Activista y férrea defensora de los animales, la Capitana Alejandra Jiménez, residente del municipio de El Marqués, perdió la vida este martes cuando el Piper PA31 que piloteaba se desplomó en las inmediaciones del Aeropuerto Intercontinental de Querétaro. Ahora, sus familiares buscan trasladarle a la Ciudad de México para ser velada y cumplir con su última voluntad de ser cremada. Sin embargo, acusaron que la Fiscalía General del Estado no les puede entregar el cuerpo al estar abierta la carpeta de investigación sobre las causas del accidente.
Entrevistados por PLAZA DE ARMAS, familiares de Alejandra reconocen que aún cuando han recibido buen trato por parte de la Fiscalía, están preocupados por no poder recuperar el cuerpo “Alejandra tuvo a bien comprar un paquete funerario de cremación y la familia no tenemos dinero para comprar un espacio en el cementerio. Esperamos convencer a la Fiscal que nos apoyo. No tenemos dinero para el entierro”.
Desde niña, Alejandra corría por los pasillos de la terminal 1 del Aeropuerto de la Ciudad de México donde trabajaba su padre y pasaba horas contemplando la llegada de los Boeing 747 que hacían estremecer los ventanales “Su papá trabajaba en servicios auxiliares. Suministraba recursos para los aviones. Cuando el Concord aterrizó en la Ciudad de México, su papá la subió y ahí nació su amor por los aviones. Cuando ella vio esa inmensidad y escuchó aquellos motores, fue todo lo que necesitó para enamorarse de la aviación”, relataron a Plaza de Armas.
Sobre la personalidad de Alejandra, la describen como una persona con gran determinación. Recordaron incluso que fue una de las mejores estudiantes de su generación “Tenía un gran empeño y dedicación a su profesión. Nunca dejó de estudiar los manuales y preparaba siempre sus vuelos. Era una persona muy capaz”.
Del accidente a la familia se le ha informado poco. Lo que dejaron en claro a PLAZA DE ARMAS, es que la Capitana Alejandra Jiménez era muy metódica en su profesión y que “Bajo ninguna circunstancia se subiría a un avión que tuviera fallas”. En lo que ve al segundo tripulante, desconocen su identidad y señalan que hasta ahora, nadie se ha acercado a la Fiscalía a reclamar su cuerpo.
La Capitana Alejandra Jiménez tenía amplia experiencia en operación de aeronaves Sabreliner, Hawker y Gulfstream. Entre enero del 2012 y hasta el 2020 voló para la empresa Aeromar. Recientemente piloteaba vuelos privados para una empresa local.