Problemas, muchos problemas, deja tras de su muerte quien no hizo testamento. Y es qué hay un cierto “repelus” a pensar en la muerte, en la de uno mismo. Es fácil andarse muriendo a cada rato por ahí, a veces de un coraje, otras de antojo o de flojera, pero cuando se llega la muerte de verdad, no avisa o ya no hay tiempo, ganas o dinero para hacer testamento y ahí es cuando comienzan los problemas, para los vivos, obviamente.
La vida transcurre bordándola con esmero, y aunque a veces se descose o rompe lo avanzado, es común que los padres de familia se aboquen a edificar la seguridad de ellos y los suyos, construyendo o comprando casa o terreno, o un pedacito, algo de donde nadie los saque y tampoco a sus hijos, y si alcanza para sus nietos mejor; la realidad es que nunca es suficiente para todos porque en el camino se van sumando nueras, yernos, agregados y los que se acumulen. Pero los jefes de familia tampoco se quieren arriesgar a que el amor los ciegue entregando sus propiedades antes de morir, porque pueden acabar en la calle y si bien les va en un asilo.
Hay de todo en la viña del Señor: algunos adultos mayores no pudieron edificar nada o fueron víctimas de algún chanchullo y sólo les resta la opción de vivir con hijos o familiares que los acepten; hay quienes no quieren dejar ni compartir nada y se lo gastan en sí mismos; otros sólo acumularon deudas o nada es de su propiedad y ahí es cuando familiares y amigos toman distancia; los que sí tienen alguna propiedad escucharán más tarde o más temprano la inevitable pregunta ¿y a quién le vas a dejar la casa? ¿O el local, o el terreno, o la tienda o el negocio? La respuesta paterna o materna o de los tíos, abuelos o padrinos o tutores, los que sea que estén en la posibilidad de dar, puede ser cierta y responder a su voluntad en ese momento, pero si aquella decisión no se formaliza ante Notario Público mediante testamento, primero, no tendrá validez y queda expuesta a la manipulación de los interesados, que a estas alturas del partido que se está jugando en tiempos extras, suelen ser muchos y de entre los que no pusieron ni la cuchara para la mezcla, surgen los combates más enfurecidos por quedarse con lo que no les costó.
En nuestro país, durante once meses el costo del testamento va de cuatro a cinco mil pesos. Difícil dedicar esa cantidad, sólo por si acaso se muere el que ni trazas tiene. Pero si sucede y su voluntad no fue plasmada en testamento, el pleito de tipo legal para resolver el intestado cuesta mas de veinte mil pesos apenas el trámite, lo de los abogados es aparte y dependiendo de hasta qué punto lleguen los reclamos y desacuerdos, suelen cobrar un porcentaje, más o menos el diez por ciento del costo del inmueble intestado, sin contar que la mayoría de las veces las familias quedan resquebrajadas y hasta distanciadas de por vida. Tan frecuente es este problema, que para evitar que los juzgados se desborden más de lo que ya están, se instituyó que septiembre sea el mes del testamento bajando el costo a 1,750 pesos. En esta ocasión, reconociendo la loable y hasta heroica labor del personal de salud, para ellos costará 1,200.
Para realizarlo, basta acudir, en este mes, a alguna Notaría Pública, llevar identificación y señalar el tipo de bien inmueble, no importa que todavía se esté pagando, u otras propiedades como obras de arte, joyas, acciones de empresas o negocio que desea heredar. El testamento puede realizarse en cualquier entidad federativa independientemente de dónde se localice lo que se pretenda heredar y permite al testador, vender sus propiedades o cambiarlo cuando quiera. Para heredar autos o muebles de casa no es necesario testamento; de los primeros se endosa la factura y los segundos son temporales y dependen de la polilla.
Hacer testamento es deber moral para no dejar problemas y llevarse a la tumba lo que tanto costó construir, la unidad familiar. Al final de cuentas, chueco o derecho y a regañadientes se acaba aceptando la última voluntad del que heredó, pero les evita años y años y gastos y gastos para subsanar lo que omitió: un testamento. Las ventajas, Al tiempo.