Querétaro volvió a sufrir los estragos de la lluvia, inundándose las principales vialidades (como 5 de febrero) y numerosas colonias, pero ahora también se sintió, como nunca, el sismo de 6.9 que sacudió anoche a la Ciudad de México y amplias zonas del territorio nacional. Ahora sí que como diría aquél, la naturaleza nos dio patada y trompón. ¡Dios!