El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó hoy de “cacería de brujas” las revelaciones sobre los contactos del procurador General, Jeff Sessions, con funcionarios rusos, que volvieron a colocar a la defensiva a su administración.
En una serie de mensajes en su cuenta de la red Twitter, el mandatario insistió en que las filtraciones a la prensa sobre Sessions constituyen una “cortina de humo” de los demócratas para disipar su estrepitosa derrota en las elecciones de noviembre pasado.
Trump acusó que “toda esta narrativa es una forma de salvarle el rostro a los demócratas por perder una elección que todos pensaban que se suponía ganarían. Los demócratas están exagerando su jugada. Perdieron la elección, y ahora han perdido su control sobre la realidad”.
“La historia real son todas las filtraciones ilegales de información clasificada y otras informaciones. Es una ‘cacería de brujas’ total”, acusó.
El revire epistolar, un poco más extenso que las lacónicas respuestas que dio a la prensa el jueves en Virginia, parecieron evidenciar el malestar del mandatario por la persistencia de la controversia en torno a los contactos de personas de su equipo con funcionarios del gobierno de Rusia.
Los contactos entre el general Michael Flyn y el embajador ruso ante la Casa Blanca, Sergey Kislyak, obligaron al funcionario estadounidense a renunciar como asesor de Seguridad Nacional, tras conocerse que durante una conversación con el vicepresidente, Mike Pence, omitió mencionar parte del contenido de la plática.
Trump defendió de nuevo la integridad de Sessions al insistir que durante su testimonio de enero pasado ante el Senado “no dijo nada erróneo”, si bien reconoció que pudo haber respondido “con más precisión, pero claramente no fue así, pero es claro no fue intencional”.
En esa audiencia Sessions fue cuestionado sobre el curso de acción que tomaría como procurador General si tuviera evidencia de contactos entre personas del equipo de Trump y los rusos, a lo que este dijo desconocer que eso hubiera ocurrido.
Sin embargo, Sessions omitió revelar que en dos ocasiones que tuvo contactos con Kislyak y solo lo reconoció después que el periódico The Washington Post lo reveló el miércoles.
Las revelaciones, que no fueron bien recibidas entre algunos republicanos en el Congreso, obligaron el jueves a Sessions a recusarse de cualquier eventual investigación que el Departamento de Justicia inicie sobre la campaña de Trump y contactos con Rusia.