A sus 93 años de edad y con siete décadas de militancia en el Partido Acción Nacional la decana Natalia Carrillo García, primera candidata al senado en 1970, celebra el próximo inicio del cuarto gobierno panista y las designaciones anunciadas por Mauricio Kuri González a favor de Lupita Murguía, Marcela Herbert y Marco del Prete, porque el éxito de una administración depende en buena medida del equipo.
La autora del libro “Memorias de la fundación, crecimiento y consolidación del PAN en Querétaro” habla al periódico PLAZA DE ARMAS de las primeras campañas en las que ella participó y del primer triunfo estatal con su ahijado Ignacio Loyola Vera.
Entrevistada en su casa de las calles de Morelos, en donde ha recibido a dirigentes nacionales, gobernadores, alcaldes y aspirantes a la Presidencia de la República, augura un buen gobierno de Mauricio Kuri, a quien reconoce las mejores calificaciones y le da gusto este nuevo triunfo y señala que prácticamente han borrado al PRI, por el PAN y los errores de los priistas.
Sobre el surgimiento y avance de Morena, exclama: “¡Solo Dios!”
DESDE GONZÁLEZ LUNA
PLAZA DE ARMAS: Siete décadas de Acción Nacional la contemplan.
NATALIA CARRILLO GARCÍA: Desde 1952.
PDA: Tiempos difíciles.
NATALIA: Para mí las campañas entre más difíciles era más la satisfacción. Todas las campañas eran difíciles. Me pidieron que fuera candidata a diputada federal en 1979 y ya no acepté porque mi madre estaba muy enferma. Compitió el doctor Francisco Ugalde Álvarez y ganó. Volvía a acompañarlos cuando murió mi madre. Yo ponía coche, camioneta, tortas. Yo entré al PAN en 1952. Fue mi primera campaña presidencial con don Efraín González Luna, al que apoyé. Recuerdo que se le hizo la cena en el Casino, lo más elegante en el Querétaro de entonces, con la señora Concepción Sotomayor de Loyola, Lolita Cuevas y Chema Hernández, el dueño de la Ford, que no era militante. ¡Hace setenta años!
PDA: Y usted amadrinó al primer gobernador del PAN, Ignacio Loyola, en 1997.
NATALIA: Y mire no me molesta, casi casi ni me importa, no voy a decir nombres pero qué curioso que para los directivos y grandes panitas que se dicen ahora yo no existo. ¿Quién sabe quién mantendría al partido en aquellos tiempos? Y lo peor es que se jalan el cuello de que apoyaron a Nacho (Loyola) y al contrario, hasta se burlaban porque decían que no iba a ganar. Lo que querían era que ganara Paco Cevallos. Y muchas veces se ha dicho en los medios que Nacho no pertenecía al PAN. Él se había inscrito meses antes y yo le di la capacitación. El que más ganas tenía de ser era Guillermo Herbert, se enojó, hizo un escándalo, renunció al partido y luego yo le hice que fuera a pedir disculpas. Gracias a eso fue senador años después, en 2000, con el efecto Fox.
PDA: Van por su cuarta gubernatura. Prácticamente han borrado al PRI.
NATALIA: Pues nosotros y los propios errores del PRI.
PDA: ¿Le da gusto?
ACERTADOS NOMBRAMIENTOS
NATALIA: Claro que me da. He estado felicitando algunos de los nombramientos que está haciendo Mauricio Kuri. Y es que para un gobernante su éxito o fracaso está en su gabinete, porque el personaje no es hombre orquesta. Cada colaborador debe estar en su especialidad. Ahí radica la inteligencia al nombrarlos. Debe buscarse el perfil de las personas, acordes con lo que se les encomiende.
PDA: Ha celebrado usted algunos de los nuevos nombramientos.
NATALIA: Me parece muy acertado lo de Lupita Murguía en la Secretaría de Gobierno y Marcela Herbert en Cultura, por la trayectoria de ambas. Lupita ya tiene mucho colmillo y Marcela es una verdadera conocedora de la cultura y espero que sí saque adelante esa secretaría porque andaba medio hundida. Y la ratificación de Marco del Prete que ha hecho muy buen papel. Kuri ha nombrado a personas que conoce de muchos años y han colaborado con él. Y en comunicación social a Ginette Amieva que estuvo trabajando con Adriana Ballesteros en el Ayuntamiento de Querétaro con Armando Rivera, cuando fui asesora.
PDA: Y ya en unas semanas asume Mauricio Kuri el gobierno.
NATALIA: Que me parece una persona sencilla, educada y con ganas de trabajar. Eso es muy importante. Ha demostrado tener la inteligencia necesaria en las decisiones que ha tomado.
PDA: Le reprochan como a Ignacio Loyola ser empresario más que político.
NATALIA: Nunca se le da gusto a la gente. A mí me reprochaban que no era queretana y fui regidora. Ojalá y el señor Kuri ejerza y practique la democracia, que nos hace falta. Debe gobernar con todos, esa es la verdadera democracia que inventaron los griegos.
PDA: ¿Algo que desee agregar?
NATALIA: Que Plaza de Armas siga ejerciendo el buen periodismo.
Natalia, personaje de Querétaro
Sergio Arturo Venegas Alarcón
Casi de manera natural transitó Natalia Carrillo García de Acción Católica a Acción Nacional en 1952, con el aval del padre Gonzalo Vega, consejero espiritual de su familia, aunque en realidad ella quería ser arquitecta –carrera reservada entonces, igual que la política, a los hombres- o artista, como le pronosticó el sacerdote cantor José Mojica al oírle declamar la Rosa Blanca, de José Martí, a los tres años de edad.
Tal vez el haber nacido el 20 de noviembre de 1928 y en plena persecución religiosa, marcó el destino de quien fue secretaria del comité diocesano de la juventud y, en 1970, la primera candidata a senadora del PAN; a diputada federal en 1973; en 2000 regidora del Municipio de Querétaro y asesora cultural de 2003 a 2006.
Se dice rápido, pero en ese trayecto hay una dilatada historia de activismo político en contra del sistema unipartidista, de campañas aciagas y de pensar que nunca obtendrían el poder, logrado en 1997 con Ignacio Loyola Vera, su discípulo en la capacitación doctrinaria, tan parecida –sostiene- a la doctrina social de la Iglesia.
En Acción Católica conoció la pobreza del pueblo, pero no podía más que enseñarle a rezar a la gente. De ahí le entró el virus de la política, a la que decidió entregar su juventud y sus mejores años, todos.
Ese ha sido el amor de esta combativa militante que no nació para ser casada porque es autosuficiente y los hombres, afirma, no lo toleran. Por eso nunca mezcló su vida personal con la política y se ufana de jamás haberse tuteado con nadie en el partido. Menos ahora que ya no le sobreviven sus contemporáneos.
Nacida en San Miguel de Allende, Guanajuato, llegó a Querétaro a los siete años y aquí ha permanecido. Desde el colegio con las Garcilitas y luego en el Plancarte, hasta su formación como contadora privada con la señora Concepción Sotomayor de Loyola, como consta en el título firmado por el gobernador Agapito Pozo Balbás en 1947.
Con esa formación profesional se defendió en los negocios, propios y ajenos, como La Jabonera de Lourdes y en La Forrajera Queretana o La Mexicana, su comercio de artículos sanitarios para la industria y el comercio, en donde fue líder durante 35 años, “hasta que se choteó el mercado”.
Fue la primera consejera de la Cámara de Comercio de Querétaro, pero siempre tuvo su corazón en la política, desde que Javierita de la Llata la invitó al PAN, en donde ya estaba su padre José Concepción Carrillo Espino que juzgaba la política como asunto de hombres.
El tema se resolvió con la intervención del padre Gonzalo Vega. Él habló con doña María Isabel García, su madre. Esa era la llave de acceso.
-Podemos conseguir a otra muchacha para que la sustituya en Acción Católica, pero en el partido necesitan alguien como ella, fue el argumento. Así comenzó a ir al PAN, en donde milita desde hace más de 60 años y seguirá militando “a pesar de los engaños y las traiciones” que los regresaron a la oposición.
Y es que la política, advierte, no es miel sobre hojuelas. No lo era antes, cuando se les negaban los triunfos. Tiempos distintos, aquellos, de contacto personal, cuando tomaba con taquigrafía los discursos de los grandes ideólogos que venían a Querétaro o cuando organizaba la capacitación para los nuevos militantes. No que hoy, se queja, los cursos y las afiliaciones se dan por Internet.
Natalia Carrillo García, la combativa, la amiga de gobernadores del PRI y del PAN, que guarda especial cariño por el general Octavio S. Mondragón, Ignacio Loyola Vera y su amigo de muchos años Antonio Calzada, aunque su verdadero amor es el actor francés Alain Delon. Es Nati, la autora de libros con la historia del PAN, pero también de catálogos de los monumentos y estatuas de Querétaro. Ella, la que no creía ver el triunfo de su partido y ahora desea que los directivos del PAN tengan la inteligencia para recuperar el poder y ella vida, para verlo.
(TEXTO PUBLICADO EN EL LIBRO QUERÉTARO EN EL SIGLO XX Personajes de la vida cotidiana, coordinado por el Cronista de Querétaro Andrés Garrido del Toral en 2013).