza se revertiría en su contra.
Por si estos aspectos no impactaran a la delegación norteamericana, entonces sacó de la manga el aspecto electoral: la represalia de México iría a los electores que Trump necesitaría para su reelección, comenzando con la cancelación de la compra del maíz, que pegaría a todo el medio Oeste estadounidense, pero también le hizo ver que México compraría maíz de China y podría enviar a China soya y otros productos que actualmente compra el país asiático a Estados Unidos. Logró quitar la amenaza del arancel de manera exitosa. ¿En qué cedimos? En el mayor control de la migración en la frontera Sur con seis mil efectivos de la Guardia Nacional, que además era un clamor de la sociedad mexicana, sobre todo de los municipios fronterizos. Nuestra frontera Sur pedía a gritos una mayor presencia de la autoridad. Se había librado la enésima amenaza desde que Trump llegó a la Casa Blanca.
2. ¿Qué hizo Claudia Sheinbaum sobre este aspecto? Pues Claudia enfrentaba en esos momentos una gran manifestación de taxistas que bloqueaba el centro de la ciudad. No ocultaba la sorpresa por el logro alcanzado por el Canciller. Claudia es experta en el medio ambiente, pero ajena al ambiente de la “real politik” a que está acostumbrado Marcelo Ebrard.
México no es una isla, está justo pegado a una enorme frontera con el país más poderoso y belicoso de la tierra, que con cualquier decisión puede afectar la vida de millones de mexicanos. No cabe una aprendiz de las relaciones internacionales en la principal fuente de toma de decisiones, la presidencia de la República.
Marcelo sabe resolver problemas, tiene un caudal de experiencia que le falta a Claudia. Experimentar es un riesgo muy costoso para el país. Ya lo vivimos con Fox.