“Mi internet no es muy bueno acá, a más de cinco mil metros de altura no hay muy buena señal, pero te cuento que logramos un ascenso éxitos a la primera rotación, a 7 mil 100 metros sin oxígeno, el equivalente a la altura del Aconcagua, la montaña más alta de América”, es la primera frase que pudimos escuchar del alpinista Pablo César Jiménez Pérez.
Pablo César está en proceso de adaptación para alcanzar la cima del Monte Everest y convertirse en el primer queretano en conquistar la montaña más alta del mundo.
El abogado queretano de 27 años platicó que el equipo encargado de colocar las cuerdas para acceder al campamento 4 no han podido hacerlo, razón por la cual ha retrasado el ascenso del alpinista a la cima.
“Espero que en una o dos semanas el fixing team pueda llegar y nosotros poder ir detrás de ellos, pero ahora bajé a 2 mil 800 metros a descansar tres días y regreso otra vez a 5 mil 400 metros de esperar unos ocho días más para poder completar la cima, primero Dios”, compartió Pablo César.
Por ahora el proceso de aclimatación va muy bien luego de que cruzaron el Khumbu, una de las partes más peligrosas del ascenso al Everest.
“Cruzar el Khumbu, el glaciar, es la parte más peligrosa del Everest, ya que en el hielo se forman grietas, te puedes ir para abajo o se te viene el hielo encima”, narró Pablo César.
Calor sofocante en medio de la nieve
Pablo César compartió a Plaza de Armas parte de lo que ha vivido en estos días de aclimatación a la montaña y llama la atención que en medio de un escenario nevado y con hielo, contrario a lo que se pudiera pensar, se siente un calor sofocante.
“Salimos a la una de la mañana de campo base para llegar a campo como 8 o 9 de la mañana en un calor sofocante, hay pura nieve y el sol no se tapa; toda la mañana el sol te rebota con la nieve y se siente como si estuvieras en un desierto, tenías que derretir la nieve para poder tomarla, con un calor impresionante, pero nos aclimatamos, pasamos ahí la noche y nos fuimos al Campo 2 a donde llegamos luego de una caminata de 4 horas”.
Ya en el Campamento 2, a 6 mil 500 metros sobre el nivel del mar, empezaron con el trabajo de adaptación a la poca oxigenación del cuerpo, sitio en el que el queretano obtuvo una victoria.
“En el Campo dos comimos bien, pasamos dos noches ahí, nos adaptamos a la poca oxigenación, incluso hicimos un pequeño concurso para ver quién oxigenaba más y lo gané, con casi 90 por ciento de oxigenación”, comentó el joven alpinista.
De ahí fueron al Campamento 3 detrás del fixing team, equipo que fija las líneas, pero por los fuertes vientos no pudieron fijar las líneas para el Campo 3.
“Llegamos a 7 mil 100 metros, tuvimos que regresar por los vientos de 80 kilómetros por hora, Estuvimos ahí por poco más de hora y media probando el cuerpo, tomando alimentos y adaptarnos a la poca oxigenación, sin problemas gracias a Dios”.
Luego bajaron al Campo 2 y un día después retornaron al campo base.
Este ascenso y esta historia continuarán… Qué es lo que se requiere para conquistar los 8848 metros, la cima del Everest.