Pocas cosas en la vida se acaban por decreto. Muchas menos aún por una simple declaración o el lindo vuelo de un pañuelito blanco. Pero en México, donde todo puede pasar, la corrupciòn ha sido erradicada.
Es cosa maravillosa: la hemos aniquilado en tres años de gobierno, mientras el Covid sigue vivo. Y aquello era más difícil. Pero pronto domaremos a la pandemia. Si la corrupción se enquistó en el cuerpo y el alma nacionales desde los tiempos de Cortés, hemos matado al caballo de la peste. Al peor cáncer a la peor enfermedad del alma.
Así pues, hagamos un cucurucho con los pliegos de la Auditoría Superior de la Federación cuyo trabajo de escudriñar papeles ya viene siendo cosa inútil. Si no hay corrupción tampoco debe haber revisión.
Pero mientras eso termina de suceder, la ASF ha planteado un conjunto de irregularidades en los gobiernos estatales,cuyo monto es muy alto: 39 mil 565.8 millones de pesos del gasto federailizado. Solamente en la CDMX, hay turbiedad en 6 mil 235 millones de pesos. Pero pronto quedará todo explicado y limpio como una patena. Se debe cuidar a la regenta. No se vaya a ofrecer.
Y en ese conjunto de las detecciones irregulares el gobierno de Oaxaca ha salido rápidamente a explicar la parte en la cual se le señala. Nada más, 4 mil 800 millones por aclarar. Esta es parte de la información divugada por el Ejecuitivo oaxaqueño.
“…A partir de la fiscalización de los recursos al Gobierno del Estado de Oaxaca, desde el ejercicio 2018 al 2020, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha realizado observaciones en las auditorías al Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA) y al cumplimiento de las disposiciones establecidas en la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas (LDF) a los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), relacionadas con la incorrecta clasificación en el capítulo 3000 “Servicios Generales”, en la partida específica 326 “Servicios para programas adicionales”, del gasto ejercido en el pago de nómina de personal regularizado y formalizado, mismo que corresponde al capítulo 1000 “Servicios Personales”.
“Cabe destacar que estas observaciones son de carácter plenamente administrativo y que no existe ningún tipo de daño patrimonial a la Hacienda Pública Federal…
“…Esta problemática deriva de la complejidad de la estructura contable, la poca claridad en la conformación de las nóminas y la ambigüedad en lo descrito en el Convenio Federal de Recursos del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, celebrado en 2008 para dar cobertura a las modalidades de contratación formalizados y regularizados.
Sin embargo, a lo largo del tiempo y por las necesidades propias del sector salud surgieron nuevas modalidades de contratación como la de “eventuales”, pasando la plantilla de personal del sector salud de 7 mil 478 personas en 2004 a 17 mil 925 para inicios del 2016.En este periodo se incrementó exponencialmente el gasto…
Es por ello que, aunque a partir de 2016 se ha logrado disminuir la plantilla de personal del sector en un 11.8%, en el ejercicio 2021 el adeudo histórico de Servicios Personales ascendía a 13 mil 812 mdp por obligaciones patronales no pagadas. Ese mismo año, el déficit presupuestal para cubrir de manera correcta el pago de la nómina corriente era de mil 608 mdp generados por 5 mil 118 plazas sin cobertura presupuestal, al tiempo que se estaba atendiendo una crisis sin precedentes derivada de la pandemia…”
“…Con el apoyo de la ASF… se logró trazar una ruta para regularizar las faltas en los registros contables y generar al fin una solución integral a la crisis financiera que presentaban los Servicios de Salud de Oaxaca”.
En fin, estos y otros argumentos muestra el gobernador Murat. Le toca a los especialistas analizarlos, revisarlos y admitirlos o no, pero lo notable es la atingencia para atender un señalamiento.