Pocas veces ha generado tanta expectación la comparecencia de funcionarios públicos para rendir cuentas ante el poder legislativo, más si se trata por un hecho violento derivado de un evento deportivo, de un partido de futbol al interior de un inmueble cuyo nombre marca un emblema para Querétaro, el Estadio Corregidora.
A escasos 400 metros del Coloso del Cimatario, como muchos lo han decidido nombrar, la LX Legislatura del estado recibía, como local, al conjunto integrado por cuatro de los funcionarios públicos cuya responsabilidad pública tiene que ver con temas se seguridad y protección civil.
Con el diputado panista Antonio Zapata, presidente de la Comisión de Seguridad Pública y Protección Civil, fungiendo como árbitro del encuentro legislativo avaló, junto con el secretario Ricardo Astudillo, el inicio de las “hostilidades”.
Con un esquema netamente defensivo, que por momentos hizo recordar aquellas férreas defensas italianas; la línea de cuatro, integrada con la “pareja de centrales” de Miguel Ángel Contreras, Secretario de Seguridad Ciudadana y Antonio Rodríguez Di Bella, director de Protección Civil y con los laterales, literalmente así se sentaron en el presídium, Juan Luis Ferrusca Ortiz, titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Municipio de Querétaro y el Director de Protección Civil del Municipio capitalino Francisco Ramírez Santana, como acompañamiento, pero con un juego poco trascendente, casi desapercibido.
A las 11:40 del 17 de marzo, 12 días después de los hechos violentos en el estadio Corregidora inició la comparecencia.
Luego de unos minutos de planteamiento del problema, en el que los funcionarios esgrimieron responsabilidades intentando desmarcarse de su responsabilidad, fueron recibiendo de a poco y en bloque de tres en tres, las preguntas de 10 de los 25 diputados, nueve de oposición, más Guillermo Vega, líder de la bancada del PAN, quien realizó cuestionamientos a nombre de sus compañeros y ya no estuvo presente al final de la sesión.
“¿Por qué se llevó a cabo el encuentro?”, fue una de las primeras preguntas cuestionadas a los funcionarios.
“Porque se cumplieron con todos los protocolos. Debo manifestar que la directiva y la empresa de seguridad privada expresaron antes y durante el evento contar con la totalidad de los elementos de seguridad requeridos para la realización del partido”, algo que creyeron y confiaron del todo los funcionarios de protección civil en el estadio.
“Se tenían satisfechos el Artículo 89. No sé corroboró, ya que la empresa y directiva manifestó por escrito que estaba cubierto el tema de seguridad, con los elementos de seguridad privada”, reiteró Rodríguez Di Bella.
Luego de que Carlos Rodríguez Di Bella pasara el balón a la empresa de seguridad privada, el Secretario de Seguridad Ciudadana, Miguel Ángel Conteras explicó que los policías estatales se encargaron de custodiar, antes del partido, llevar al estadio, proteger de las agresiones y escoltar a la frontera con Guanajuato y a sus respectivos hoteles a los aficionados del Atlas.
“De la porra de los aficionados de Gallos, de su cateo y vigilancia se encargaría la empresa de seguridad privada, de acuerdo al compromiso acordado”, expresó el funcionario estatal.
Rodríguez Di Bella, el Director de Protección Civil aficionado a la pesca, motivo por el cual no estuvo presente, fue cuestionado justamente por eso, por el diputado del PRI Paul Ospital, quien sacó del letargo la comparecencia al afirmar que llevaba una veintena de preguntas para los funcionarios públicos.
Corría el minuto 58, y con casi una hora de comparecencia, Ospital Carrera lanzó un disparo fuerte y colocado al preguntar en dónde se encontraban físicamente los dos principales responsables del estado en materia de seguridad la tarde del 5 de marzo.
“Se dice que el director de Protección Civil se encontraba participando en un torneo de pesca y el de titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana en una fiesta de cumpleaños”, algo que Rodríguez Di Bella aceptó, pero que Contreras Álvarez no confirmó, ni negó, lo que sí dijo, sin especificar cómo ni dónde, es que “siempre estuvo al tanto, coordinando el operativo de seguridad”.
Dichos cuestionamientos del diputado del PRI derivaron en una “tarjeta amarilla” que mostró Zapata Guerrero al considerarlo como “juego peligroso”.
Dos horas después, y para sanitizar, el salón se convocó a un receso para reanudar le comparecencia 20 minutos después, pausa que se dio en dos ocasiones más, dada la duración de cuatro horas y media de la comparecencia histórica.
El resto del “compromiso” motivado mucho por el gobernador Kuri, para ver quizá el desempeño de sus pupilos, siguió bajo los porqués y los cómos y con las respuestas que apuntaban a la empresa de seguridad privada y al club Querétaro como los principales responsables.
Tuvo que venir de nuevo un ataque por parte de la oposición, quien a través de Juan José Jiménez, lanzó un centro peligroso al cuestionar si los funcionarios renunciarían a sus puestos, balón que cortó de tajo Rodríguez Di Bella, quien aseguró que él no renunciaría.
“En tiempos de crisis no es el momento para renunciar; mi puesto lo nombra el gobernador y él es quien me puede remover”, despejó fuerte el balón con destino a la Casa de Gobierno.
“¿No debieron haber elementos de seguridad pública al interior del estadio?”, otra de las grandes dudas generales.
“Sólo nos solicitaron 100 elementos, y nosotros enviamos 134”, afirmó el Secretario de Seguridad Ciudadana, quien incluso dijo que su dependencia tiene muchos frentes por atender”, por lo que tienen que tener elementos en varias partes del estado. “Miren, justo en este momento me están informando de un enfrentamiento en Apaseo el Grande, por lo que tenemos que enviar elementos para reforzar la frontera con Guanajuato”, explicó para salir con la cabeza levantada.
La comparecencia avanzaba, varios diputados, sobre todo los de Acción Nacional ya no estaban en el salón, cuando vino la pregunta que nadie había hecho. “Se ha hablado mucho de que la policía estatal vigiló todo el tiempo a los aficionados del Atlas, pero quién custodiaba a los aficionados de Gallos, a los que fueron agresores”, cuestionó la diputada Andrea Tovar.
“La custodia de la afición de Gallos correspondía a los elementos de seguridad privada contratados por el Club Querétaro”, reiteró, para que no quedara duda, Miguel Ángel Contreras.
Al final se cayó en un encuentro repetitivo, la comparecencia se estancó, quizá por el cansancio de más de cuatro horas de preguntas y respuestas, pero mientras esto sucedía en el Hospital General se anunciaba que Esteban Hernández “El Razor”, era dado de alta y sería trasladado a Jalisco.
La tragedia, como la llamó el gobernador Kuri González no creció más, muchos lo atribuyen a un milagro, pero la realidad, y en eso sí coincidieron todos, en las palabras de Rodríguez Di Bella: “Gracias a los paramédicos, al Triage que se montó en el estadio y a la oportuna atención médica no se perdió ninguna vida”, palabras que recuerdan a los verdaderos héroes de esta historia, a aquellos que ayudaron a salvar a los heridos.
Finalmente los funcionarios se comprometieron a dar más explicaciones y volverse a reunir ya que terminen las investigaciones, en lo que quizá sea el “juego de vuelta”, toda vez que el encuentro de ayer finalizara “empatado”, pero con un ligero sabor a triunfo por parte de los comparecientes, a no ser que el “DT”, Mauricio Kuri, determine otra cosa y realice cambios en su plantel.