Mauro Gerk tuvo un caluroso recibimiento. En el mundo virtual las redes se llenaron de elogios y esperanza y en la realidad fue recibido muy bien por el plantel queretano, a quien conoció el día de ayer en la primer práctica como director técnico de Gallos Blancos.
A la esperanza por la llegada de un viejo héroe, se suma la inyección de ánimo para un equipo que ha vivido momentos complicados y de incertidumbre.
En plena tormenta llega Gerk, quien conoce la historia, la esencia de un equipo que se ha acostumbrado a sufrir y El Tanque sabe de eso.
De lo nuevo que no le tocó a Mauro Gerk como jugador fue el CEGAR, un espacio digno que descubrió ayer, algo distinto a la época en que el equipo entrenaba en canchas prestadas.
El ídolo de Gallos Blancos a sus 45 años, con las huellas blancas del tiempo en su cabello y algunas calorías extras acumuladas en el cuerpo, toma la responsabilidad de tomar a un equipo en horas bajas, pero es algo que conoció en su estapa de jugador del Querétaro.
La figura del argentino es un referente para el conjunto queretano, equipo que vio su entrega en la cancha, entre el 2002 y 2010, sello que seguramente imprimirá al equipo.
Gerk es el segundo máximo anotador histórico de los Gallos Blancos, pues anotó en 62 ocasiones en 113 partidos con la institución, sólo detrás de Camilo Sanvezzo, por lo que es considerado una leyenda del club. También vistió las playeras de Xolos de Tijuana, Dorados de Sinaloa y Celaya.
En su palmarés con la institución, Mauro Gerk consiguió el título del Clausura 2005 y Apertura 2008 en el Ascenso MX.
Como técnico, Gerk ha estado al frente de las reservas de Racing, así como en Defensa y Justicia y en 2017 fue auxiliar de Diego Cocca, actual estratega del Atlas y ahora en Querétaro vuelve a la casa que lo arropará, al menos en un inicio.
Este miércoles al medio día se hará la presentación oficial de Mauro Gerk, un regreso que busca rescatar la mística de unos Gallos Blancos que serán guiados por un auténtico Tanque.