Tercera y última parte
En agosto de 1978, durante su participación en el Primer Simposio sobre los Problemas del Desarrollo Histórico de Querétaro, Wigberto Jiménez Moreno habló respecto de la también mítica fundación del pueblo de San Juan del Río en junio de 1531 y planteó: “[… creo que tenemos que hacer más caso al Códice Otomí de Huichapan […], en ese códice se dice claramente que fue en el año de 1526 y es más lógico que estando más al sur San Juan del Río que Querétaro se fundara antes].
Tres años después, Rafael Ayala Echávarri, autor de San Juan del Río. Historia y Geografía, alude también al códice otomí elaborado en San Mateo Huichapan, el cual califica de “raro” pero asienta que “es de sumo interés para nuestro estudio histórico, por contener el calendario otomí, ritos y costumbres de los indios otomíes fundadores, de San Juan del Río y Querétaro”. Sin embargo, no hace ningún apunte con respecto al folio 68 del manuscrito de finales del siglo XVI, donde viene la anotación Ændehe æn s[a]n iuan, -que al parecer se refiere a San Juan del Río, Querétaro-, la cual se encuentra en la parte superior de los glifos correspondientes a los años 1525 y 1526.
En su tesis doctoral titulada Los otomíes: cultura, lengua y escritura, David Wright (2005) refiere que la mayor parte de los registros del Códice de Huichapan se refieren a sucesos del pueblo de Huichapan, aunque se nombran otros lugares como Querétaro, San Juan del Río, Tecozautla, Jilotepec, Chapa de Mota y la ciudad de México. Al hablar sobre el autor de la mayor parte de los textos otomíes del manuscrito, fray Juan de San Francisco, precisa que son pocas las glosas o inscripciones que muestran una caligrafía diferente a la de éste: un párrafo en el folio 14 verso, las glosas de los topónimos en el folio 5 (recto y verso) y otra glosa en el folio 34 recto, que presenta también variantes ortográficas en relación con los demás textos: “Ændehe æn s[a]n iuan”.
[…] El pueblo glosado como Andehe, visto en el contexto de geografía política, puede ser San José Atlan, ubicado a pocos kilómetros de Huichapan hacia el sudoeste, o bien San Juan del Río, en el estado de Querétaro, que hacia mediados del siglo XVI estaba incluido en la encomienda de Jilotepec […]
En el folio 34r, un autor distinto a la persona que escribió los demás textos en otomí identificó el pueblo de Andehe con San Juan (probablemente San Juan del Río, Querétaro, no lejos de Huichapan). De acuerdo con Wright, el topónimo otomí Andehe se traduce así: “El agua/el río”.
En el blog San Juan Iztacchichimeca (2016), José Luis Hernández Peña alude la cita en el Códice de Huichapan sobre San Juan del Río y el año 1526. Señala que algunos autores recientes -sin nombrarlos-, sin más fundamento, lo han tomado como la fecha de fundación de San Juan del Río; han llegando al extremo de igualmente indicar que es el año de la fundación hecha por Juan Mexici, mencionado por Rafael Ayala en su libro San Juan del Río. Geografía e Historia.
“En lo personal -dice Hernández-, difiero de ello. La simple anotación no aclara nada, solamente el nombre, aunque por otro lado, ya he expuesto en otras entradas, que el nombre original del asentamiento indígena al sur de la actual ciudad en otomí era TAXIMACU (“Chichimeca Blanco”). ¿Porqué no le pusieron así? Si se refiere al pueblo fundado por los españoles, San Juan del Río, entonces no fue en esa fecha, aun ateniéndonos a la fecha mítica de la fundación, sería 1531. La mención de Juan Mexici, también es incidental, el nombre no aparece en el códice Huichapan, pero quienes quieren enlazarlo, toman su nombre de otro documento y lo colocan en la fecha y fácilmente dicen que ‘Juan Mexici fundó en 1526 el pueblo de San Juan del Río”.
Conclusiones
Con base en lo anteriormente expuesto, resulta claro que el poblamiento en el Valle de Querétaro tuvo lugar hacia el año 1526 con el establecimiento en el sitio de La Cañada del grupo otomí procedente de la provincia de Xilotepeque, encabezado por el indio Conni -originario de Nopala, llamado así en la gentilidad y que después de ser bautizado tomó el nombre de Hernando de Tapia -como aparece en muchos documentos del siglo XVI-, aunque los franciscanos en sus crónicas del siglo XVIII lo llamaron Fernando de Tapia, como se le conoce hasta la actualidad.
Las fuentes primarias en ningún momento hablan de la participación del cacique otomí Nicolás de San Luis Montañez -presunto tío de Conni- en la fundación y colonización inicial del pueblo de indios de Querétaro. De ahí que la figura más destacada en este proceso fue Hernando o Fernando de Tapia, a quien se reconoce como el primer gobernante de Querétaro que luchó por su autonomía política, objetivo que no logró por la oposición de los caciques de Xilotepeque. De innegable mérito suyo es la fundación del pueblo, y más su decisiva intervención en la disposición del nuevo asentamiento en las faldas del cerro del Sangremal.
Asimismo, el lugar donde se asentaron los otomíes que salieron después de la conquista de la gran ciudad de México-Tenochtitlan por los invasores españoles, se conoció durante la época prehispánica como Tlachco -que en náhuatl quiere decir “en el juego de pelota”-, como lo nombraban los mexicas. Así lo confirma el expediente de 1536 estudiado por Lourdes Somohano y José Ignacio Urquiola, así como el análisis hecho por Juan Ricardo Jiménez del manuscrito que contiene el Pleito Grande (1531-1585), conservados ambos en el Archivo General de Indias, en Sevilla, España. Lo mismo que dos documentos de 1554 dados a conocer por José Antonio Cruz Rangel en 1997, depositados en el Archivo General de Notarías del estado de Puebla.
Tampoco hubo un acto de conquista con el empleo de las armas por los españoles para someter a los chichimecas que vivían dispersos en los valles de la región queretana desde el siglo XII y a los otomíes que llegaron tras la caída Tenochtitlan. Conni usó medios pacíficos para atraer a los chichimecas. El encomendero Hernán Pérez de Bocanegra tampoco habló de conquista, sino de convencimiento. Mientras que las expediciones de Guadalajara de 1531 y 1533 realizadas por Maximiliano de Angulo y Juan de Oñate, por órdenes del gobernador de la Nueva Galicia, Nuño de Guzmán, quedaron en simples escaramuzas con los indígenas y no en actos fundacionales.
En cuanto a la “leyenda dorada” de la fundación del pueblo colonial de Querétaro, como bien lo señala Andrés Garrido del Toral, de ninguna manera es despreciable; “nos da identidad y cuerpo social, es la visión medieval del cronista Espinosa, pero lleva a muchas confusiones que desde el siglo XX hemos tratado de aclarar”. Además, agregaríamos, forma parte del imaginario colectivo y ha permitido conservar inalterable la tradición, al grado de que los queretanos seguimos celebrando hasta la actualidad cada 25 de julio el aniversario de la fundación de nuestra histórica ciudad.
Propuesta
A cuatro años de cumplirse cinco siglos del origen del pueblo de Querétaro, es oportuno plantear la posibilidad de que el Gobierno del Estado, junto con los municipios de Querétaro, El Marqués, Corregidora, Huimilpan y San Juan del Río, así como la Universidad Autónoma de Querétaro y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, realice en el 2023 un evento académico de alto nivel, donde se expongan los temas aquí abordados y los especialistas de diversas instituciones de educación superior presenten de forma sintética el resultado de las investigaciones realizadas durante las últimas dos décadas.
Del 29 al 31 de agosto de 1978, en el auditorio del Museo Regional de Querétaro se verificó el Primer Simposio sobre los Problemas del Desarrollo Histórico de Querétaro, que -a decir de Margarita Velasco Mireles, una de las coordinadoras del mismo- se organizó “en vista de la necesidad de realizar una reunión en la que se planteara la problemática referente al devenir histórico del Estado de Querétaro, tanto en la evaluación de las investigaciones realizadas hasta el presente, así como ofrecer nuevas perspectivas […]”
Los temas que se abordaron fueron: Medio Ambiente, Arqueología, Documentos y Fuentes, Indigenismo y Problemas Actuales. Participaron historiadores, antropólogos e investigadores de diversas especialidades, tanto locales como de la capital del país. Estuvieron, entre otros, Carlos Tang Ley, Adolfo Langenschaidt, Ignacio Pila Luján, Enrique Wagner, Lauro González Quintero, Beatriz Braniff, Antonio Flores, Alfonso Adame Negrete, Noemí Castillo, Margarita Velasco Mireles, Arturo Romano Pacheco, César Quijada, Juan González Jáuregui, José Antonio Pompa, José Durán, Mariano Amaya, Rafael Abascal, Margarita Magdaleno, Leonardo Manrique, Wigberto Jiménez Moreno, Rosa Brambila, Jaime Litvak, Manuel Septién y Septién, María Teresa Martínez y María Elena Galaviz de Capdevielle.
El simposio fue posible gracias al interés mostrado por el gobernador Antonio Calzada Urquiza, a través de la Dirección de Promoción Cultural y el FONAPAS, así como a la apoyo de la Sociedad Mexicana de Antropología. En 1981, para conmemorar dignamente la celebración del 450 Aniversario de la Fundación de la ciudad de Querétaro, el gobernador Rafael Camacho Guzmán ordenó la publicación de varias obras de interés para la historia de nuestra ciudad; al tener conocimiento de que se hallaba prácticamente inédita y desconocida por la mayor parte de los queretanos la obra que contenía el conjunto de estudios relacionados con el desarrollo histórico de Querétaro y que fueron expuestos tres años antes durante el simposio, acordó llevar a cabo la publicación de todos los trabajos en una obra que se tituló Problemas del Desarrollo Histórico de Querétaro.
Desde entonces no se ha llevado a cabo un evento académico similar. Por lo que, a 44 años de aquel primer simposio donde reconocidos estudiosos de la historia abordaron ampliamente el tema, resulta pertinente considerar la realización de un nuevo simposio con la participación de los especialistas más reconocidos, tanto queretanos, nacionales y extranjeros. Las conferencias magistrales, ponencias, artículos y discusiones que se presenten en el mismo, podrán conjuntarse en varias obras editoriales de divulgación, divididas acorde a los temas que se aborden, para ser presentadas durante el 2026, cuando se conmemoren los 500 años del origen del pueblo de indios de Querétaro, el cual, a partir de 1655, se convirtió en la Muy Noble y Leal Ciudad de Santiago de Querétaro, hoy convertida en Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Los temas generales del simposio serían: Los pueblos originarios de los valles queretanos, el semidesierto y la Sierra Gorda; Presencia de las culturas chupícuaro, teotihuacana y tolteca en el estado de Querétaro; Poblamiento, fundación, colonización y evangelización de los valles de Querétaro y San Juan del Río; El origen del pueblo de indios de Querétaro; Los autores de la evangelización inicial del pueblo de Querétaro: ¿Frailes o seculares?