Por una #SociedadHorizontal
Más allá de los resultados obtenidos por las distintas fuerzas políticas, las elecciones realizadas en seis entidades federativas (Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas) estuvieron marcadas por la difusión de testimonios grabados, que evidenciaron el deterioro de nuestro sistema político. Uno de los episodios más relevantes, fue aquél en el que desde Campeche, la gobernadora Layda Sansores publicó diversas grabaciones.
Es claro que este tipo de acciones forman parte del tradicional golpeteo que se da en las campañas electorales, donde se desnuda la manera en que ha funcionado nuestro sistema político. Los fragmentos publicados describen con claridad la forma en que germina y se desarrolla la corrupción, compuesta por una cadena de seis palabras que empiezan con letra “C”, que una vez más, volvemos a presentar desde este espacio:
Campañas políticas. Requieren cada vez mayores cantidades de dinero para que un candidato pueda moverse, sea viable y competitivo.
Compra de votos. Mediante el uso de efectivo o el reparto de utilitarios, propaganda y bienes de todo tipo (despensas, bultos de cemento, láminas de cartón, etc).
Compadres. Son aquellas personas cercanas a los candidatos, que financian estos procesos con la finalidad de beneficiarse una vez que se obtiene el triunfo.
Contratos. Quienes apoyaron con recursos durante las campañas, se convierten en proveedores de bienes y servicios públicos, con la venia de la autoridad electa.
Crimen. Los delincuentes apoyan a los candidatos con dinero o presionando a sus contendientes, para después desarrollar las actividades ilícitas en franca complicidad con quienes ganaron la elección.
Complicidad. Como esta es la práctica común, las cadenas se multiplican por doquier en amplísima impunidad.
Sirva recordar este marco teórico, pues cada uno de los audios difundidos, ejemplifica con detalle las distorsiones que configuran esta cadena:
Audio 1. Muestra las enormes cantidades de dinero que se destinan a la costosa industria de consultoría electoral en el país.
Audio 2. Evidencia la manera en que se financian los utilitarios partidistas -gorras partidistas en este caso- empleados en campañas electorales.
Audio 3. Exhibe la relación que se establece entre empresas y legisladores a través de apoyos económicos durante los procesos electorales.
Audio 4. Detalla la forma en que muchas autoridades conviven con representantes de la prensa en México, a través de la entrega de recursos y “chayotes”
Audio 5. Describe las estrategias preexistentes para ocultar los recursos que se generan en los cargos de gobierno.
Audio 6. Desnuda que nos hemos enterado de estos hechos por una represalia política. Al no conseguir el apoyo suficiente para la Reforma Constitucional en materia eléctrica, el “audiolibro” concluye con el mensaje enviado por conducto de un compadre de la política: “O jalas en la votación o se irán con todo contra ti”. La pregunta es obvia: ¿Si hubiera jalado prevalecería la impunidad y la “C” de Complacencia?
Aún no sabemos en que desembocará este capítulo de la vida pública del país, no obstante, este recuento sirve para hacer una profunda reflexión institucional. Ahora que se pretende realizar una nueva discusión electoral, deberíamos empezar por corregir las deficiencias de autoridades electorales y de procuración de justicia que permiten que esto ocurra.
Si bien, los audios representan una “didáctica muestra” de la dinámica que ha imperado en la política a lo largo de los últimos años, en las recientes campañas tuvimos acusaciones más graves y preocupantes aún. Los señalamientos sobre el involucramiento electoral, cada vez más cercano por parte del crimen organizado, así como las señales de “amafiamiento” de fuerzas políticas con este cáncer, dejaron huella profunda en el desarrollo del reciente proceso. Es evidente que junto con la violencia vivida en 2021, cuando 102 políticos fueron asesinados, las instituciones mexicanas se encuentran claramente rebasadas y requieren cambios estructurales y de fondo.
Hasta el momento, las iniciativas presentadas en el Congreso, están totalmente distantes de esta problemática y carecen de soluciones reales. Los partidos políticos deberían proponer ajustes contundentes al marco legal actual, con el fin de eliminar las distorsiones y excesos que configuran la cadena de seis C´s y que hoy son evidenciadas por al multicitado “audiolibro”. De no hacerlo, será evidente que se encuentran cómodos o incluso hay complicidad con este modelo. La #SociedadHorizontal deberá estar atenta y exigente.