- Cartas de nuestros políticos a Reyes Magos
- Lupita Murguía se restablece del Covid-19
- Presentan el libro sobre Monseñor Septién
- Carmelo Mendieta ya cumplió un año preso
Da mucho coraje.
Ricardo Anaya Cortés debería comparecer el 31 de este mes, de manera presencial, ante Marco Antonio Fuerte Tapia, juez de control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte en la Ciudad de México, dentro de la carpeta de investigación en donde se le acusa de asociación delictuosa, operaciones con recursos de procedencia ilícita y cohecho por los supuestos sobornos autorizados por el presidente Enrique Peña Nieto para aprobar la reforma energética.
Y digo debería porque es muy probable que el ex candidato presidencial del PAN, autoexiliado en algún lugar de los Estados Unidos, no acuda a esa cita porque el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le podría aplicar la Fórmula Robles y detenerlo, como él mismo lo ha advertido en los videomensajes subidos a las redes.
¿A poco no?
De no acudir, claro, las autoridades mexicanas estarían en condiciones de emitir una ficha roja y solicitar a la Interpol su detención en territorio estadounidense, como lo han hecho en otros casos.
Sin embargo, fuentes regularmente bien informadas aseguran a este armero que el queretano Ricardo Anaya Cortés ya habría solicitado asilo al gobierno de Joe Biden con el argumento de ser perseguido político y no un delincuente como pretende caracterizarse.
En su defensa obran no solamente los videos de los debates presidenciales del 2018 sino los de numerosas conferencias mañaneras de Palacio en donde fue aludido y criticado por el primer mandatario de la nación.
Este columnista ignora si hay o no evidencias de lo que se le acusa, porque desconoce las pruebas presentadas e integradas por la Fiscalía General de la República en el expediente que, según los abogados defensores, consta de más de 137 mil hojas.
Como se recordará, el asilo es reconocido internacionalmente para los perseguidos, de acuerdo con el artículo 14 de la Declaración de los Derechos Humanos. En 26 días sabremos si Anaya, que ha expresado su deseo de contender nuevamente por la Presidencia de la República, comparece o no ante el juez ¡Fuerte Tapia! o si antes le es concedido el amparo por parte del gobierno de los Estados Unidos, con el que Mexico mantiene importantes intereses.
Así de fácil.
Así de difícil.
-OÍDO EN EL 1810-
Cartas.
Que algunos políticos queretanos ya enviaron sus peticiones a los Reyes Magos.
Mauricio Kuri, aplacarse.
Lupita Murguía, salud.
Luis Nava, Roberto Sosa y Agustín Dorantes, una senaduría.
Ricardo Anaya, asilo en EU.
Santiago Nieto una senaduría y, si se puede, una fiscalía.
Gilberto Herrera Ruiz, reelección en el Senado.
Celia Maya, una placita en el poder judicial federal.
Abigail Arredondo y Paul Ospital, candidaturas federales.
Mauricio Ruiz Olaes otra licenciatura patito.
Somos nada.
-¡PREEEPAREN!-
Lupita.
Está en recuperación domiciliaria y atendiendo a distancia la secretaria de Gobierno de Querétaro Guadalupe Murguía Gutiérrez después de dar positivo a la prueba del Covid-19. Así lo compartió a través de las redes sociales.
Hacemos votos por el total restablecimiento de la llamada “Dama de Hierro”, como la motejó el gobernador Mauricio Kuri.Y a seguirnos cuidando todos, porque el virus sigue mutando y está entre nosotros.
Vale.
-¡AAAPUNTEN!-
Queretanidad.
Hoy se presentará el libro “Monseñor Salvador Septién Uribe, la humildad y la gracia” escrito por Jaime Septién Crespo.Lo comentarán monseñor Martín Lara Becerril, el licenciado Carlos Septién Olivares y el autor.Seguramente será una sesión muy interesante dada la extraordinaria personalidad del casi santo, a quien se le atribuyen numerosos milagros y cuya causa es analizada desde hace años en el Vaticano.La cita es a las seis de la tarde en el Museo de Arte Sacro de Querétaro.
Doy fe.
-¡FUEGO!-
Otro.
Ya cumplió un año en prisión y no tiene para cuando salir Carmelo Mendieta, ex presidente municipal priista de Corregidora, a quien la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción acusó por el presunto uso de recursos de procedencia ilícita para la compra de un inmueble con valor de nueve millones y medio de pesos en marzo de 2019. Le ha ido peor que al ex edil de Colón, que habría causado un daño de 40 millones al erario y fue liberado en junio tras 10 meses en la cárcel. ¿Se acuerdan de aquello de que a los amigos justicia y gracia y a los demás justicia a secas?
¡Porca miseria!