Duro ha tenido que remar el gobernador MAURICIO KURI desde el primer día de su gobierno. Primero las inundaciones, luego la campal en el Corregidora. Después el terrible caso de la niña VICTORIA -que no se compara con nada- y ahora la agresión de la mujer en Juriquilla. Todos con un elemento en común: la violencia que campea por todo el país. Y el Ejecutivo no se dobla.
Agua puerca ni de lejos ni de cerca.