Sabino Medina
Lo peor que pueden hacer los dirigentes y las clases dirigentes de los países en desarrollo, es tomar cualquier bando de las partes en conflicto; partes visibles, algunas; otras no tanto.
Lo visible del conflicto está a la vista: Ucrania-Rusia; pero ni Ucrania ni Rusia definen juntos, la contradicción capitalista mundial, metida de lleno en un negocio de valorización de capital, capital financiero, no capital productor de mercancías, o de valores de cambio mercancías que contengan valor capital nuevo producido y no simple valorización ficticia, especulativa.
Se conoce que la cuantía mundial del capital ficticio supera 20 o más veces el PIB MUNDIAL ANUAL de los países desarrollados, llámense como se llamen, y ello están englobados Rusia, China, EU y Europa entera y la parte de esa porción que le corresponda a los latinoamericanos que privatizaron sus medios y sus fuerzas productivas para acceder al mercado mundial donde se pierden las barcas pequeñas, medianas y grandes de los pescadores bursátiles.
Dejemos la parte económica en paz, de momento, y vayamos al análisis de las dos fuerzas enfrentadas en combate en el Este de Europa.
Esto no es ni puede ser una repetición de la guerra de Vietnam, ni de Corea, com,o tampoco lo que hemos visto en el Medio Oriente, es sus diversas fases de Irak, Siria y el silencioso aplazamiento con Irán, o Siria y Turquía, más lo que se le siguiera sumando con Pakistán y el resto de los países que bordean al Océano Indico y otros mares por donde transitan el petróleo mundial con rumbo a los mercados del dólar, la libra y el euro.
Vista al vuelo esta panorámica de la conflictiva mundial del capitalismo, las cosas no pueden resultarle ventajosas con la sola capitalización masiva de armas y mercancías que, llegado a un extremo trágico, desembocaría en un holocausto nuclear del que nadie se salva.
¿Qué hacer frente a esta encrucijada? ¿darnos de topes con esta realidad, no entenderla y frenar ese proceso destructivo económico, pero de ningún modo inevitable y con con una única salida nuclear armada, que es a dónde vamos?
Esto ya se formuló antes en Vietnam y en Corea y los dirigentes de las grandes potencia, Francia y EU, en su momento, dejaron avanzar en su desarrollo a China y al propio Japón, sumándose a ello Corea y la India, por distintas vías, arrastrando hasta ahora las circunstancias de una formación social histórica, como el capitalismo y los distintos socialismos a la usanza de Suecia, Noruega, etc., todos alternancia de la historia, pero no de la eternidad social y política en donde el hombre y su trabajo salen sobrando.
Kissinger y el extremista Nixon, los mismo que los Bush, que se miraban guerreristas, se frenaron a tiempo.
Hoy es diferente y más profundo el problema, pero Rusia ni China van a desaparecer del mapa capitalista económico en que se mueve el mundo. Es prematuro formular pronósticos y estos no sirven de nada cuando se trata de no ver la contradicción histórica en que estamos metidos todos, participemos o no en la lisa, distantes o no del núcleo de la contradicción subsidiaria especulativa que se está asomando en Ucrania al mundo global de esta crisis que, por lo pronto, ha puesto al futbol fuera del mercado de las acciones que con él se enmascaran en lo deportivo nebuloso.
¿O qué, Silvio Berlusconi realizo algo distinto en Italia, mientras le ingresaban las divisas del petróleo de Libia? Además, Ucrania es mosaico de tendencias y conviven católicos con ortodoxos, musulmanes de uno y de otro sabor y color; ¿para qué tomar bandos equivocados en donde nadie nos llama, como no sea para embarcarnos baratos? Amen, de quienes opinen diferente, se vale.