El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó este miércoles que Rusia también es una amenaza para países europeos como Polonia y las repúblicas bálticas ya que el presidente ruso, Vladímir Putin, quiere “desgarrar” Europa.
“Estoy seguro de que Polonia también está en peligro. De hecho, el continente entero está en riesgo mientras Rusia tenga la posibilidad de atacar a otro Estado”, aseguró en una entrevista con el semanario alemán “Die Zeit”.
Zelenski advirtió además de que otros países querrán emular a Rusia y atacar a sus vecinos si no se detiene ahora a Moscú, por lo que la defensa de Ucrania constituye en realidad “una acción global contra la guerra” con la que disuadir a posibles atacantes.
En cuanto al peligro de que Rusia desencadene una guerra nuclear, el presidente ucraniano se mostró convencido de que se trata de un “farol”, ya que “una cosa es ser un asesino y otra distinta es ser un suicida”.
“La amenaza de Putin muestra más bien debilidad. Uno sólo amenaza con usar armas nucleares si todo lo demás no funciona,” aventuró Zelenski, quien pronosticó que Rusia no obtendrá una victoria ya que Ucrania y la comunidad internacional tienen la capacidad de “parar la invasión”.
El líder ucraniano advirtió no obstante de que las armas que recibe su país no son suficientes y que hace falta más apoyo en vista de que la “barbarie” del ejército ruso, al que acusó de cometer crímenes de guerra, no tiene visos de acabar.
“Si las sanciones fueran suficientes, la ofensiva ya habría terminado,” reprochó el presidente, quien señaló que los países occidentales siguen comprando petróleo y gas a Moscú y muchas empresas siguen presentes en el mercado ruso.
Por el contrario, pidió un embargo económico completo contra Rusia y la exclusión de todos los bancos rusos del sistema de pagos internacional SWIFT, así como la exploración de las diversas posibilidades para implementar una zona de exclusión aérea sobre Ucrania.
Preguntado con respecto a la oferta estadounidense de evacuarle a él y a su familia, Zelenski se reafirmó en que se quedará en Kiev “con el pueblo”.
“Duermo poco, bebo mucho café y mantengo muchas conversaciones y negociaciones,” describió el presidente ucraniano su vida desde que comenzó la guerra el pasado 24 de febrero.