Recientemente el Gobierno Federal publicó y dio a conocer Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sustentable de los Polinizadores, lo cual es extremadamente importante y trascendente, ya que sólo en México “más del 85 % de las especies de plantas utilizadas en México dependen de polinizadores, su valor para el país se estima en 43 mil millones de pesos”. Y es que existen varios factores que presionan a las poblaciones de polinizadores como la disminución de la abundancia, diversidad y calidad de los recursos florales, la dispersión a nuevas áreas de parásitos y patógenos y su transmisión a nuevos hospederos, la exposición a plaguicidas y otros agroquímicos, el cambio climático y la alteración del hábitat, y sus interacciones sobre un potencial declive de polinizadores. Por ello en el documento de la Estrategia se dice que “La FAO y el Secretariado del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), también han reconocido esta problemática y promueven las recomendaciones del informe de la Evaluación sobre polinizadores, polinización y producción de alimentos presentada por IPBES, que apremian a desarrollar de manera urgente investigación en este campo y a tomar diversas medidas para la protección de polinizadores y sus servicios ecosistémicos. Por esto, se considera fundamental que México adopte en el corto plazo una estrategia nacional para la conservación y el manejo sustentable tanto de los polinizadores como del proceso de la polinización”
En contextos urbanos, se afirma que “El avance de la urbanización ha favorecido la pérdida de hábitat, alimento, sitios de refugio y anidación para la mayoría de los polinizadores” y agrega que “La pérdida de polinizadores debido al crecimiento urbano también afecta la reproducción de especies de plantas limitando el intercambio genético y la regeneración natural de la flora nativa”.
De acuerdo a las investigaciones realizadas, se encuentran 4 factores de riesgo en México, Así tenemos que de 62 estudios revisados, 58 % analizan la presencia o el efecto de patógenos, 23 % analizan las consecuencias de la pérdida de hábitat (en parte debido a la gestión intensiva de la agricultura), 14 % el efecto de plaguicidas y 5 % el efecto de la presencia de monocultivos. Y llama la atención el hecho de que “Todos los estudios encontrados demuestran efectos negativos de la pérdida de hábitat por cambios en el uso de suelo sobre la riqueza y diversidad de abejas nativas”, de donde se deduce que en futuro inmediato, para otorgar cambios de uso del suelo en la metrópoli queretana, habría que evaluar la presencia y perdida de polinizadores.
Efectivamente estamos frente a un declive de polinizadores y por ende, del proceso mismo de polinización. El Documento de la Estrategia pone de manifiesto lo siguiente: “En México se ha pronosticado que para el 2050, sus 20 cultivos más importantes podrían disminuir su área de distribución en un 65 %, así mismo, se podría perder el 58 % de las 46 especies de polinizadores que les brindan el servicio de polinización”
Por otra parte el Documento de la Estrategia enfatiza que “Décadas después del primer llamado de atención sobre la relevancia de los problemas ambientales generados por las actividades humanas, las alarmas sobre la situación ambiental que enfrentamos como humanidad son cada vez más graves. En particular resalta la situación de la diversidad biológica y, como parte de ella, desde finales del siglo XX se comenzó a observar y documentar una importante disminución de polinizadores que se ha seguido agravando. La biodiversidad constituye el sistema de soporte de la vida en la tierra e interactúa de manera sustantiva con el sistema climático, el ciclo hidrológico y otros ciclos biogeoquímicos. Los polinizadores, a su vez, son esenciales para el mantenimiento de la biodiversidad natural y, de manera muy directa, del sistema alimentario.”
Desde el 2018, en que se publicó la Ley de Fomento Apícola y Protección del Proceso de Polinización en el Estado de Querétaro (la primera Ley Estatal que protegía el proceso de polinización), al momento de formularla, deje previsto el siguiente principio:
Principio de cooperación evolutiva: El cual reconoce la cooperación entre abeja, plantas y ser humano, dentro del proceso de polinización, para garantizar la reproducción y sobrevivencia de dichas especies;
La velocidad con que camina el declive de la biodiversidad y de los polinizadores es alarmante, y por ello, la pregunta ¿si todavía tendremos tiempo de evitar el colapso?
Nuestras acciones para proteger el proceso y sus polinizadores, la responsabilidad de los agricultores de dejar de usar agroquímicos tóxicos para los polinizadores, la restricción de no mas cambios de uso del suelo, la reducción de emisiones de carbono y la elaboración de políticas públicas acompañadas de financiamiento tendientes a incrementar la apicultura en el estado, la protección e incremento de la flora melífera, la no contaminación de cuerpos de agua y la conservación de la biodiversidad urbana, son acciones urgentes, necesarias y estratégicas para al menos detener el ritmo y en su mejor caso, revertir el proceso de declive y su colapso.