Por una #SociedadHorizontal
La semana pasada dejo clara una cosa; el incremento de precios no cede. El Inegi informó que la inflación se aceleró y que llegó a 7.88% en la primera quincena de junio. La preocupación crece pues los ingresos de los hogares se mantienen en jaque, al mismo tiempo en que se debilita la recuperación de la economía nacional. En paralelo, el Banco de México acordó un incremento nunca antes visto de 75 puntos base en la tasa de referencia, para dejarla en un nivel de 7.75 por ciento. Habrá que ver el impacto que esto tiene en la reactivación del PIB.
Durante el mes de mayo, el presidente López Obrador anunció un plan para combatir la inflación. Todo indica que de todas las medidas implementadas, la más efectiva ha resultado ser el subsidio a la gasolina, aunque también ha sido la más polémica. Según analistas de Bloomberg Economics, sin importar el incremento en precios provocado por la guerra en Ucrania, los subsidios a la gasolina y el diésel le cuestan al gobierno mexicano más del doble de la ganancia adicional que obtiene por las exportaciones de crudo. Ante esta afirmación, la SHCP desmintió lo publicado en el medio estadounidense y comunicó que “los cálculos resueltos por los periodistas de Bloomberg subestimaron los ingresos calculados por la exportación de petróleo crudo y sobreestimaron el costo de los estímulos fiscales colocado a los combustibles automotrices”. No obstante, la duda quedo sembrada.
Diversos analistas argumentan que el subsidio a las gasolinas en México pone en riesgo las finanzas públicas. Considerando que el costo en tres meses ha sido de 43,000 millones de pesos que la SHCP ha dejado de recaudar, el costo de oportunidad significa no utilizar ese dinero para invertir en gasto social como salud o educación. No obstante, otros defienden que gracias a los estímulos a la gasolina ha sido posible evitar que la inflación llegue a niveles cercanos al 9.7%%.
Investigadores como José Luis de la Cruz, Director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económicoha han apuntado que el nivel de precios podría ser entre 1.5 y 2 puntos adicionales de inflación, en caso de no contar con el subsidio. El economista ha enfatizado que “en el corto plazo, se puede observar que al menos el factor de presión inflacionaria que durante algún tiempo fueron los energéticos, sí ha disminuido”.
En un contexto de alta inflación, los subsidios al IEPS han contribuido a contener el alza en la canasta básica pues principalmente contribuyen a que el costo de transporte de alimentos no se eleve. Sin embargo hay que recordar que ayudan principalmente a las clases medias de las grandes ciudades que tienen automóvil, no a los más necesitados. El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) indicó que cuando la recaudación del IEPS es negativa, la mitad más pobre de las familias (deciles 1 a 5) es beneficiada con el 20% de este impuesto negativo, mientras que la mitad más rica se beneficia con el restante 80%.
Todo indica que la polémica medida ha sido útil, aunque sea más benéfico para las clases medias que para las más bajas. Incluso Joe Biden ha planteado recientemente, suspender el impuesto federal al precio de la gasolina, para evitar nuevos aumentos de precios. Mas allá de los resultados de corto plazo, no debemos perder de vista en el contexto político en el que se toma esta decisión. Evitar un “gasolinazo” es vital para AMLO. El costo político que ello podría tener, sería devastador de cara a la sucesión presidencial en 2024. Por esta razón, será indispensable darle seguimiento puntual al equilibrio que estas medidas representen para las finanzas públicas.
Los subsidios no son sostenibles infinitamente. En este caso, solo deberían mantenerse en tanto se tengan mayores ingresos petroleros. La #SociedadHorizontal debe exigir información fiable, sólida y transparente a la SHCP, estar atenta y darle seguimiento al tema. Una buena medida para controlar la inflación, no debería prolongarse por propósitos meramente políticos, especialmente si se busca ser congruente con el lema de “primero los pobres”.