Historia
La fundación del pueblo de Santa Rosa data del 13 de marzo de 1753, cuando los franciscanos compraron a la hacienda de Juriquilla el terreno para construir la parroquia auxiliar de la principal de la ciudad de Querétaro, para acercar los servicios religiosos a los peones de las haciendas de la región: Juriquilla, La Solana, Montenegro, Santa Catarina, Buenavista y Jofre. Las doce familias fundadoras se asentaron en torno al templo edificado en el último tercio del siglo XVIII a un costado del Camino Real de Tierra Adentro, que se dedicó a Santa Rosa de Lima. Bajo este mismo nombre se erigió en parroquia en 1805.
El pueblo creció y sus habitantes vivieron de cerca las escaramuzas que se produjeron en sus alrededores cuando estalló la guerra de Independencia, en 1810. Los vecinos vieron pasar por el Camino Real -hoy calle Independencia- el 14 de septiembre a Ignacio Pérez, portador del mensaje que doña Josefa Ortiz de Domínguez, esposa del corregidor Miguel Domínguez, envió al cura Miguel Hidalgo y Costilla de que el gobierno realista había descubierto la Conspiración de Querétaro.
En los años siguientes fue incesante el paso de las tropas realistas que se dirigían a la región norte de la Provincia de Querétaro y la entrada a la Sierra Gorda para combatir a los grupos insurgentes que merodeaban la capital. A la vez, el ejército virreinal custodiaba los convoyes de carretas cargadas de plata procedentes de las minas de Zacatecas y San Luis Potosí rumbo a la ciudad de México. Al finalizar la guerra, el 27 de junio de 1821 los vecinos del pueblo de Santa Rosa también observaron al coronel vallisoletano Agustín de Iturbide y Arámburu al frente de su división, cuando regresaba de San José Casas Viejas tras derrotar a los realistas cerca de San Luis de la Paz, para tomar la ciudad de Querétaro.
Un año antes de consumarse la Independencia de México, el pueblo y su región nacieron a la vida institucional. Recordemos que en 1820, al recuperar el trono de España, el rey Fernando VII restauró la Constitución Política de la Monarquía Española, promulgada en Cádiz en 1812. Ésta ordenó que en todos los pueblos de la Península y sus dominios en ultramar que tuvieran más de mil habitantes, eligieran ayuntamientos.
El virreinato de la Nueva España y la Provincia de Querétaro plasmaron el mandato constitucional. El 22 de octubre de 1820 se realizó en la casa cural de la Parroquia de Santa Rosa de Lima la junta vecinal para elegir al primer Ayuntamiento de Santa Rosa. Ya en el México independiente y una vez creada la República federal, con la creación en 1823 del estado de Querétaro, al expedirse en 1825 la primera Constitución Política del Estado, la entidad se dividió en seis distritos y el de Querétaro se formó con las municipalidades de la capital, San Francisco Galileo, San Pedro de la Cañada y Santa Rosa.
En 1870 el Ayuntamiento de Santa Rosa acudió con Timoteo Fernández de Jáuregui Pastor, dueño de la hacienda de La Solana, donde estaba asentado el pueblo, para solicitar que les vendiera los terrenos que ocupaban las casas de su morada desde hacía siglo y medio, en que se fundó la población. Desde entonces habían tenido que pagar renta, por carecer de la propiedad del fundo legal que toda población debía tener. El 22 de marzo de 1871, el hacendado, junto con su hijo menor Isidoro, dio respuesta a la petición y comunicó al Ayuntamiento, presidido por José María Loreto Escobedo, la decisión de donar los terrenos que poseían.
Así consta en el acta de la sesión que efectuó el Ayuntamiento de Santa Rosa el 15 de junio de 1871; el primer domingo de septiembre de ese año se dio posesión a los vecinos del pueblo de los terrenos donados; con tal motivo se realizó una gran fiesta, al considerar que ese día era el inicio para su futuro desarrollo. Para agradecer el gesto de su benefactor, el Ayuntamiento, con el beneplácito de los vecinos, se acordó agregar al nombre original del pueblo parte de su apellido y desde entonces se nombró Santa Rosa (de) Jáuregui.
Así se llamó la cabecera y la municipalidad conservó el nombre original de Santa Rosa. Conservó dicha categoría hasta 1916, en que luego de que el presidente Venustiano Carranza decretó en 1914 la creación del Municipio Libre, el gobernador Federico Montes Alanís reformó la Constitución Política local de 1879 para dividir el territorio estatal en seis municipalidades. Por lo que se suprimieron catorce, entre ellas Santa Rosa; con el tiempo, recuperaron todas su categoría política, menos Santa Rosa, que desde entonces se convirtió en Delegación del Municipio de Querétaro, ocupando el 52% de su territorio.
En 1918, Carranza emitió el decreto por el que dotó a los vecinos del pueblo del Ejido de Santa Rosa Jáuregui, el primero en el estado de Querétaro. Para ello, se expropió una superficie de hectáreas pertenecientes a las haciendas de Juriquilla, La Solana y Montenegro. Entonces florecieron la agricultura y el comercio, que se convirtieron en pilares fundamentales de la economía local durante el resto del siglo XX. Además, el ejido otorgó los terrenos para dotar al pueblo de los servicios en materia de educación y salud.
Modernidad y problemática social
En 1987 la familia Torres Landa inauguró el desarrollo inmobiliario llamado Provincia Juriquilla, uno de los polos de desarrollo inmobiliario y turístico más importantes de la República. Al mismo tiempo, se convirtió en un detonante para el establecimiento en las siguientes décadas de instituciones educativas públicas y privadas como los campus de la Universidad del Valle de México, la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Autónoma de Querétaro.
Mientras que la industrialización inició en 1980 con la instalación de la empresa Quinzaños Ticino -actualmente BTicino de México, S. A. de C. V.-, ubicada cerca de la cabecera delegacional. Pero el mayor desarrollo ocurrió en 1997 con la puesta en marcha del Parque Industrial Querétaro, ubicado en terrenos de los ejidos Gabriel Leyva y Buenavista, por parte de las empresas Desarrollo Residenciales Turísticos y Hines, firma internacional de bienes raíces con sede en Houston, Texas. Por su ubicación e infraestructura está considerado como el parque de mayor calidad y mejor nultiservicio industrial de México. En la actualidad alberga más de cien empresas.
En torno a estos importantes desarrollos inmobiliarios, turísticos e industriales surgieron parques proveedores de vivienda y de servicios en el territorio de la Delegación Municipal, lo que propició el crecimiento de la población tanto en la cabecera como en las 43 comunidades del área rural, que en total suman más de 134 mil habitantes. Esto aunado a la llegada de cientos de familias provenientes de la ciudad de México, tras los sismos de 1985.
Pero también llegaron personas de entidades vecinas y es así que desde finales del siglo pasado se comenzaron a registrar en la cabecera constantes hechos delictivos, que en los siguientes años fueron en aumento. El robo a casa-habitación, autos y negocios hoy resulta alarmante, sin que la autoridad haya emprendido acciones efectivas para su combate y disminución. Los vecinos no denuncian ante la falta de una agencia de la Fiscalía General del Estado. Además, los ladrones actúan impunemente pues van a vender lo robado con los compradores de “chueco” o buscan a los dueños de carros para decirles dónde está su vehículo a cambio, claro está, de un “moche”.
La proliferación de expendios de bebidas alcohólicas propició que el problema del alcoholismo se agudizara entre menores de edad y jóvenes; ello dio pauta también para la proliferación de pandillas en varias colonias. Pero lo más grave es el tema de la drogadicción, ya que el pueblo está invadido con la venta de estupefacientes; proliferan los vendedores, están identificados, lo mismo que las casas y negocios que venden la droga. ¿Y la autoridad? ¿Dónde está? Se preguntan los vecinos. Lo peor es que hay padres y madres de familia que encubren y protegen a los distribuidores.
Con todo ello, se viven numerosos casos de violencia al interior de las familias, donde los más afectados son los hijos y las madres; hay abusos de padres o padrastros hacia l@s menores. Nuevamente, no hay denuncias por temor o porque son amenazadas. Pero los casos afloran en las escuelas donde los chic@s se acercan a sus profesores en demanda de apoyo. Ante la falta de vigilancia policiaca, las calles se han vuelto inseguras; son constantes los robos, acosos e intento de violación.
Si esto ocurre en pleno día, imaginemos cómo está por la noche el pueblo, que, por cierto, está sucio y descuidado. Nuestros hijos y nietos tienen prohibido salir después de las 9 de la noche. Las calles han sido literalmente tomadas por vagos, alcohólicos, drogadictos, pandilleros o delincuentes. Ahí está el caso del robo de las placas metálicas que contenían los datos sobre los hechos históricos de Santa Rosa Jáuregui, ocurrido a finales del mes de junio.
Esta situación y las constantes publicaciones que hacen los medios de comunicación sobre los hechos delictivos ocurridos en la cabecera y las comunidades, ha provocado seria afectación al comercio local, en particular a las decenas de familias que dependen directa e indirectamente de la venta de las tradicionales “Carnitas”. Pero igualmente se han visto perjudicados otros grupos de comerciantes y empresarios debido a la inseguridad, que es un tema recurrente en las reuniones familiares y de amigos. Aquí lo preocupante es que ante la inacción de la autoridad, se vea como algo “normal”.
Propuestas
En el 2020 formamos el Consejo Ciudadano de Santa Rosa Jáuregui, que encabeza Anavel González Alvarado, para conmemorar el Bicentenario de la erección del primer Ayuntamiento de Santa Rosa. Pese a la falta de apoyo, se realizó el 22 de octubre un acto cívico sencillo pero significativo en el patio del templo parroquial, gracias a la disposición del cura Javier Olvera Servín.
Luego de la celebración de esta fecha tan representativa para la historia local, los miembros del Consejo decidimos seguir trabajando con el propósito de hacer diversos aportes en favor del desarrollo de la Delegación Municipal en materia cívica, educativa, cultural, deportiva y recreativa. Al inicio de la actual administración municipal, fuimos invitados por el delegado Alejandro Rodríguez Lugo a varias reuniones para escuchar nuestras propuestas.
Qué importante es que al frente de la Delegación Municipal esté una persona nativa del pueblo, entendida de la situación que se vive e identificada con los diversos sectores de la sociedad. El joven abogado, miembro de una familia tradicional de Santa Rosa Jáuregui, se ha mostrado sensible a admitir y atender la problemática actual. Ante los recientes hechos de violencia, apenas el pasado 7 de julio fuimos convocados a una nueva reunión. Trabajamos tres horas, intercambiamos puntos de vista e hicimos varias propuestas.
En primer lugar, planteamos como acciones urgentes las siguientes: instalación de dos módulos permanentes de vigilancia -día y noche- por parte de la Secretaría Municipal de Seguridad Ciudadana en la plaza principal del pueblo y en la colonia Las Rosas, con suficientes elementos y patrullas. Colocar cámaras de vigilancia en las calles Independencia, Hidalgo y Juárez. Que la Fiscalía General del Estado establezca una agencia en el pueblo, a donde las personas puedan acudir a presentar las denuncias sobre los hechos delictivos.
Que se verifiquen operativos policiacos regulares -sin previo aviso- en las colonias de la cabecera y las comunidades más conflictivas, en los cuales participen la Policía Municipal, la Policía Estatal y la Policía de Investigación del Delito. Que en los operativos también participen elementos y vehículos del Ejército Mexicano o de la Guardia Nacional. Que, igualmente, se solicite la intervención de estas instituciones para resguardar el orden y la seguridad en eventos masivos como las Fiestas por el Aniversario de la Fundación (13 de marzo), la Feria de las Carnitas (marzo), las tradicionales Fiestas Patrias (15 y 16 de septiembre) y la Fiesta Patronal (30 de agosto).
Por nuestra parte, nos comprometimos a colaborar en la organización de las tradicionales Fiestas Patrias del mes de septiembre con eventos cívicos, culturales, artísticos, deportivos y recreativos. Para ello, se invitará a grupos de ciudadanos que estén dispuestos a sumarse a esta labor en favor de Santa Rosa Jáuregui. Posteriormente se comenzarán a hacer propuestas para retomar las Fiestas de Navidad que hace 50 años se realizaban el mes de diciembre.
En el inter, se propone que el Municipio de Querétaro y el Gobierno del Estado convoquen a una reunión de trabajo con profesionistas, empresarios y emprendedores de Santa Rosa Jáuregui, promotor@s culturales y deportivos, maestros jubilados y todas aquellas personas interesadas en impulsar a partir de este año programas de atención, orientación y apoyo a familias afectadas, como la Escuela para Padres, a cargo de diversos especialistas de reconocidas instituciones de la ciudad de Querétaro.
De igual forma, que este mismo grupo de ciudadanos participe en la elaboración de un Plan Integral de Desarrollo para la Delegación Municipal de Santa Rosa Jáuregui, que incluya la realización de obras a mediano y largo plazo como una Escuela de Artes y Oficios; un Centro Cultural que incluya el Museo de Historia y el Archivo Histórico, Escuelas de Música, Teatro, Danza, Literatura y Pintura, Sala de Exposiciones Temporales, Auditorio, Biblioteca y Librería, donde impartan sus conocimientos los artistas de Santa Rosa y Juriquilla.
Un Centro Deportivo que cuente con una piscina olímpica, un gimnasio para lucha olímpica, box, karate y judo, canchas para futbol, basquetbol y volibol, y una pista para atletismo, donde funcionen escuelas infantiles y juveniles a cargo de los grandes deportistas que ha dado Santa Rosa. Además del Museo del Campesino, un Centro de Atención para el Adulto Mayor, una Ludoteca y una Guardería.
Así, nuestros niños y jóvenes podrán aprender un oficio, realizar una actividad artística o practicar algún deporte que los alejen del alcohol, las drogas y otras prácticas insanas. Unidos, gobierno y sociedad, podemos sacar adelante a las generaciones que nos sucederán.