Me puedo imaginar la cara de sorpresa del Gobernador Mauricio Kuri cuando dos de sus colegas se lanzaban de guantones, se arañaban, se tiraban tarascadas y se daban pellizquitos de monja. El convivio convertido en un zipizape de cantina. Ojalá que el Gobernador pueda también imaginar la sorpresa que provocó en los dueños de automóvil cuando recibieron el descontón fiscal del reemplacamiento. Con una gran diferencia, no eran espectadores del sorpresivo golpe bajo sino las víctimas.
La decisión es torpe e insensible en forma hemisférica, pues las explicaciones y justificaciones son más desafortunadas y bochornosas que el desliz mismo. El Gobernador dijo con lo que estoy de acuerdo: “No hay un momento específico en donde sea menos complicado anunciar medidas de esta naturaleza”. Efectivamente, no hay un buen momento para cualquier golpe despiadado al bolsillo, lo que sí estoy seguro es que no pudo elegir otro peor: gastos de diciembre, deudas como un tsunami, covid, un nuevo virus, fuga de capitales, cierre de negocios. Como últimos clavos de la cruz: regreso a claes, la recuperación económica paralizada y el país inmerso en un proceso inflacionario desatado. No, no hay momento para estas medidas, pero con sensibilidad de muñón eligieron el momento “más pior” y dramático del país.
Los autogoles continuaron. El gobernador afirmó en su defensa: “El costo es caro o barato, todo depende según quién lo vea”. No hay necesidad de particularizar, “depende según quién lo vea”, cualquier contribuyente puede ver que el impuesto de Kuri es hasta tres veces más caro que el de otros estados. Al respecto del dicho del gobernador me fue inevitable recordar esta anécdota.
Se celebraba una fiesta de quince años y la festejada era una joven alta y fortachona. Los padrinos se turnaban para bailar con ella, cuando sólo faltaba uno, quien por cierto la espera la había utilizado para beber, la festejada agitada le dijo: “Estoy toda sudada, creo que estoy un poco subida de peso”. El padrino para consolarla le comentó: “Todo depende, en Estados Unidos hay tiendas con ropa especial y clubs donde podrías pasar hasta como normal”. La quinceañera al escucharlo empezó a gimotear, el padrino la abrazó y le dijo: “No llores mi amor, yo estoy tan cerdo como tú”. Esta es una variante de la forma con la que se quiso reconfortar del reemplacamiento. ¿Caro? ¡No! Todo depende.
El Gobernador afirmó: “Querétaro es Querétaro gracias a que tenemos una gran ciudadanía de participación” (Sic). El apoyo de los ciudadanos está condicionado. Afirma Henry Levy que nuestra civilización occidental tiene la tendencia de la “Diet Coke”. Se quiere azúcar sin calorías, mantequilla sin grasa, nacimiento sin dolores de parto, muerte sin sufrimiento”. Si el Gobernador Kuri quiere una sociedad participativa necesita Informar. Pero algo fundamental, oportunamente, Se está consciente que placazo dado ni Dios lo quita, todo lo que se dice después, incluso, haciendo énfasis en las excepciones al pago, francamente se escuchan como pretextos para una medida que se manejó mal políticamente y realmente se pasó en el precio.
El Señor Gobernador quedó en calidad del cohetero que siempre es criticado: si suena, porque suena, si no suena, porque no suena. Si Kuri da marcha atrás al impuesto, quedará como un gobernador débil, si se sostiene, será un gobernador autoritario. ¿Todo depende de…cuál es el costo político que quiere pagar?