El vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, manifestó que la iglesia católica analiza organizar la participación y las acciones en torno a generar manifestaciones a favor de la vida y de la mujer en el estado.
Esto, ante la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de considerar inconstitucional la penalización del aborto y promover la libre decisión de la mujer.
El vicario general señaló que si se integran las protestas, lo harán de una manera pacífica y en respeto a quienes no comparten las ideologías del catolicismo.
“Vamos a organizarnos aquí en Querétaro. Aún no tomamos una decisión acerca de las acciones que haremos. Las manifestaciones serán totalmente pacíficas a favor de la vida y de la mujer; son nuestras dos grandes preocupaciones. Las haremos en respeto a las personas que no comulgan con nosotros en ideas y en prácticas”.
Asimismo, Lara Becerril confirmó que buscará entablar diálogos con los diputados de la próxima legislatura, con el fin de hacerles llegar las convicciones religiosas en torno a la defensa de la vida desde el momento de la concepción. En este sentido, dijo confiar en los nuevos legisladores en que se mantendrá en las leyes dicha premisa.
“Quitarle a una persona el derecho que tiene a vivir realmente es algo grave. Las instancias correspondientes de velar este derecho, pues tenemos confianza en que en Querétaro sigamos por este camino”.
Finalmente, Lara Becerril informó que aún no han recibido notificaciones tras las quejas que interpusiera el director del Centro de Orientación Integral para personas con VIH/Sida, Luis Felipe Zamudio, en instancias defensoras de derechos humanos y contra la discriminación.
En este sentido, el vocero de la Diócesis subrayó que la iglesia católica no promoverá un discurso de odio; y reiteró el respeto que tiene a todos los queretanos.
“A nivel personal y de la iglesia católica, jamás vamos a promover un discurso de odio. No saldrá de nuestro tintero una palabra para ofenderles. No saldrá también de mi boca una palabra para ofenderles. Un profundo respeto a su persona y un discurso de odio no es parte de nuestras convicciones religiosas, de nuestra tarea evangelizadora”.