Ahora que todos hablamos sobre la inflación, es interesante preguntarnos si todos los países donde hay inflación tienen los mismos incentivos para bajarla rápidamente. Considero que no necesariamente. Todo depende de los contextos históricos, la cultura y el contexto específico de cada país.
Me explico. El caso de Alemania. Después de perder la Primera Guerra Mundial se le impusieron sanciones económicas incluyendo cargas impositivas acordados en el Tratado de Versalles. Estas cargas ocasionaron que el gobierno de Weimar para hacer frente a estas medidas generara un gasto deficitario e imprimiera dinero, lo que ocasionó hiperinflación. Varios historiadores alegan que la hiperinflación fue lo que facilitó el ascenso del Partido Nazi y el liderazgo de Hitler. Con este trasfondo histórico, podemos entender porqué los Alemanes hoy le tienen aversión a la inflación y se trata de erradicar lo antes posible.
En China, por otro lado, consideran que la inflación es lo único capaz de tumbar al partido comunista. En todos mis viajes a China, me expresaban que el temor más fuerte en cuanto al desarrollo económico no era el crecimiento sino la inflación. Para muchos, un factor clave en lo que sucedió en la Plaza de Tiananmen en 1989 fue producto de la inflación que llegó a un 18%.
En un sistema de partido único como el de China, las políticas gubernamentales que resultan en injusticia social y abuso de poder oficial crean inevitablemente muchos descontentos. Estos descontentos, generalmente desorganizados, son relativamente fáciles de contener. Cuando participan en actividades antigubernamentales, Beijing envía a su policía antidisturbios y sofoca de manera eficiente tales disturbios, en su mayoría de pequeña escala y localizados. Sin embargo, la dinámica política de la protesta social cambia drásticamente cuando la inflación es alta y sigue aumentando. No solo por ser una afectación que llega a todos, sino que sucede al mismo tiempo, por lo que se puede traducir en unificación y coordinación entre sectores que no opinan ni actúan igual en otros frentes. La función política fundamental que desempeña la inflación es la coordinación. El resultado es fácil de imaginar: cuando la inflación es alta, los disturbios sociales pueden agrandarse, atraer a diferentes grupos y volverse más intensos.
Por otro lado, en Estados Unidos la experiencia histórica y el contexto actual es muy distinto. Los incentivos para actuar y disminuir rápidamente la inflación son diferentes. No hay la misma presión histórica, ni social para que esto suceda. ¿Por qué? Primero, la deuda pública y privada de Estados Unidos, así como la tenencia de bonos a nivel mundial en su mayoría está en dólares. Por ejemplo, se sabe que China tienen trillones de dólares de bonos del Tesoro de Estados Unidos. ¿Habrá la tentación de licuar la exorbitante deuda pública como se hizo en los años 70s? Como se sabe, cuando hay inflación esta beneficia a los deudores, en este caso, a los EU.
Un contexto particular es la agenda del Presidente Biden. El Congreso recién aprobó 1.3 trillones de dólares para infraestructura que sin duda se requiere para mejorar la productividad y está en proceso de sacar otro tanto para infraestructura social. Esto no ayuda a reducir la inflación en el corto plazo. El tamaño de la economía estadounidense le permite brindar apoyo a los más afectados por la inflación como lo hizo durante la pandemia. Por otro lado Powell anunció una disminución en la compra de bonos por parte de la FED.
Por tanto, ante este contexto, no queda claro si EU prefiere que la inflación sea “temporal”, o como ya le llaman algunos, transitoria, al mediano plazo. ¿Qué impacto tendría esto para México?
@JaqueRogozinski
Deseándoles felices fiestas, la siguiente columna se publicará el 10 de enero 2022.