- Magnífica relación de AMLO y Mauricio Kuri
- La rectora Tere García desoye los rumores
- Se casa María Alemán con Germán Gallegos
- Sospechosismo en el homicidio del abogado
Días salvajes.
“Me las he visto duras, me las he visto bonitas, he caminado, he soportado fríos…” Esto le contaba uno de los más grandes escritores de la literatura española del siglo XX y principios del XXI, Roberto Bolaño Ávalos, a su padre León Bolaño Carné, en una de las muchas cartas enviadas desde Barcelona, España a Cadereyta, Querétaro y a las que el periódico PLAZA DE ARMAS tuvo acceso gracias a León Enrique Bolaño -su hermano- al cumplirse 19 años de la muerte del autor de Los detectives salvajes, 2666 y Estrella Distante, tres obras incluidas en los 15 primeros lugares de las 100 mejores de la lengua castellana, según encuesta realizada con un grupo de críticos de todo el mundo.
Al Café Tulipe llegó el actual director del Colegio de Bachilleres de Querétaro con el precioso bagaje, algunos documentos originales de la correspondencia del creador del Infrarrealismo, para hablar de su hermano mayor que tan pendiente estuvo de su nacimiento pero con quien -“por la insana distancia”- solo pudo hablar por teléfono y conocer a través de los libros, las anécdotas contadas en la familia y el intenso intercambio epistolar.
El laureado poeta y novelista chileno muerto a los 50 años, traducido a docenas de idiomas y merecedor de premios, calles y estatuas, reconocía a México como su segunda patria en estos papeles, aunque en la última entrevista dijo no saber si tuvo alguna y que, en rigor, para él la única patria eran sus hijos Lautaro y Alexandra.
Estas son las cartas, verdadero tesoro, que su “hermanito León”, del que preguntaba siempre, muestra y extiende sobre la mesa casi con devoción ante este reportero.
Roberto escribía a máquina pero solía completar los textos de puño y letra, como cuando vivía con su papá y le dejaba mensajes domésticos sobre el boiler descompuesto, porque los horarios eran incompatibles.
Una hoja cuadriculada era el medio de comunicación padre e hijo cuando vivieron juntos en la casa de Samuel 27, en colonia Guadalupe Tepeyac de la Ciudad de México, a seis cuadras de la Basílica, y sus horarios eran incompatibles.
Roberto Bolaño le avisaba de alguna fuga de gas y le hacía el croquis de La Cocina, con dibujos de la ventana y la puerta. En el mismo texto su papá le escribía que era un tema del piloto.
Años después se seguían carteando.
Todo le contaba el escritor a don León: “He dormido al aire libre, he comido como desaforado comidas de varios países, he vivido en París con Mario (qué lindas son las francesas), he tomado trenes en todas las direcciones, he capeado fiebres en el camino, he trabajado lavando vasos en la noche, he trabajado descargando barcos en puerto francés, he trabajado limpiando casas interminables en el mismo puerto”.
Pero también le decía: “He escrito poemas, he vuelto a viajar, me he enamorado, me he desenamorado, he regresado cansado y con el cuerpo molido y he vuelto a salir he hablado en francés con franceses y en italiano con italianos, después me he acordado qué cómo chuchas pude hacer si yo no sabía esos idiomas”.
Roberto tomaba vino todos los días -“es más barato que la cocacola”- y disfrutaba la comida española, pero extrañaba los chilitos, el molito, los taquitos y el sol de nuestro país. En el reverso de la carta escribía a mano, con grandes y desiguales trazos, exigiéndole que ya arreglara su FM-2 y le contestara rápido porque pensaba viajar y le pedía que le mandara ejemplares de la Plural, en donde colaboraba, porque “los cabrones” de la revista no se los enviaban.
Y remataba: “Ya tengo 24 años (horror)”. Bolaño estaba apenas a la mitad de su existencia. Viviría 26 años más. Pocos, al fin de cuentas. Murió a causa de un cáncer hepático el 15 de julio de 2003, recién cumplido medio siglo de vida. Sus cenizas fueron esparcidas en las playas de Blanes, como quiso.
Le sobreviven su esposa Carolina López, los hijos de ambos: Lautaro y Alexandra (herederos universales) y Carmen Pérez de Vega, su última pareja, además de cuatro hermanos Salomé, Eugenia, Isabel y León, hijos los tres últimos de don León Bolaño Carné y de doña Irene Mendoza, queretana.
Roberto Bolaño conoció Cadereyta en 1976 y acudió a una fiesta en la comunidad de San Gaspar, en donde probó el mole. También estuvo en la Ciudad de Querétaro, mencionada en la página 562 de Los detectives salvajes: “¿Dónde estamos?- dije. En la carretera de Querétaro, –dijo Lima. Lupe también estaba despierta y miraba con ojos que parecían insectos el paisaje oscuro del campo”.
Y ahí, por cierto. los personajes de Bolaño comen mole de la tierra de doña Irene, San Gaspar.
Un año después, el 28 de enero de 1977, se fue Roberto a España. Quería ser un escritor grande y lo fue. muy grande, pero no conoció el éxito ni la fortuna. De hecho su hermano León ayudó a financiar el viaje y el reencuentro en 2001, dos años antes del cáncer hepático que arrebató la vida de manera fulminante al escritor.
Hoy, en Cadereyta, Querétaro, en donde su padre era conocido como “El Chileno” y su hermano Léon fue presidente municipal, está parte de su sangre, una mesita en la que Roberto escribió los primeros textos y aquellas cartas a las que PLAZA DE ARMAS ha tenido privilegiado acceso y en las que compartía momentos de su juventud salvaje: “me las he visto duras, me las he visto bonitas, he caminado, he soportado fríos, he escrito poemas, he vuelto a viajar, me he enamorado, me he desenamorado”.
Bolaño íntimo.
-BLANCAS Y NEGRAS-
AMLO.
Nuestro colega de las redes, Alberto Marroquín, asiduo a las Mañaneras de Palacio Nacional, le ha preguntado dos veces al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre su próxima gira a Querétaro y en especial a municipios de la Sierra Gorda. Aún no hay fecha, responde el mandatario, pero insiste en su buena relación con el gobernador Mauricio Kuri.
El propio mandatario comentó en su entrevista con PLAZA DE ARMAS: “Lo que me dijo el presidente cuando lo fui a ver, me dijo, déjame ir a otros estados en donde hay más problemas, tú vas bien; entonces, siempre va a estar invitado el señor presidente y trabajaré en conjunto para que le vaya bien a él, y yéndole bien a él que le vaya bien a Querétaro”.
La rectora de la UAQ habló también con motivo del XII Aniversario de El Periódico de Querétaro y respondió de una vez por todas que es apartidista y, por ahora, su único proyecto es el académico, lo que no obsta para que conste.
Muchos la ubican como posible candidata al Senado de la República como los rectores Gilberto Herrera y Mariano Palacios o para la alcaldía capitalina como Dolores Cabrera Muñoz, la primera rectora de la UAQ, pero doña Tere no da color… todavía.
Y hablando del senador de Morena Gilberto Herrera Ruiz, nos enteramos de que participó ayer en una reunión con la jefa de Gobierno y posible candidata a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum y otros legisladores de la 4-T en la Cámara Alta.
Mientras tanto aquí los morenos se siguen dando de puñaladas ante la próxima elección de dirigentes, en donde hasta Mauricio Ruiz pretende mantenerse en la presidencia, cargo que ocupa interinamente. Los partidos tienen los dirigentes que se merecen.
No hay nivel ni siquiera en los partidos nacionales. Y es que, no es por nada, pero a finales de los 90, el PRI estaba presidido por Mariano Palacios Alcocer, el PAN por Felipe Calderón Hinojosa y el PRD (antecedente de Morena) por Andrés Manuel López Obrador. Hoy los “líderes” de esas organizaciones son “Alito” Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano. Sin comentarios.
Se casa la regidora capitalina María Alemán el próximo 27 de agosto con el subsecretario de Elecciones del PRI nacional, Germán Gallegos. La boda será en Huixquilucan, Estado de México. Felicidades.
Por cierto, como se anunció: María Alemán ha sido incorporada al comité nacional del PRI con -ejem, ejem- “Alito” Moreno, el de las grotescas llamadas telefónicas difundidas por la no menos grotesca gobernadora de Campeche.
Ya pasaron más de cinco semanas y la Fiscalía General del Estado no ha podido encontrar a los cómplices de “La Fanny” en el homicidio del ex presidente del Colegio de Abogados Litigantes de Querétaro Alfredo González Rivas y no se puede explicar por qué se utilizó una de sus tarjetas de crédito en un gimnasio de Zapopan, Jalisco.
-LA FRASE DE LA SEMANA-
Botepronto.
Político favorito, Mariano Palacios Alcocer: Mauricio Kuri en entrevista publicada el martes 19 en el XII aniversario de Plaza de Armas. El Periódico de Querétaro.
Así de claro.
-JUGADA FINAL-
Sospechosismo.
A los señores de la Fiscalía General del Estado que prefieren la versión de la asesina solitaria en el caso González Rivas, un nebuloso ¡Jaque Mate!