“En el Semáforo se Aprende” tiene luz verde. La intención de ayudar y educar a niños en los semáforos de Querétaro sigue latente a través de la campaña “Corazón de semáforo”, iniciativa que pretende recabar donativos para que los 18O niños que integran este proyecto puedan seguir estudiando.
Jemima Peláez, docente y presidenta de la Asociación Civil comentó que se buscan recursos para la formación y fortalecimiento educativo de niñas y niños, así como apoyar a las familias de los estudiantes con apoyos que van desde alimentos, ropa hasta tratamientos médicos.
La maestra “Jemi”, quien empezó a dar clases hace dos años bajo el puente de la Carretera 57, detalló que contarán con dos modalidades de donación mensual, la primera de ellas llamada “corazón de oro” que consiste en una donación de 500 pesos mensuales, para apoyar a una familia y la segunda “corazón verde” que es de 300 pesos mensuales para apadrinar a uno de los niños para que sigan estudiando.
“Las personas que donen 500 pesos recibirán un kit de bienvenida que consiste en una bolsa tote, stickers, un informe mensual de la familia beneficiada y una revista mensual digital, mientras que por los 300 pesos en vez del informe mensual se entregará una postal del alumno beneficiado”.
Se destacó que las personas que decidan ser donadoras sabrán cuál es el beneficio educativo e integral que se está llevando a calle, además de que su apoyo servirá para habilitar el espacio de Ezequiel Montes como espacio educativo y de resguardo.
“Nace esta campaña por el sueño de construir aquí nuestra escuela, que puedan estar aquí salvaguardados. Queremos tener un espacio para ellos donde los estemos estimulando”, compartió la maestra quien encabeza un grupo de voluntarios.
Reciba María primer certificado de Secundaria
Se destacó que el movimiento que busca brindar educación y atención a los estudiantes cuenta con la certificación de la Secretaría de Educación y del Instituto de Educación para los Adultos, prueba de ello fue la entrega del primer certificado de secundaria para María Cruz Isabel Pérez por parte de la representante del INEA, Yolanda Aurora Pichardo.
“Tengo 18 años y estoy muy contenta de recibir mi certificado para buscar seguir con el bachillerato y una carrera, no sé bien qué, pero sí me gustaría poder enseñar a niños como lo hace Jemi y mis otras maestras”, compartió emocionada la joven quien es mamá de una niña de tres años.
Las necesidades son muchas para atender a los 180 niños que estudian en 15 puntos distintos de la zona metropolitana y los voluntarios son insuficientes, por lo que se hizo un llamado a sumar esfuerzos materiales y humanos.
“Somos 40 voluntarios que no recibimos nada, pero necesitamos que se integren más, no es necesario que sean maestros, con que tengan ganas de trabajar y ayudar nosotros los capacitamos o que de sumen como padrinos”.