La Ley de Movilidad es una de las leyes con mayor participación ciudadana, al ser propuesta, analizada e intervenida por más de 78 organizaciones. La ley federal, será el eje troncal para estados y municipios y bajo una premisa de seguridad que da prioridad a las personas antes que a los vehículos, en proteger el derecho humano a la movilidad, destacaron integrantes de los colectivos en Querétaro.
“Es un trabajo conjunto de acciones y coincidencias para poder generar esta ley. Ante la necesidad de brindar seguridad vial y partir de esas conversaciones se buscó sumar a la movilidad y generar leyes sobre el tema, con la participación de foros regionales, locales y nacionales con activistas y especialistas para conformar una de las leyes con más participación ciudadana y de expertos en la materia”, destacó Juan Carlos Bravo, miembro de la Coalición Ciudadana por la Movilidad Sostenible QM21.
Querétaro fue parte importante en la participación de este documento, comentó José Luis Ramos, integrante del Colectivo Libre a Bordo y miembro de la UCIQ. (Unión de Ciclistas de Querétaro).
“Los puntos básicos de esta ley es que es una ley de seguridad vial, pero no enfocada en los vehículos sino en las ciudades humanas, como se venía haciendo el siglo pasado. Algo muy importante, y que puso el dedo en la llaga, fue la participación de familiares de las víctimas de hechos de tránsito, se les escuchó, se les dio seguimiento a sus peticiones, con la intención de que se puedan reducir sustancialmente las fatalidades de tránsito en las ciudades”, comentó José Luis Ramos.
Tras cinco años de trabajo se lograron armonizar temas de accesibilidad a la movilidad, controles de velocidad, reglamentos de tránsito y mejoramiento y desarrollo de infraestructura a partir de esta nueva ley.
Juan Carlos Bravo y José Luis Ramos coincidieron al señalar que México arma y produce muchos vehículos automotores, los cuales tienen distintos estándares de seguridad; uno muy elevado cuando se vende el auto en Europa o Estados Unidos y otro muy distinto, mucho menos riguroso, para la unidad que se vende en el mercado mexicano, eso es algo que con la nueva ley va a tener que revisar a través de la Secretaría de Economía.
Algo para destacar de esta ley General de Movilidad y Seguridad Vial que está por publicarse en el Diario Oficial de la Federación es que ordena la aplicación del alcoholímetro en todo el país, así como fijar límites de velocidad iguales en territorio nacional.
Estará prohibido conducir con una alcoholemia superior a 0.25 miligramos y los estados y municipios deberán fijar límites de velocidad: 30 kilómetros por hora en calles; 50 km/h en avenidas; 80 km/h en vías rápidas; 80 km/h en carreteras; 110 km/h para automóviles en carreteras y autopistas federales.
La nueva ley incluye mecanismos de coordinación de los tres órdenes de gobierno con la sociedad; integra un Sistema Nacional de Movilidad y Seguridad Vial; dispone condiciones mínimas de infraestructura, banquetas, iluminación, pasos peatonales, seguros; modos de transporte de personas, bienes y mercancías y gestión de factores de riesgo para reducir muertes y lesiones graves por accidentes viales.
“Se busca evitar y reducir el número de muertes viales; en el país mueren 40 personas al día en accidentes viales, y se pretende reducir en una década a la mitad de estas fatalidades”, compartió Juan Carlos Bravo.
Algo importante es que esta ley, además de la seguridad y movilidad, llenará varios huecos, que tiene que ver con el desarrollo territorial, por lo que el desarrollo de obras e infraestructura deberán también apegarse al concepto de esta Ley Federal.
“Tras la publicación de la ley las legislaturas locales tienen 160 días naturales para que armonicen sus leyes locales a esta nueva ley. En el artículo 67 de la ley se habla de las atribuciones de las entidades federativas para que en, este caso, Querétaro, se armonice a esta ley de movilidad, y el artículo 68 habla de las atribuciones de los municipios; en los planes y proyectos urbanos tiene que incorporar cuestiones de movilidad y generar programas para la movilidad y seguridad vial”, destacó Juan Carlos Bravo.
Finalmente Juan Carlos Bravo destacó que este camino fue quizá el más largo, pero también el más consistente, luego de más de cinco años de trabajo, con la mayor cantidad de voces y consensos posibles en busca de una movilidad más humanizada.
Dentro de los pendientes que quedaron fuera de la Ley de Movilidad destacan la obligatoriedad de seguros de responsabilidad para quienes usen vehículos, el tema de los doble remolques, ya que las vialidades y caminos no son las adecuadas para su peso y dimensiones, pero son temas en los que seguirán buscando los consensos en favor de la seguridad de las personas, ya que como dijo esta ley fija la jerarquía de prioridad en las calles.
“Los peatones y personas con discapacidad en primer lugar; le siguen los ciclistas, personas con patines, patinetas y triciclos; después el transporte público, seguido del transporte de carga, y al final los automóviles particulares y los motociclistas”, destacó Bravo.