El presidente francés, Emmanuel Macron, propuso constituir una “comunidad política europea” a la que se puedan incorporar países como Ucrania que comparten los valores de la Unión Europea pero que no pueden esperar una rápida adhesión que además obstaculizaría la integración.
“La UE, teniendo en cuenta su nivel de integración, no puede ser a corto plazo el único modo de estructurar el continente europeo”, subrayó Macron en un discurso ante el Parlamento Europeo durante un acto que marcaba el fin del trabajo de la Convención para el Futuro de Europa que comenzó hace un año a su propia iniciativa.
Explicó que Ucrania “por su lucha y su coraje es ya miembro de corazón de nuestra Europa, de nuestra familia”, pero hay que ser realistas y “todos sabemos que el proceso de adhesión (a la Unión Europea) tardará varios años, y en realidad varios decenios”.
A su parecer, la guerra y la “aspiración legítima” de Ucrania de integrarse en la UE, pero también de Moldavia, de Georgia o de los países de los Balcanes que son candidatos “nos obligan a repensar nuestra geografía y la organización de nuestro continente”.
Eso significa, según Macron, que hay que reflexionar sobre cómo garantizar la “unidad” y la “estabilidad” europeas “sin debilitar” la integración que se ha conseguido en el interior de la UE y sin frenar los planes para avanzar todavía más.
Por eso la respuesta del presidente francés es una “nueva organización europea” que permitiría “a las naciones europeas democráticas que se asocian a nuestra base de valores encontrar un nuevo espacio de cooperación política, de seguridad”, pero también en ámbitos como los transportes, la energía o la circulación de personas.
Precisó que ese dispositivo paralelo a la UE estaría abierto “a los que se han ido”, en alusión directa a Reino Unido. El objetivo último sería “preservar la unidad de nuestro continente” sin poner en peligro “la fuerza y la ambición” de la Unión.
Reforma de la UE y fin de la unanimidad
Macron, que dijo que en las próximas semanas y en los próximos meses va a consultar a los otros gobiernos para perfilar su iniciativa, también se mostró “favorable” a la reforma de los tratados de la UE y dijo que quiere que esa cuestión se discuta en la cumbre de los Veintisiete que se celebrará en junio.
Esa reforma, según avanzó, deberá servir, entre otras cosas, para que muchas de las decisiones que ahora necesitan unanimidad de los Estados miembros puedan adoptarse por mayoría cualificada, pero también para establecer una mayor solidaridad y “clarificar los objetivos de nuestras instituciones”.
En concreto, se trataría de que metas como el crecimiento, el pleno empleo, la justicia social, o la acción contra el cambio climático “tiene que estar en el centro de los objetivos” de las instituciones europeas.
El presidente francés, que con su intervención en Estrasburgo pronunciaba su primer discurso europeo tras su investidura el sábado, reiteró su respaldo “a Ucrania y al pueblo ucraniano” con ayuda humanitaria, pero también militar.
Explicó que el objetivo es “hacer cesar esta guerra lo más rápido posible”, preservar la paz y “evitar cualquier forma de
escalada”.
Insistió en que “no estamos en guerra contra Rusia” pero también en que los europeos defienden la integridad territorial de Ucrania, que es a quien corresponde en solitario definir “las condiciones de negociación” con Moscú.