En mi primera predicción del año indique que el crimen organizado se sofisticará y seguirá su expansión en México y, que esto repercutirá en muchos temas nacionales, afectando el tejido social y aumentando, la violencia, hasta la disminución de la competitividad y crecimiento económico. También expliqué que para empeorar las cosas tenemos el fenómeno de la migración que, por la debilidad institucional de México y la facilidad para introducirse al país, atrae a miembros de distintas mafias de varios países. Concluí que al final del día la situación en México será más compleja a largo plazo en relación a la actual crisis en Venezuela. Varias personas me escribieron con preguntas de porqué predecía un incremento de la presencia de mafias en territorio nacional. Aclaro un poco más.
México es una economía más diversa y sofisticada que la venezolana. Ni en los mejores tiempos de Chávez iba a ser tan atractivo para el crimen organizado posicionarse en ese país. Además del gigantesco imán del mercado estadounidense, en la actualidad México ofrece una amplia gama de posibilidades de negocios para todo tipo de mafias, que viene aparejado con altos niveles de permisividad. Tales como los ahora sonados derechos de piso a los aguacateros, hoteleros, limoneros, abarroteros, empresas e industrias de toda índole, minería y a todos los niveles. México tiene un robusto ecosistema del crimen; tráfico de armas, personas, drogas, secuestros, extorsiones, robos de transportes, etc. Todos los días aparece uno nuevo en los periódicos. Según se dijo después de las últimas elecciones al parecer también están incursionando en política. ¿Habrá algún otro país con esta cantidad de oportunidades de negocio para el crimen organizado con una economía de un tamaño similar?
Ahora, avanzo con otras predicciones: ¿Bajará la inflación? ¿Cómo estará el crecimiento económico?
Empecemos por lo que entendemos por inflación. Esta es una de las palabras peor utilizadas en economía. El economista Michael Bryan explicó algunos años atrás que la palabra originalmente describía moneda y dinero, no precios. Se refirió a un aumento en la cantidad de papel moneda en circulación relativo al metal precioso (o dinero) que lo respaldara. Más tarde, el término se refirió a la cantidad de dinero en circulación en relación con la cantidad necesaria para el comercio. Hoy, sin embargo, se ocupa esta palabra para referirse a un aumento sostenido de precios o incluso al aumento de precios de un bien específico. En la actualidad tenemos innumerables tipos de inflación: inflación del precio del petróleo, inflación de la atención médica, inflación salarial, etc. El resultado de esta evolución es que las personas ya no distinguen entre dos tipos muy diferentes de presión sobre los precios. Sea inflación o un “incremento de precios de una sola vez” como le llaman algunos expertos. En ambos casos, el resultado final es que los consumidores pagan más. Por ejemplo, el incremento de una sola vez de la renta de la vivienda, sin inflación en el resto de la economía, puede ser desastroso para muchas familias. Al final del día, lo que las familias necesitan es que no haya incrementos en los precios.
Mi predicción: La inflación o el incremento de precios de bienes o servicios de una sola vez en el año, estará por encima del 6%. Por otro lado, el crecimiento de la economía este año será entre el 1% y el 1.4%. En estas predicciones considero también la guerra de Ucrania y que el gobierno gastó todos los ahorros que existían para eventos inesperados.
En estas predicciones retomo las palabras de Kahneman, predecir es más un arte que una ciencia, es una mezcla de sentido común, experiencia, conocimiento técnico y suerte, en el mejor de los casos.