- Investigación y denuncia, armas del periodismo serio
- Kuri y Arredondo se solidarizan con prensa queretana
- Murió Maurilio Bravo, juez de callejón en la Santa María
- Gilberto Herrera entre los 59 defensores del presidente
Acechanza.
El periodismo en México vive, desde hace ya algunos años, su mayor peligro en la hipersensibilidad de gobernantes con poca tolerancia a la crítica, empresarios que se sienten mafiosos y, por supuesto, los grupos criminales reproducidos como hidras en nuestro ensangrentado territorio nacional.
Por eso, con un periodista asesinado cada semana en este 2022, el gremio ha alzado la voz ante el sentimiento de indefensión y la indolencia de las autoridades.
Decía Juan Antonio del Agua en su Fuente de El Marqués que el mecanismo de protección a periodistas es una vacilada que se presta solamente a los intereses del gobernante en turno. Y es verdad. Los de esta casa editorial lo hemos vivido cuando levantamos denuncia por agresiones del anterior mandatario estatal.
Nadie en PGR ni Segob, áreas de las que dependían la fiscalía y luego puesta en marcha del “mecanismo”, se tomaron en serio el asunto. Ofrecieron un “botón de pánico” y apoyo moral contra la fuerza de quien desde senador y después gobernador escalaría en sus ataques a PLAZA DE ARMAS.
Nosotros hicimos lo que debíamos: denunciamos y continuamos con nuestro trabajo informativo.
Por eso hoy, cuando compañeros de arma dieron la espalda a los dirigentes estatales de Morena, cuyo líder moral ataca un día sí y el otro también a comunicadores, exhibiendo sus sueldos y escarbando en el registro público de la propiedad y ante el INAI, lo menos que podemos hacer es solidarizarnos con la acción.
Chayoteros, los llamó en el restaurante 1810 la secretaria de finanzas de ese partido en el estado y exigió respeto para su dirigente, Mauricio Ruiz Olaes, “El Licenciado”. Respeto, por cierto, que el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha tenido para con los comunicadores asesinados ni para los que han presentado trabajos de investigación sobre su entorno.
En fin, los reporteros que ayer dieron la espalda a los morenistas en la conferencia de prensa, merecen todo nuestro apoyo, pero considero que la mejor forma de honrar el oficio y fortalecerlo, es haciendo trabajos de investigación, reportajes, notas, que denuncien la gran corrupción en los distintos niveles de gobierno.
Que exhiban a los Aguilera, los Olaes, los…
Es ahí donde les duele. Lo otro, el dar la espalda en una conferencia, en un congreso o bajar las cámaras, es un acto de rebeldía, de hartazgo, de impotencia, que dos días después será solamente anecdótico para ellos, los políticos. Y no digo que esté mal hacerlo, claro que no, pero la protesta debe acompañarse por un gremio unido, sólido, comprometido con el lector, radioescucha, televidente o seguidor. Que sea más profesional. Más preparado a la hora de cuestionar, de investigar, de escribir.
Porque algo me queda claro: Los delincuentes, jefes de plaza, funcionarios, policías o sicarios, no se van a detener cuando han tomado una decisión de atentar contra la vida de un periodista, por darle la espalda a los politiquillos de un presídium. No. Los criminales, de cualquier bando, se lo pensarán dos veces para ir contra un colega cuando mayor es su trabajo, su entrega y forma parte de un colectivo unido, leal y respetable.
Lamento mucho la muerte de valerosos comunicadores cobardemente asesinados en Tijuana, Oaxaca o algún municipio de Michoacán o Veracruz. Son la parte más delgada del hilo. Pero insisto: Hay que manifestarse contra la ineptitud o el contubernio de las autoridades, sí.
Honremos la memoria de los que ya no están aquí haciendo un mejor periodismo en el espacio que nos corresponde: impreso, tele o radio. En las decenas de páginas web o en las redes sociales. Y denunciemos, por favor. Denunciemos al fiscal, al policía, al funcionario (federal, estatal o municipal), al sicario o al narco. Al empresario transa. Honremos a los cientos de periodistas asesinados en México y el mundo.
El día que logremos sumar a todo el gremio en un solo grupo, sin egos, filias ni fobias, entonces sí, todos los que nos han atacado por un flanco u otro, se pondrán a temblar.
Mientras eso no suceda aquí en Querétaro o México, seguiremos siendo una cifra más de la delincuencia organizada que tiene picaporte en palacios de gobiernos estatales, municipales y, por supuesto, en el federal.
Unámonos.
-OÍDO EN EL 1810-
Solidarios.
El gobernador Mauricio Kuri, la presidenta del PRI estatal, Abigail Arredondo y algunos alcaldes, han expresado su apoyo a los reporteros queretanos.
Afortunadamente, aquí no se ha llegado al extremo de matar a algún periodista, pero estados como vecinos como Guanajuato, Hidalgo, Edomex, Michoacán y SLP, no pueden decir lo mismo.
Lamentablemente.
-¡PREEEPAREN!-
Anoche.
Se presentó el primero de tres conciertos del músico Pancho Varona y su Banda del Pirata Cojo en Prado 33 –antes Chava Invita- con lleno total.
Es español que ha acompañado a Joaquín Sabina por más de 40 años con quien ha compuesto más de 100 temas, tendrá dos presentaciones más: el viernes 18 y sábado 19.
El sitio se ubica frente a la antigua estación del ferrocarril.
Imperdible.
-¡AAAPUNTEN!-
Maurilio.
Hace poco más de 10 años, en diciembre de 2011, el Ayuntamiento de Querétaro nombró a Maurilio Bravo Herrera como juez de callejón en la Plaza de Toros Santa María, mismo cargo desempeñado durante décadas por su padre, del mismo nombre.
De su muerte, ocurrida el martes, nos avisó Karla Verástegui.
Una oración por él.
-¡FUEGO!-
¡Ah, traidorzuelos!
Gilberto Herrera Ruiz, representante de Querétaro ante el Senado de la República, es uno de los 59 senadores firmantes (56 de Morena y tres del PES) de la carta de apoyo incondicional al presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de las calumnias de la oposición, críticos, intelectuales y periodistas por considerar que el mandatario “encarna a la nación, a la patria y al pueblo”.
¡Porca miseria!