La comida, los antojitos y los postres queretanos han ido evolucionando en Querétaro, sobre todo tratándose de la oferta popular que ya no se agota en las enchiladas, los guajolotes, las gorditas y patitas. Hoy ya tenemos -traídas de la CDMX- las tortas de tamal y más recientemente las de chilaquiles, que ya se anuncian hasta en El Pata. Pero como la creatividad queretana no conoce límites (¿se acuerdan de las manteconchas?) ahora tenemos las ¡tortas de nieve de La Cañada!, elaboradas por Efraín Salinas, mejor conocido como Julina, según nos ha presumido el colega Iván González. Ya lo vimos todo.