Querétaro y Corregidora derriban el muro y se tocan para realizar una experiencia de turismo metropolitano, mediante un Tranvía de dos pisos que llevará turistas del centro Histórico a la Pirámide del Cerrito.
Durante el primer recorrido piloto con guías de turistas de Querétaro se fueron explicando las bondades y el objetivo de la experiencia en un viaje por la antigua Carretera Panamericana, hoy Constituyentes, hacia un pasado prehispánico, el que aún late en el corazón del municipio de Corregidora.
En el trayecto caben todos, desde personas con discapacidad, ya que hay elevador para subir con silla de ruedas, hasta las mascotas, cada vez más frecuentes compañeros de vida y de viajes.
“Son 20 años correteando este sueño, por fin podremos integrar una experiencia de turismo metropolitano, es como si derribaramos un muro”, explicó Jorge Ramos, uno de los organizadores del recorrido.
Con un costo de 250 pesos, con un descuento del 50 por ciento a niños y un pago de 120 pesos para personas de la tercera edad se podrá visitar ya con el costo incluído la zona arqueológica, y contemplar la construcción prehispánica de la cultura tolteca y por donde pasaron purépechas y chichimecas.
Carla Fernández y Marco Vinicio fueron quienes encabezaron a los guías, quienes realizaron comentarios históricos y contaron anécdotas, como la de las brujas que volaban y dejaban su estela roja sobre el Cerro Gordo, razón por la que los pobladores buscaron la colocación de la Vírgen en lo que hoy es el Santuario en la cima de la otra montaña de la zona.
Los guías comentaron que se encuentran en capacitación para poder realizar el recorrido en idioma inglés.
“Se pretende que sea una experiencia única, con la mezcla de historia y cultura de Querétaro y Corregidora”.
Al llegar a la Avenida Don Bosco ya se comienza a dar la explicación de la zona de la Pirámide del Cerrito o Del Gran Cué, desde la ocupación prehispánica.
Ya en la zona arqueológica se tiene una estancia de 20 a 25 minutos, en lo que se piensa sea un primer acercamiento a la Zona Arqueológica del Cerrito, misma que después los visitantes puedan regresar y apreciarla si se quedaron con ganas de más, como conocer de dónde viene su nombre apreciar con calma su altura de 30 metros o visitar el Museo de Sitio.
“A lo largo del período novohispano recibió varios nombres. Es muy probable que los habitantes otomíes y chichimecas del valle de Querétaro hacia fines del siglo XVI, hayan llamado al sitio San Francisco Anbanica (Que quiere decir “templo alto” en otomí). Hacia finales del siglo XVIII fue nombrado como “el Cerrito de Cascajo”. Actualmente recibe el nombre popular de la Pirámide del Cerrito.
Los siete kilómetros que separan al Centro Histórico de Querétaro de la Zona arqueológica dejarán de ser impedimento para descubrir o reconocer uno de los más importantes atractivos con los que cuenta la zona metropolitana, en dónde en 1632, según fuentes franciscanas, los indígenas continuaban ofrendando a las deidades prehispánicas en los altares del sitio.
Hoy que Querétaro cambia a gran velocidad y se convirtió de una zona agrícola a industrial, hay aspectos que permanecen y sobreviven al paso del tiempo y que hoy siguen siendo parte de nuestra historia, la cual viaja en Tranvía.