La rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Teresa García Gasca, insistió en su participación semanal en el noticiero Presencia Universitaria, en la propuesta que habría hecho al Gobierno del estado, para contar con una red tecnológica y de conectividad que cubriera las necesidades de la población estudiantil de todos los municipios del estado.
Sin embargo, informó, no se ha tenido respuesta ante esta iniciativa; a menos de ocho días de que comience el nuevo ciclo escolar 2021-2022 para la educación básica en el estado; y en el marco de la tercera ola de contagios por COVID-19, donde pocas instituciones tendrán clases presenciales, y el resto, a distancia.
Y es que enfatizó en que la brecha digital ha sido un problema para el sector educativo surgido de la pandemia; por lo que señaló que es urgente reforzar esa red tecnológica para que cualquier persona tenga la misma oportunidad de tomar sus clases a distancia. Recalcó que sería una buena estrategia sumar la infraestructura de conectividad de Gobierno Federal, Estatal, las administraciones municipales, empresas e instituciones educativas públicas y privadas.
Teresa García puntualizó que el 80 por ciento de la infraestructura tecnológica se encuentra en la zona urbana del estado, mientras que en la Sierra Gorda y los municipios del semidesierto se distribuye el 20 por ciento restante.
Además, mencionó que, de acuerdo a la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación 2020, elaborada por el INEGI, a nivel nacional 8.6 millones de familias reportaron no contar con conexión a internet, debido a limitantes económicas o a que en su localidad no existe el servicio.
Agregó que en el ciclo escolar 2019-2020, más de 20 millones de niños y jóvenes no estuvieron inscritos en algún programa educativo; de los que estuvieron inscritos, el 2.2 por ciento no terminaron el año escolar y de éstos, el 60 por ciento abandonaron por una situación relacionada con la pandemia.
En lo que corresponde a la UAQ, la rectora informó que la deserción escolar aumentó el 25.4 por ciento. Las bajas voluntarias incrementaron en un 47.4 por ciento y las bajas definitivas, 36.5 por ciento; las inscripciones no pagadas, el 28 por ciento y el 20 por ciento ni siquiera hicieron el trámite de reinscripción, con respecto al ciclo escolar anterior.